Imagen de un revestimiento de piedra Mar del Plata con junta cerrada, muy característico de nuestra ciudad. |
El
territorio bonaerense está constituido por una extensa llanura de sedimentos
modernos y por dos sistemas serranos: las Sierras Septentrionales o Sistema de
Tandilia, y las Sierras Australes o Sistema de Ventania. Las sierras Septentrionales
se extienden con orientación NO-SE por unos 350 km desde las lomadas de
Quillalauquen hasta Mar del Plata. En su sector central, se registra su ancho
máximo 60 km
y sus mayores alturas de 525
metros sobre el nivel del mar. Este sistema serrano concentra
la mayor parte de yacimientos minerales entre los que se encuentran: calizas,
granitos, arcillas dolomías y ortocuarcitas.
Mapa litológico del partido de Gral. Pueyrredon. Del Río y otros. Año 1997 (modificado) |
A
este último tipo, corresponden las afloraciones rocosas presentes en Mar del
Plata, comúnmente llamadas “cuarcitas”. Con la denominación de cuarcita se
identifica a una roca cuyo principal componente es cuarzo, en una proporción
superior al 80% y originariamente ha sido una arenisca que fue sometida a
procesos de recristalización o cementación de los granos de sílice, dando como
resultado una especie de alta resistencia mecánica y baja porosidad.
Secundariamente puede contener otros minerales como feldespato, mica,
magnetita, apatito, circón, turmalina y otros de tipo accesorio.
En
Argentina e independientemente de la definición petrológica, la cuarcita se
suele asociar a la “piedra Mar del Plata” ya que la existencia, explotación y
uso de esta variedad pétrea en esta ciudad y regiones de influencia, se ha
asociado el nombre comercial y la clasificación técnica. Por sus excelentes
propiedades físicas y estabilidad mineral ha sido muy utilizada en
revestimientos exteriores para edificios públicos y privados, pavimentos y
también como piedra partida. Posee un característico color blanco o beige claro
a veces con bandas de tonos amarillento, rojizo, violáceo y marrón claro como
consecuencia de procesos de oxidación mineralógica. Esta variación de la
tonalidad lejos de restarle calidad, la acentúa haciendo de esta roca una de
las elegidas para fines ornamentales.
El
paisaje de la ciudad de Mar del Plata se caracteriza por un relieve poco
marcado conformado por un conjunto de lomas chatas y bajas, dispuestas en su
mayor parte subparalelamente con las direcciones NO-SE y NNO-SSE. Predominan
los flancos de escaso gradiente que muestran en general suaves ondulaciones. En
algunos sectores costeros como Punta Iglesias y desde Punta Piedras hasta Playa
Grande las lomas son cortadas abrupta o escalonadamente por frentes rocosos
acantilados de constitución ortocuarcítica, que pueden alcanzar alturas de
hasta 10-15 metros.
Las lomas se hallan distribuidas en cuatro grupos principales; la más
septentrional es la llamada Loma de Santa Cecilia, de escaso desarrollo areal y
con alturas apenas superiores a los 20 metros.
El centro fundacional de Mar del Plata se sitúa geográficamente entre dos elevaciones naturales, colinas de piedra identificadas originalmente como la loma de la Chacra, hoy de Santa Cecilia, y la loma de la Hydra, actualmente Stella Maris. Debido a esta particular localización, el material pétreo estuvo presente en el proceso de construcción de la ciudad desde sus inicios y en las distintas etapas de su crecimiento, por tratarse de un recurso natural disponible en abundancia en la zona, siendo en sus comienzos, fácilmente accesible.
El centro fundacional de Mar del Plata se sitúa geográficamente entre dos elevaciones naturales, colinas de piedra identificadas originalmente como la loma de la Chacra, hoy de Santa Cecilia, y la loma de la Hydra, actualmente Stella Maris. Debido a esta particular localización, el material pétreo estuvo presente en el proceso de construcción de la ciudad desde sus inicios y en las distintas etapas de su crecimiento, por tratarse de un recurso natural disponible en abundancia en la zona, siendo en sus comienzos, fácilmente accesible.
Expedición de Bañistas a la Gruta de Egaña. Año 1899. Imagen gentileza Lic. Angel Somma |
Hacia el sur y separada de la anterior por una amplia zona deprimida (conocida como Fosa o Graben del Casino) se destacan dos lomas; la más oriental o de Stella Maris dispuesta con orientación NNE-SSO, posee forma triangular alongada coincidiendo uno de sus vértices con el Cabo Corrientes; la occidental es la Loma del Golf o del Cementerio de rumbo NNO-SSE, unida a la anterior en el sector de Playa Grande. Sobre estos grupos de lomas, que alcanzan alturas máximas de 40-50 metros se desarrolla el sector centro –meridional del área urbana de Mar del Plata. El cuarto y más austral de los grupos de lomas se desarrolla en la zona puerto y se dispone con su eje mayor en dirección NNO-SSE, alcanza alturas de 55-60 metros, presenta el mayor desarrollo areal y termina en el sector costero de Punta Cantera. (Del Rio, et al, 1995:32-33)
Punta Piedras. circa 1906-1907. Sociedad Fotográfica Argentina. Aporte Cristina Corsini |
Canteras en el Torreón. (Actual paseo Jesús de Galíndez). década del 20 Imagen enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia del Diario La Capital |
Ya
en 1857 cuando Coelho de Meyrelles estableció el saladero de la Laguna de los
Padres, las piedras recolectadas del lugar se contaban entre los materiales
empleados para la conformación del incipiente pueblo, siendo el material con
que el constructor suizo Francisco Beltrami, auxiliado por el señor Crotti,
levantara en 1860, los muros de la capilla fundacional de Santa Cecilia,
testimonio arquitectónico de mayor antigüedad y relevancia histórica que
conserva la ciudad.
Al
proceder al trazado del pueblo en 1874, el agrimensor Carlos de Chapeaurouge tomó como
referente a este monumento describiéndolo como “Una capilla construida con
piedra y cal, bien revocada y con su correspondiente torre”. Otro material
disponible era el canto rodado, cuantioso en la zona hasta 1910: Cuando en
1873, Patricio Peralta Ramos solicitó al gobernador de la Provincia de Buenos
Aires la autorización para fundar el pueblo, lo hizo mediante una carta en la
cual se refería a la existencia de construcciones de piedra, destacando la
posibilidad de explotación de las canteras pétreas:
“Hay una iglesia de piedra y cal…hay además veinte
casas de piedra, madera y ranchos…Se halla allí la piedra granito, cal y tierra
hidráulica en cantidad suficiente para llenar las necesidades de toda la
provincia…”
(Peralta Ramos, 1873)
Esta
idea de Mar del Plata como centro proveedor de piedra arenisca (en el escrito
llamada granito) se llevará a la práctica pocos años más tarde y durante varias
décadas en que las canteras de la ciudad y la zona, brindarían la piedra para
abastecer no sólo obras locales sino también las situadas en otras localidades
de la provincia como la Plata o Buenos Aires. La zona de Punta Cantera, al sur
de Punta Mogotes, había comenzado a explotarse para la extracción de piedra
desde el siglo XIX derivando de esta explotación el hallazgo de material
calizo.
El Hotel Gamba, uno de los primeros de Punta Mogotes, funcionaba cerca de la calera.Imagen enviada por Salvador Elías para Fotos de Familia Diario La Capital |
La chimenea de la antigua calera que se hallaba en Punta Cantera (Waikiki). Imagen enviada por Salvador Elías para Fotos de Familia Diario La Capital |
JacintoPeralta Ramos autorizó la instalación de una calera en tierras de su propiedad,
la cual proveyó la cal empleada en las primeras construcciones de la ciudad.
Este establecimiento quedó a cargo de Luis Gamba, extrayéndose de la cantera de
piedra, los bloques empleados para los cimientos de la Catedral de La Plata. A
partir de esta primera época ligada a las actividades productivas y durante
muchos años, en etapas posteriores asociadas al turismo, la extracción de
piedra de la loma de Santa Cecilia, abastecería a las construcciones de la
ciudad, alterando la topografía del lugar con una modificación considerable de a
pendiente de la loma originalmente más abrupta.
En
1876 Pedro Luro compró a Peralta Ramos el saladero que años antes había
instalado en la zona Coelho de Meyrelles, y que para ese entonces se encontraba
sin actividad, abandonado por segunda vez. Con la intención de reactivarlo y
dedicarse a su explotación, Luro introdujo varias mejoras, construyendo un
molino, un nuevo muelle de madera y el primer horno de ladrillos. “También
abrió canteras en las barrancas de la loma de la iglesia, al borde del mar” (Sebrelli,
1984:86). Entre las obras de su propiedad se contaba además, en el año 1881, un
dique de piedra a la entrada del muelle Luro. Con la nueva posibilidad de
fabricación de ladrillos localmente, pasó a contarse con un material que
presentaba ciertas ventajas sobre la piedra, condición que se vería reflejada
en las nuevas soluciones constructivas y estéticas, optándose por el uso
combinado de ambos materiales.
A
partir de la década de 1880 decayó la actividad del saladero de Mar del Plata,
en un contexto económico que propiciaba el surgimiento de los frigoríficos,
desplazando a los saladeros en el nuevo sistema de producción de carnes. La
astucia de Pedro Luro y su lúcida visión, lo llevará a concebir una ciudad
balnearia, cambiando diametralmente el rol y el destino de Mar del Plata. Entre
las rocas de la costa también existía, una piedra movediza, situada al Sur de
Cabo Corrientes, antes de llegar a Playa Chica. Fue descubierta por Bautista
Crivelli. Los visitantes se entretenían triturando objetos y botellas con su
oscilación hasta que el equilibrio fue quebrantado (Albun Bonim, 1924).
Tarjeta postal de la Piedra movediza. Fuente delcampe.net Enviada por Prof. Julián Mendozzi para Fotos de Familia Diario La Capital |
El proceso de urbanización fue produciendo rápidos cambios en la fisonomía de la costa marplatense. La apertura de caminos y la construcción de nuevos edificios sobre la ribera, al mismo tiempo que la explotación de las canteras naturales de piedra del sitio, produjo alteraciones en la geografía generando un nuevo paisaje antropizado. El material pétreo de estas canteras costeras fue utilizado en las obras de pavimentación y en la construcción de edificios situados en las cercanías del sitio de donde se extraían las piedras.
Inauguración de la Explanada Sud-Febrero de 1909. |
Inauguración de la Explanada Sur el día 25 de Enero de 1909. Brutes Foto.Archivo General de la Nación. Imagen de Ignacio Iriarte para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Ese
mismo año (1908), con el propósito de vincular la playa Bristol con la Perla
hacia el Norte, se construyeron murallones de contención entre las calles
Balcarce y el muelle de Punta Iglesia. En 1909 se iniciaron las obras de la
Explanada Sur inaugurada en 1911. Dos años más tarde, en 1913 se
inauguró la rambla Brístol. La ya mencionada ruta de Egaña, también conocida
como gruta del Torreón, se situaba hacia el sur en las cercanías de este
edificio. Explotada como cantera, la gruta fue dinamitada por el picapedrero
italiano Rizziero Manfredi, quien asociado a Juan Lagroia, fuera contratado por
la empresa Castello y Piquerez en 1911, para proveer la piedra que se usara en
la obra de la rambla Bristol.
El
comienzo de las obras del nuevo puerto en 1911 demandó gran cantidad del
material; se llegaron a extraer, en los momentos de mayor actividad de las
canteras, 2500 toneladas de piedra por día, practicando las perforaciones para
los barrenos mediante aire comprimido (Sas, 1932) 75. Asimismo el mejoramiento
de las calles requirió de gran cantidad de piedras, llamándose a licitación
municipal en octubre de 1918, para la concesión y explotación de una serie de
canteras ubicadas sobre la costa.
La
demanda progresiva de piedra para la construcción generará un conflicto de
intereses entre la explotación económica de las canteras y la voluntad de
conservar el recurso paisajístico tan admirado y ligado al disfrute en los
inicios de la ciudad balnearia. Ya en el año 1929 se expresaba la inquietud por
la explotación indiscriminada de las canteras. Para esos años la extracción de
piedra en los terrenos próximos a la Explanada estaba terminantemente prohibida
por los Decretos del 13 de Mayo de 1927 y Septiembre de 1929.
Cantera Mar del Plata ubicada en el Puerto. Pueden verse los
obrajes, la colina de la que se extrae la piedra y de fondo el barrio portuario
con la grúa de la escollera sur.
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Demolición de la cantera a pico y pala, . Imagen gentileza Carlos Alberto de Adá para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Demolición de la cantera a pico y pala, . Imagen gentileza Carlos Alberto de Adá para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Demolición de la cantera a pico y pala, . Imagen gentileza Carlos Alberto de Adá para Fotos de Familia del Diario La Capital |
. En la cantera, puerto, trabajando para la construccion del mismo. Año 1913. Imagen enviada por el Lic. Angel J. Somma a Fotos de Familia del Diario La Capital |
En la cantera, puerto, trabajando para la construccion del mismo. Año 1913. Imagen enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia del Diario La Capital |
Cantera puerto. vagones para los bloques. Ddécada del 20. Imagen enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia del Diario La Capital |
Explotación cantera puerto. foto entre 1923 y 1925 de Luis Juan Carlos Sambucetti. Enviada por Carlos Alday Sambucetti a Fotos de Familia del Diario La Capital |
Locomotora francesa de la compañia constructora Al.DO.SI.VI. Imagen gentileza del Lic. Angel Somma para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Esta
preocupación empieza a plantearse en forma explícita en los medios de difusión
de la época que alertan sobre la necesidad de conservar las barrancas naturales
de piedra existentes como un rasgo de fuerte presencia en el paisaje de la
ciudad y exigiendo un serio control sobre la actividad extractiva. En 1928 la
revista Sur publicaba en sus páginas la siguiente nota:
Mar del Plata cuenta con terrenos en número crecido
capaces de producir grandes, es decir, enormes cantidades de piedra de primera
calidad, en cantidad tal que sobrepasa los cálculos más optimistas. La piedra
que el lugar produce es conocida por todos. Reúne la calidad que se exige para
lo que en la actualidad se las destina. No es demasiado dura, en consecuencia
se deja labrar con facilidad. De ahí que pueda hacerse de ella lo que en
realidad se desee. Cada día que transcurre se la explota en mayor cantidad. Las
canteras aumentan con las necesidades. La demanda de tan buen material de
construcción se hace desde ciudades distantes. En la ciudad de la Plata se
construye, desde muchísimos años una catedral, que será orgullo de América.
La piedra empleada es la que se obtuvo en la vieja cantera de Gamba, ubicada a inmediaciones del Faro de Punta Mogotes. Este hecho nos demuestra que poseemos un verdadero tesoro si se le explota y da a conocer racionalmente. Sólo hay algo que no concuerda con nuestra manera de pensar. Es lo referente a la ubicación de las canteras y al modo cómo se explotan. En este sentido hallamos fallas de importancia, que tarde o temprano deberán ser salvadas. Hay en la explotación actual una verdadera anarquía. Se abren canteras en cualquier lugar, sin tener para nada en cuenta las necesidades del lugar o del terreno en que funcionan. Un intruso cualquiera, a las veces, se apodera de un lote sin autorización de sus dueños y, sin orientación ni cuidado de ninguna naturaleza, quita piedras febrilmente, convirtiendo el lugar en un sitio inadecuado para la edificación. Un buen día por un motivo cualquiera, deja la cantera y el propietario se encuentra con un terreno inservible. Otros, extraen piedra de los terrenos reservados para calles con los perjuicios consiguientes.
Colocación Piedra Fundamental Iglesia San Pedro – 18 de Enero de 1893 – Enviada por Jorge Redondo a Fotos de Familia del Diario La Capital |
La piedra empleada es la que se obtuvo en la vieja cantera de Gamba, ubicada a inmediaciones del Faro de Punta Mogotes. Este hecho nos demuestra que poseemos un verdadero tesoro si se le explota y da a conocer racionalmente. Sólo hay algo que no concuerda con nuestra manera de pensar. Es lo referente a la ubicación de las canteras y al modo cómo se explotan. En este sentido hallamos fallas de importancia, que tarde o temprano deberán ser salvadas. Hay en la explotación actual una verdadera anarquía. Se abren canteras en cualquier lugar, sin tener para nada en cuenta las necesidades del lugar o del terreno en que funcionan. Un intruso cualquiera, a las veces, se apodera de un lote sin autorización de sus dueños y, sin orientación ni cuidado de ninguna naturaleza, quita piedras febrilmente, convirtiendo el lugar en un sitio inadecuado para la edificación. Un buen día por un motivo cualquiera, deja la cantera y el propietario se encuentra con un terreno inservible. Otros, extraen piedra de los terrenos reservados para calles con los perjuicios consiguientes.
(Revista del Sur, 1929: 3 -5)
Se
observaba así un panorama caótico en la explotación de la piedra, donde
reinaban el desorden y la falta de planificación, priorizándose los intereses
económicos descontrolados, sobre el respeto por las condiciones naturales del
entorno. Una apertura progresiva de canteras sin criterio alguno en su
ubicación, sumada a una explotación desmedida y sin permiso, ponían en riesgo
este recurso a la vez que ocasionaban grandes cambios en el paisaje de la costa
marplatense.
El
uso de explosivos cerca de sectores consolidados representaba un riesgo tanto
para la población instalada como para las condiciones de estabilidad del suelo.
La situación fue expuesta en el año 1931 por el ingeniero el ingeniero Della
Paollera, quien denunció en una de sus conferencias, al observar una fotografía
del año 1890 tomada desde la Loma de Santa Cecilia, el problema de la
depredación del paisaje costero y los cambios producidos por el hombre a partir
de la explotación de piedra natural. En su descripción expresa:
El camino que se ve en el primer plano servía para el
transporte de la piedra de la loma Santa Cecilia, explotación que durante
muchos años abasteció a las construcciones marplatenses. En esta loma, que caía
más bruscamente al mar que la de Stella Maris, la transformación operada por la
explotación de canteras de piedra ha sido grande.
(Della Paollera, 1931)
La
instalación del tema en la sociedad incitó al Estado a repensar las políticas
de control y resguardo, adecuadas a la nueva configuración de ciudad, más
consolidada. Para el año 1933 la intendencia municipal regulaba la explotación
de las canteras de piedra obligando a la solicitud de permisos, fijando la
razante a seguir y las restricciones pertinentes, estableciendo además, el
cobro de impuestos, cuyas tasas se determinaban de acuerdo a la categoría de
las canteras y de acuerdo con la cantidad de piedra extraída. En el año 1935 la
Asociación de Propaganda y Fomento Mar del Plata, expresó nuevamente, en las
palabras de su presidente, Juan A. Fava, la inquietud por la preservación del
paisaje costero:
Juan Ambrosio Fava, febrero de 1932 con representantes de la revista Caras y Caretas.
Foto del Lic. Angel J. Somma para Fotos Viejas de Mar del Plata. |
"La ciudad debe cuidar hoy en mas con vigilante color
todas las expresiones de su urbanización y muy especialmente en los acantilados
rocosos de la costa y sus inmediaciones los que deben ser reservados como
lugares de belleza natural".
El
conflicto entre la actividad extractiva y el crecimiento urbano ya planteado a
fines de la década de 1920 se fue agudizando desde mediados de la década de
1930. La crisis progresiva generó como resultado la suspensión de actividades
en muchas canteras que se encontraban dentro de la ciudad de Mar del Plata,
provocando un desplazamiento de la actividad hacia otros sectores como Batán y
Chapadamalal, expansión que fue acompañada por la tecnificación de las
primitivas canteras, surgidas en esas zonas en décadas anteriores, como la de
Kurt Hermann Wachinitz o José Vasicci.
Este desplazamiento se ve reflejado en las publicaciones periódicas marplatenses, como la Revista del Sur y La construcción Marplatense, entre1939 y 1944, con reiterados anuncios de la cantera Sud Atlántica de Chapadmalal, ofreciendo piedra para obras en tonalidades blanca, amarilla y rosada. La amplia oferta de proveedores de piedra en Mar del Plata durante las decadas de 1930 y 1940 queda documentada en los avisos publicitarios de las revistas de construcción de la época:
Canteras de Balcarce. Año 1936. Vias Decauville de 0,60 mts.
posible camino a Mar del Plata. Colección Hume. Imagen gentileza Lic. Angel J.
Somma
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Este desplazamiento se ve reflejado en las publicaciones periódicas marplatenses, como la Revista del Sur y La construcción Marplatense, entre1939 y 1944, con reiterados anuncios de la cantera Sud Atlántica de Chapadmalal, ofreciendo piedra para obras en tonalidades blanca, amarilla y rosada. La amplia oferta de proveedores de piedra en Mar del Plata durante las decadas de 1930 y 1940 queda documentada en los avisos publicitarios de las revistas de construcción de la época:
Revestimiento de piedras de las columnas del Casino Central. Image gentileza de Horacio De la Torre para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Almuerzo ofrecido en la Cantera Mar del Plata. 1940. Roberto Barili. |
- la Cantera Mal abrigo, en la calle Catamarca al 2300, ofrecía piedra local en bloques de cualquier dimensión (1932);
- la Cantera del Griego de Nicolás Soldati, dedicada entre otros trabajos a la “Elaboración de piedras para frentes de cualquier estilo quien sería la proveedora del material pétreo para la fachada del casino (1937).
- la cantera de Mariano de Vera, situada en Cincuentenario y Viamonte; (1940)
- la Cantera Mar del Plata, ofreciendo piedras para revestimiento y trituradas; (1940)
- la empresa Lorenzo di Terlizzi, con cantera propia en Fortunato de la Plaza y Juramento; (1940)
- La cantera “Costa Sud” de Carmelo Vitullo, cuya sucursal Nº 2 se ubicaba en el puerto de Mar del Plata (1940)
Finalmente en 1956 queda prohibida por Decreto Municipal, la explotación de canteras dentro de la ciudad Mar del Plata y en una faja costera de 2 kms de ancho. Mar del Plata no fue ajena a esta política nacional donde los materiales de la región fueron elegidos y valorados, asociados a la idea de independencia económica, sumados al lenguaje de la clasicidad monumental como símbolos de un Estado fuerte y soberano, con una arquitectura representativa en la que Bustillo, vinculado al poder político de ese momento, tuvo un rol preponderante.
Testimonios de esas manifestaciones son el Palacio Municipal, construido en 1938 y el complejo Casino Hotel Provincial, entre 1938 y 1950. Ambas obras, surgieron en el marco de un plan de modernización de la ciudad y con el fin de incrementar el turismo, para lo cual se pavimentó el camino a Buenos Aires, entre 1938 y 1939, siendo proveedora de piedra para esta obra, la ya mencionada cantera de Gamba, ubicada entre los Hoteles Punta Cantera y Gamba.
Sobre la playa quedaban los últimos resabios de un sitio histórico y olvidado. La calera de Punta Cantera. Imagen enviada por Salvador Elías para Fotos de Familia Diario La Capital |
También
en las décadas de 1930 y 1940 se optó por la piedra para las obras escultóricas
de la ciudad, por sus connotaciones simbólicas de grandeza, durabilidad y por
su fuerte vinculación con el paisaje local. En 1936 se instaló sobre el
barranco de Punta Iglesias, la colosal Cabeza de Florentino Ameghino, obra del
escultor Rafael Radogna, esculpida sobre un bloque de piedra de aproximadamente
25 toneladas, provisto por la cantera de Rossi, ubicada en Tucumán y Laprida.
Los monumentales lobos marinos situados en la rambla de Bustillo fueron
esculpidos por Fioravanti cerca de 1944, convirtiéndose muy pronto en ícono del
turismo en la ciudad.
El monumento a Alfonsina Storni, fue instalado en la barranca de La Perla cerca de 1947, aunque la obra fuera ya había sido terminada en 1942 por el artista Luis Perlotti. También en las plazas y plazoletas locales se instalaron esculturas de material lítico, como el monumento a la Madre universal ubicado en la Plaza Mitre en 1950, del escultor marplatense José Alonso, también autor de las obras: “India”, situada en la Plaza San Martín, “Mujer sentada”, en la Plaza Rocha y “Maternidad”, hoy en la plazoleta limitada por la Avenida Felix U. Camet y Rejón, todas obras realizadas en piedra de canteras locales.
La escultura de Ameghino fue llevada desde la cantera de la
calle Tucumán y transportada con troncos de madera hasta su emplazamiento. Año 1936
|
Rafael Radogna, escultor y su ayudante,autor del Monumento a Florentino Ameghino en 1936 |
Monumento a Ameghino obra de Rafael Radogna,quedó inaugurado el 29 de Noviembre de 1936. Archivo General de la Nacion. Inventario 50530. Imagen gentileza Lic. Angel Somma |
El escultor Luis Perlotti. (1890-1969) |
En el chalet Plus Ultra ubicado en la calle Santiago del estero Nº 1228 vemos un buen ejemplo del uso de la piedra. La obra del proyectista Pablo L. Soca perteneciente al Sr. Angel Huerta tiene una fachada revestida en
piedra con aparejo "baston roto", alterna molduras, recercados en aberturas, mensuras
y un escudo central en el remate. Dos importantes bochas enmarcan el acceso.
Cuatro arcos abovedados descansan sobre columnas monolíticas con capiteles
rectos y bases circulares, abrazadas por las dos mitades de aro. Las
balaustradas también pétres alternan formas rectas y curvas en los barandales. Los trabajos en piedra fueron realizados por el artesano Lorenzini.
Chalet Plus Ultra. Santiago del Estero entre 3 de Febrero y la costa. Década del 70”. Roque Martínez para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Detalles constructivos chalet Plus Ultra realizados por Lorenzini. |
Imagen del Quijote de Roberto Catteruccia. Chalet Plus Ultra. Stgo. del estero 1228. |
Detalles del Quijote de Roberto Catteruccia. Chalet Plus Ultra. Stgo. del Estero 1228. |
El monumento a Alfonsina Storni, fue instalado en la barranca de La Perla cerca de 1947, aunque la obra fuera ya había sido terminada en 1942 por el artista Luis Perlotti. También en las plazas y plazoletas locales se instalaron esculturas de material lítico, como el monumento a la Madre universal ubicado en la Plaza Mitre en 1950, del escultor marplatense José Alonso, también autor de las obras: “India”, situada en la Plaza San Martín, “Mujer sentada”, en la Plaza Rocha y “Maternidad”, hoy en la plazoleta limitada por la Avenida Felix U. Camet y Rejón, todas obras realizadas en piedra de canteras locales.
El escultor Luis Perlotti autor del Monumento a Alfonsina Storni |
postal de Mar del Plata del 16 de diciembre de 1948 nos recuerda que inicialmente el monumento a Alfonsina Storni fue colocado de espaldas al mar. Enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia |
Monumento a Alfonsina Storni realizado por el artista Luis Perlotti. Instalación Actual |
Para ese entonces Argentina, con la mirada atenta hacia Europa, buscando ansiosamente un referente de progreso, intentaba definirse a partir de modelos extranjeros apartados de su herencia española, manifestando su dependencia cultural en las costumbres y en las artes, donde la influencia de la Academia francesa y el romanticismo de la era post industrial se proyectará al continente americano importando bienes suntuarios, materiales de construcción y hasta prototipos prefabricados, como también profesionales o proyectos de arquitectos extranjeros que nunca llegaron al país. En su análisis sobre el pintoresquismo marplatense Roberto Cova señala:
La estilística de la arquitectura pintoresca
marplatense se corresponde con la de las construcciones para esparcimiento en
los alrededores de Buenos Aires, el uso de la piedra arenisca local, en las
construcciones marplatenses, las diferenció de sus análogas porteñas, pero
éstas no tardaron en incorporarlo. Este fenómeno de mini transculturación
parecería responder a necesidades significativas referidas a valores de
prestigio por parte de sectores de la pequeña clase media en procura de imitar
a las familias del más alto nivel, que entonces prevalecían social y
territorialmente en la ciudad veraniega de Mar del Plata.
(Cova y Gómez Crespo, 1978:171)
Si
bien la piedra estuvo presente en todas las etapas de desarrollo de Mar del
Plata esta intensificará su uso en las fachadas de la ciudad durante el período
1930-1950 convirtiéndose en un rasgo distintivo que caracterizará a la
arquitectura local llegando a definir un estilo y a dar nombre al material:
“piedra Mar del Plata”.
Actividades en la cantera puerto. Año 1967
video gentileza Historia de la Televisión Marplatense
La mano de obra artesanal
Los
inmigrantes, procedentes de distintas regiones europeas, llegaron en busca de
oportunidades de trabajo, instalándose en distintos puntos del país, de acuerdo
a la localización de las posibles obras que demandaran de sus oficios. Era
frecuente que se trasladaran de una ciudad a otra en busca de nuevas faenas a
realizar, de igual modo que lo hicieron los talleres itinerantes del medioevo.
Los artesanos especializados en el trabajo de la piedra fueron mayormente de
procedencia española, italiana o yugoslava, y dejaron testimonios de sus
saberes, transmitidos por generaciones, en distintas regiones del territorio.
Cabe
destacar la labor de los inmigrantes croatas en Córdoba, plasmada en obras
representativas de la década de 1940, como el “Arco de Córdoba” y la “Cañada”:
Lušičić, Zlopaša, Strižić, Gašparović, Radetić, son apellidos de algunos de los
artesanos que intervinieron en estas obras, en muchos casos, con la
participación de padres e hijos en el desempeño del mismo oficio. La
explotación de canteras y el trabajo de la piedra también atrajeron la mano de
obra de los inmigrantes.
Muchos
de ellos, asentados en las ciudades de Tandil y Olavarría desde principios del
siglo XX, quienes se trasladaron luego a Mar del Plata en la década de 1930.
Para entonces, mientras en Tandil mermaba la explotación de piedra y la
elaboración de adoquines, cuando el hormigón comenzaba a reemplazarlos, en Mar
del Plata se encontrara en pleno auge el uso de la piedra local, de menor
dureza y más fácil de trabajar que la de Tandil, lo cual motivó un corrimiento
de la población de artesanos hacia nuestra ciudad.
Después
de 1940, la mayor parte de los picapedreros de Tandil se trasladaron a Mar del
Plata, por motivos laborales, de salud o también políticos. La mayor parte de
los artesanos que llegó a nuestra ciudad fue de origen italiano o español;
Picca, Cossa, Lotti, Pradelli, Lorenzzini, Venturi, son algunos de los
apellidos de origen italiano, mientras Vila, Castañón y Gutiérrez se encuentran
entre los de origen español.
Luis Cossa en la construccion de la Gruta de Lourdes. Año 1938. Imagen gentileza Marta Cossa para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Angiolo Venturi y un grupo de trabajadores en las obras en la cantera de la Loma Stella Maris. Año 1922 |
Angiolo Venturi, fue piedretista de la Toscana que se formó en Italia mientras trabajaba en Suiza. Llegó a la Argentina en 1911 alojándose en el Hotel de Inmigrantes. Su hija, Brunetta, llegaría al país tres años más tarde, casándose con Carlos Pedro Castañón, picapedrero español. De los ocho hijos que tuvo el matrimonio, cuatro continuarían con el oficio. Angiolo Venturi siempre trabajó en Mar del Plata, fue quien labró las columnas salomónicas de Villa Kelmis, interviniendo además en varias obras del ingeniero Alula Baldassarini.
Santiago Picca en su pueblo natal de Molfetta. Imagen gentileza Familia Picca |
Sergio Picca artesano de la piedra.Imagen gentileza Familia Picca |
Paulino Gutiérrez (1886-1968), español de León, vino al país en 1904. Fue canterista, empedrador y albañil en sus comienzos, obteniendo luego su matrícula de Constructor. Entre 1911 y 1945, asociado con su hermano Maximiliano, construyó numerosas residencias. (Cova y G. Crespo, 1984). Los hermanos Santiago y Sergio Picca, también arribaron de Italia y trabajaron en la ciudad.95 Santiago Picca, nacido en Molfetta, llegó a Buenos Aires a los 22 años, el 19 de noviembre de 1930, en el barco “Belevedere” proveniente de Nápoles. Su hermano, Sergio, llegó el 30 de mayo de 1948, a los 36 años en el barco “Santa Fe”, procedente de Génova. Ambos hermanos elaboraron piezas de piedra labradas “a pedido”, instalados en el Puerto, en la zona de las calles Gaboto y Edison.
El picapedrero Mario Castañon junto a un grupo de obreros en Mar del Plata |
Labrado de un trozo de arenisca blanca. Diario La Prensa. Año 1939 |
Dino Lotti, coloca en la parte más alta del techo la tradicional rama en la Torre Tanque de Mar del Plata. El documento gráfico es de 1942 y fue enviado especialmente por OSSE a Fotos de Familia. |
Dino Melotti, (más conocido por su nombre artístico, como cantante, Dino Lotti) era italiano de Módena. Nacido en 1922 llegó al país con su familia a los cinco años de edad. Se afincaron en Olavarría y en 1936 se trasladaron a Mar del Plata, donde permanecieron definitivamente en el barrio del Puerto. Dino tenía 14 años cuando ayudaba a su padre que trabajaba como picapedrero y con el cual participó de la construcción de la Torre Tanque.
Estos y otros artesanos extranjeros aportaron con sus saberes a la construcción de una imagen propia, que fue evolucionando desde las formas rústicas de las primitivas mamposterías, hasta la talla de los más refinados componentes ornamentales donde demostraron gran destreza y dedicación a su oficio. Dino Lotti tambien fue cantante de tarantelas, pasodobles y otras músicas de nuestros abuelos. Incluso llegó a grabar unos pocos temas con la orquesta de Feliciano Brunelli, la más importante de las orquestas de este tipo de música
Claudio Silva, picapedrero de segunda generación mostrando
su trabajo sobre una esfera de piedra Mar del Plata. Imagen extraída del Diario
La Capital. Año 2019. Noto realizada por Fernando del Rio.
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Claudio Silva, picapedrero de segunda generación mostrando
su trabajo sobre una esfera de piedra Mar del Plata. Imagen extraída del Diario
La Capital. Año 2019. Noto realizada por Fernando del Rio.
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Fuentes:
Basado
en el trabajo denominado: “LA PIEDRA EN LA CONSTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO DE MAR
DEL PLATA. 1873-1950. RECONOCIMIENTO Y ACCIONES PARA SU CONSERVACIÓN” por la
ARQ. ALEJANDRA DOMÍNGUEZ.// Año 2015.
La historia del hombre que dominó la piedra Mar del Plata por Fernando del Rio. Diario La Capital. Año 2019
La historia del hombre que dominó la piedra Mar del Plata por Fernando del Rio. Diario La Capital. Año 2019