Denominación Original: Torre Pueyrredon. Denominación Actual: Torreón del Monje. Proyecto: Atribuido al Arq. Carlos Nordmann. Año 1904 |
Propietario Original: Ernesto Tornquist
Propietario Actual: Municipalidad de Gral. Pueyrredon
Denominación Original: Torre Pueyrredon
Denominación Actual: Torreón del Monje.
Proyecto: Atribuido al Arq. Carlos Nordmann
Ubicación: Paseo Jesús de Galíndez S/n
Año de Construcción: 1904.
Constructor: José Fontana.
Hacia
comienzos del siglo XX, el pueblo de Mar del Plata estaba definido como el
destino favorito de la clase alta de Buenos Aires, que comenzaba a construir
allí sus chalets de lujo en donde pasaban las extensas vacaciones de verano,
que duraban cuatro meses. Uno de los veraneantes miembros de la burguesía era
Ernesto Tornquist, empresario y estanciero, que se dedicó a realizar numerosas
obras públicas en Mar del Plata, embelleciendo la ciudad que había elegido para
establecer su casa de veraneo.
Ernesto Tornquist |
En
Mar del Plata desarrolló una intensa labor, como participante en la sociedad
del Bristol Hotel, tuvo muchas iniciativas y propulsó obras como la primera
Colonia Marítima de niños débiles, de la Sociedad de Beneficencia de la Capital Federal, plantó
árboles en la plaza Colón, durante tres años consecutivos, actuó como
presidente de la Comisión
Sur, y tuvo participación muy importante para que se realice
el paseo Gral. Paz, (donde alguna vez había una calle con su nombre), la Plaza Colón, y la
donación de dinero a la municipalidad para la construcción del Torreón del
Monje.
Ernesto Tornquist, Rosa Altgelt y diez de sus trece hijos.circa.1895.Archivo general de la Nación. Imagen gentleza Lic. Angel Somma |
Los
señores Ernesto Tornquist, Ramos Mejía y el doctor Cané en la rambla de Mar del
Plata. Revista Caras y Caretas del 28 de febrero de 1903
|
A
su fallecimiento, el Superior Gobierno de la Nación, en la persona de Figueroa Alcorta,
decreta con fecha 17 de junio de 1908 rendir a Ernesto Tornquist los honores
correspondientes a los hombres de la Representación Nacional,
disponiendo que la bandera nacional permanezca izada a media asta en todos los
edificios públicos de la
Nación. El Congreso de la Nación invitó a la familia a realizar el
velatorio en la sede de la
Cámara de Diputados. En su sesión de ese mismo día 17 de
junio, el Presidente de la
Cámara de Diputados dijo refiriéndose a Ernesto:
“… Hombre extraordinario, por la clarividencia de su
talento financiero, por la rapidez de sus resoluciones, por su tenacidad y
perspicacia, su ausencia será eternamente lamentada en las altas esferas
financieras, en los consejos de gobierno, en las cámaras legislativas, en los
directorios, y donde quiera que sea necesario el concurso de una opinión
autorizada y ponderada como era la suya”
Ernesto Tornquist (1824 - 1908) |
Ernesto Tornquist 1824 - 1908. Imagen gentileza Charlie Peralta Ramos |
Describe La Nación, una vez fallecido, que Ernesto “gobernó el país en el sentido más amplio, más noble, más sutil de la palabra, sin ostensibles consagraciones oficiales, sin rango de ninguna especie en los presupuestos administrativos. Y gobernó patrióticamente”. Solo aceptó una diputación al final de su vida exclusivamente por la insistente solicitud de dos de sus mejores amigos, que entre ellos estaban enemistados por esos días, como lo eran Julio A. Roca y Carlos Pellegrini, dos de los ex presidentes más brillantes y notables de la historia argentina.
Grupo de excursionistas ya instalado en la estancia de Tornquist, donde se han repuesto tomando un té. Sierra de la Ventana. Revista Caras y Caretas. Año 1912. |
En
la monumental publicación “In Memorian” editada con motivo de su fallecimiento,
que recopila los honores oficiales tales como el decreto de duelo de la Nación y los discursos en
el recinto de la Cámara
de Diputados, los numerosos discursos de eminentes personalidades en su
entierro en el cementerio de la
Recoleta, los artículos necrológicos de diarios y revistas de
la Capital Federal,
del interior y del exterior americano y europeo, los telegramas, cartas y
tarjetas de condolencia, que requirió nada menos que 687 páginas, dice en su
editorial:
Otros
hombres con igual temperamento, con sus mismas cualidades morales y dones de
inteligencia, permanecen estacionados dentro de una esfera reducida. Es que don
Ernesto Tornquist sabía emplear sus energías, sobreponerse a lo pequeño y
salvar los mayores obstáculos. Su espíritu práctico lo colocaba en el terreno
fecundo que le correspondía, rodeándola de la atención que exigía su desarrollo
delicado. En sus deberes de ciudadano sirvió a su patria con el desinterés que
la historia podrá marcar más tarde, si se investigan ciertos hechos como los
referentes a dotar al país de un poder armado suficiente para imponer la paz a
sus vecinos, pero impedir luego el conflicto bélico con su gestión personal cuando
el peligro fue inminente.
Se puede ver al fondo el Chalet Tornquist en Mar del Plata. |
Chalet
Tornquist en Mar del Plata. Esta mansión estaba ubicada sobre el Boulevard
Marítimo, Arenales y Av. Colón. Fue proyectado por el arq. Carlos Nordmann y
construida en 1907. Ocupaba media manzana. Imagen extraida del sitio http://arquitecto-nordmann.blogspot.com
|
En
oportunidad de desencadenarse la crisis de 1892 que comprometía el desarrollo
del país por el estado de las finanzas argentinas, él planteó la combinación
financiera llamada “unificación”, que reorganizaba la deuda pública externa
bajo un plan que consistía en establecer un nuevo servicio prolongado hacia el
futuro, que habilitaba al gobierno no solo a retomar el servicio íntegro de su
deuda sino a asistir a la realización de obras públicas que la agricultura, la
ganadería y la industria exigían para su desenvolvimiento.
Que el Sr. Tornquist
tenía razón en su planteo lo demuestra el hecho indiscutible de haber sido
acompañado en todo el continente europeo por el grupo de banqueros más grande
que se haya formado en el mundo para realizar una operación financiera: Baring,
Morgan, Banque de Paris et des Pays Bas, Comptoir National d´Escompte, Société
Genérale, Heine, Disconto Gesellschaft, Deutsche Bank, etc, todos reunidos,
tomaron sobre sí el plan de la unificación que fue adoptado después de un
estudio y examen verificado por las mejores cabezas que dirigían aquellas
bancas.
En
esa ocasión el Sr. Tornquist demostró no solo la confianza que en él tenía la
banca europea sin sus raras facultades de consumado financista. El simple
proyecto de la unificación y su contrato provisorio firmado en Europa fue
suficiente para entonar las finanzas argentinas y preparar los elementos del
ejército y de la armada en que debía apoyarse la solución patriótica que tuvo
la cuestión con Chile. La
ley de Conversión de nuestra moneda le debe su paternidad. Pocos meses después
de nacer la iniciativa el Presidente de la República doctor Carlos Pellegrini, convencido
por el Sr. Tornquist, hizo suya la campaña que dio como resultado la sanción de
la ley que dio estabilidad a la moneda argentina hasta el inicio de la primera
guerra mundial.
Dice
más adelante la introducción: El espíritu incansable del señor Tornquist no
abandonó el plan de llegar a la moneda universal, de la que la ley de la Caja de Conversión fue el
primer paso. Su folleto sobre la unidad monetaria, el franco como moneda definitiva,
ha echado las bases de la ley monetaria y de las instituciones a crearse con
ese fin. En
el mundo de los negocios, en el de la industria, el señor Tornquist no será
reemplazado por mucho tiempo, porque él arrancaba de los éxitos de su propia
obra las ventajas para el país y para el gobierno. Es decir, al señor Tornquist
interesaba principalmente lo que interesaba a todos, realizando su propia
ganancia cuando había realizado la del país.
El
señor Tornquist era uno de los pocos hombres de gobierno; ayudaba a gobernar o
gobernaba desde su casa, creando negocios, creando industrias, pensando y
sintiendo por muchos y prefiriendo la lucha activa, modesta y casi oscura de su
escritorio, a la figuración política que le fue tantas veces ofrecida por diversos
gobiernos para dirigir las finanzas nacionales. No quería ser ministro, no
aceptó ser presidente del Banco de la nación, rechazó no pocas posiciones
oficiales, y sin embargo, era todo, aconsejaba presidentes, dirigía ministros,
preparaba planes y proyectaba leyes.
Era,
en fin un grande y principal elemento de gobierno. De su paso surgía el
progreso, de sus palabras nacía el orden, de su ayuda moral o material dependía
todo. La obra que deja don Ernesto Tornquist, sería, en cualquier nación de la
vieja Europa, motivo para que su nombre se fijara al lado de los más ilustres y
eminentes de la humanidad.
Busto de Ernesto Tornquist, aquí cuando se ubicaba cerca del Torreón de Monje en la terraza que se observa atrás”. Enviada por Enrique Mario Palacio para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Actual estado de la pedana que alojaba el busto de Tornquist. Año 2020. Imagen Walter Fulgenci. |
Antecedentes de la arquitectura del Torreón del Monje
“Quinta Los Ombúes” - Arq. Carlos
Nordmann
El
Arq. Carlos Nordmann, quien desarrolló la obra para don Ernesto Tornquist denominada
originalmente Torre Pueyrredon y más tarde “Torreón del Monje” había construido para el mismo propietario,
una obra similar ubicada en el Barrio Belgrano de la ciudad de Buenos Aires. Este “castillo” llevado a cabo
por el Arq. Carlos Nordmann, tenía un parque que lo rodeaba y que fue creado
por Carlos Thais, siguiendo el pedido del propietario del terreno, Don Ernesto
Tornquist. (aunque cabe destacar que tambien se dice que la encargó a su cuñado y sobrino, el arquitecto Carlos Altgelt).
El
propietario tenía en mente llevar a cabo una edificación de estilo, por lo cual
compro una fracción de lote en el año 1872, la cual estaba limitada por la Av. Luís M. Campos, las
calles Olleros Villanueva y Gorostiaga del Barrio de Belgrano en Bs. As. Tras
los pedidos de Tornquist y familia, Carlos Nordmann diseño un castillo medieval
estilo Tudor, una maravilla por estos lados del mundo. La cual fue denominada
“Quinta Los Ombúes”. La
casa se vendió primero al italiano A. Casullo y en 1937 a Adolfo Blaquier y
Marta Unzué, herederos del palacio y la quinta Unzué, que el Congreso había
expropiado durante el gobierno de Agustín P. Justo.
Quinta "Los Ombúes". Propietario Ernesto Tornquist. Estaba limitada por la Av. Luís M. Campos, las calles Olleros Villanueva y Gorostiaga del Barrio de Belgrano en Bs.As. Gentileza Leonardo Cornide |
Quinta "Los Ombúes". Arq. Carlos Nordmann. Propietario Ernesto Tornquist. Estaba limitada por la Av. Luís M. Campos, las calles Olleros Villanueva y Gorostiaga del Barrio de Belgrano en Bs.As. |
Quinta "Los Ombúes". Arq. Carlos Nordmann. Propietario Ernesto Tornquist. Estaba limitada por la Av. Luís M. Campos, las calles Olleros Villanueva y Gorostiaga del Barrio de Belgrano en Bs.As. |
Quinta "Los Ombúes". Arq. Carlos Nordmann. Propietario Ernesto Tornquist. Estaba limitada por la Av. Luís M. Campos, las calles Olleros Villanueva y Gorostiaga del Barrio de Belgrano en Bs.As. |
El
Pampero, antes de zarpar. Detrás se llega a adivinar la silueta del castillo Los
Ombúes de Ernesto Tornquist. Archivo General de la Nación. Año 1908
|
Esta magnífica construcción se demolió en 1972 para levantar lo que hoy es la Embajada de la República Federal de Alemania. Tornquist como gran fanático de los castillos europeos, fue de a poco recreando esos lugares y estructuras y tan fascinado estaba que le colocó torres almenadas, vitreaux y con mampostería, ciertas gárgolas, florones, arboleda fina, en medio de un parque de variadas plantas (traídas del viejo continente gracias a prestigiosos amigos que poseía Tornquist), caminos en declive y oscuras malezas.
Es
de destacar que hay autores que consignan que esta obra la hizo el arquitecto
Carlos Altgelt, familiar directo de Tornquist. Cabe destacar que en dicha
quinta el 17 de octubre de 1908 despegó el “Pampero” un inmenso globo inflado a
gas (hubo que instalar cañerías y una usina de gas para el llenado) cuyos
tripulantes eran Eduardo Newbery, (hermano de Jorge Newbery) y el sargento
Romero. En la imagen inferior podremos visualizar donde se ubicaba esa obra de
arte en el barrio porteño de Belgrano.
Jardin del interior de Quinta Los Ombues.Adolfo Blaquier y Marta Unzué la compraron en el año 1937. Imagen Año 1943. Imagen gentileza Leonardo Cornide. |
Quinta "Los Ombúes". Arq. Carlos Nordmann. Propietario Ernesto Tornquist. Estaba limitada por la Av. Luís M. Campos, las calles Olleros Villanueva y Gorostiaga del Barrio de Belgrano en Bs.As. |
Quinta "Los Ombúes". Arq. Carlos Nordmann. Propietario Ernesto Tornquist. Estaba limitada por la Av. Luís M. Campos, las calles Olleros Villanueva y Gorostiaga del Barrio de Belgrano en Bs.As. |
En la actualidad solo se encuentra la Embajada de Alemania. Imagen extraida del Diario La Nación. Gentileza Leonardo Cornide. |
Construcción del Torreón del Monje
Así, y quizás buscando dotar al lugar de un edificio que transmitiera encanto e intriga a los visitantes, decidió financiar la construcción de un mirador. Para darle al edificio mayor misterio, encargó al arquitecto Carlos Nordmann que fuera de estilo medieval, recordando a las antiguas fortalezas o castillos europeos. Empleó para ello a la firma constructora del italiano José Fontana.
El Torreón ,c.1910. Coleccion Gotta. Aporte Ignacio Iriarte para Fotos de Familia |
El
28 de febrero de 1904, se inauguraba el entonces llamado Belvedere a secas.
Desde sus comienzos, funcionó allí una confitería, y poseía una pequeña
vivienda para sus cuidadores años más tarde, debería ser demolida. En esos
tiempos, quedaba en uno de los extremos de la pequeña ciudad, llegando por
camino de tierra, y no existía el Paseo Jesús de Galíndez, que actualmente
recorre la costa bajo la barranca rocosa.
Recordemos que en la leyenda escrita por Alberto del Solar, aparece el nombre de Fray Ernesto Tornedo, de la Orden Religiosa de Los Calvos, que por supuesto es alusión a Tornquist por su calvicie. Siendo un benefactor y propulsor de Mar del Plata, su busto ha sido robado hace muchos años estaba en el paseo Gral. Paz debajo de las únicas escaleras y maceteros que perduran y que podemos ver cerca del Torreón. Tampoco lleva una calle con su nombre pese que en distintas oportunidades algunos concejales lo habían solicitado.
En 1929, los Arq. Eduardo Lanús y Federico Woodgate estuvieron encargados de la remodelación de la obra, para adaptarla a un club de tiro: El Pídgeon Club. Actualmente, tras reiteradas modificaciones, a cargo de concesionarios, funcionan allí confiterías, instalaciones propias de balnearios, salas de exposiciones, terrazas mirador, siendo un punto de preferencia para los paseos costeros. El edificio presenta un esquema de planta articulada que resulta de la forma de composición aditiva.
Programa del “tiro a la paloma”, deporte muy pupular en el año 1901. Documento enviado por el Lic. Angel J. Somma a Fotos de Familia Diario La Capital |
Aquí podemos ver una medalla de premio del “Pigeon Club”: Foto enviada por Ramonet a Fotos de Familia |
El acceso principal se jerarquiza a través de un porche semicubierto girado a 45 grados respecto de los ejes principales, con tres grandes arcos y columna de piedra. Coronando este espacio se desarrolla una torre de planta octogonal, el elemento más destacado de la composición volumétrica, con su chapitel curvilíneo de tejas normandas. En contrapunto con este elemento se alzan dos torres menores, que corresponden al edificio original, una de tres niveles, con remate almenado y otra cubierta de láminas metálicas que repite la forma de chapitel curvilíneo.
“Postal El Torreón, fechada el 20 Enero de 1920″. Enviada por Enrique Mario Palacio. a Fotos de Familia |
El juego volumétrico se completa con la presencia de cuerpos más bajos, con cubiertas de diversas pendientes (todas materializadas en tejas normandas), que se suman al volumen del gran recinto original, cubierto por una terraza almenada. Cabe destacar la gran variedad de elementos que se combinan en la composición de la fachada, arcos, columnas, pilastras, contrafuertes y remates almenados.
El material básico, la piedra, lo aportó el sitio en que se asienta la obra. En las ampliaciones, las fachadas se resolvieron mediante la combinación de materiales: piedra, revoque rústico y ladrillo visto se alternan generando un efecto de variado cromatismo.
Es uno de los símbolos que representan la imagen de la ciudad. Se asienta sobre Punta Piedras, una de las terminales del sistema el mar. Declarado de Interés patrimonial. Ordenanza 10075/95 MGP. (Fuente: Diario Clarin.)
Es uno de los símbolos que representan la imagen de la ciudad. Se asienta sobre Punta Piedras, una de las terminales del sistema el mar. Declarado de Interés patrimonial. Ordenanza 10075/95 MGP. (Fuente: Diario Clarin.)
Torreón del Monje 1910 - Foto de Marcos Altuna a Fotos de Familia |
Torre Belverede 1910 - Foto de Enrique Palacio a Fotos de Familia |
Tambien llamada Torre Pueyrredón 1912 - Foto de Enrique Palacio enviada a Fotos de Familia |
Torreón del Monje 1910 - Foto de Marcos Altuna enviada a Fotos de Familia |
Torreon del Monje 1926 - Foto de Jose Lago enviada a Fotos de Familia |
Torreon con el puente original 1930 - Foto Ladislao Trakal enviada a Fotos de Familia |
El Nuevo tiro a la Paloma”. Marzo de 1928. Archivo Caras y Caretas. Archivo General de la Nación. Aporte de Ignacio Iriarte |
Detalle de la terraza cubierta y hall de tiradores. Revista de Arquitectura. Enviada por Marcelo Nougues. |
Vista de la terraza cubierta, al fondo el campo de tiro. Revista de Arquitectura. Enviada por Marcelo Nougues. |
Hall de tiradores. Revista de Arquitectura. Enviada por Marcelo Nougues. |
Torreon con el puente original 1930 |
Pigeón Club Mar del Plata (Torreón del Monje). Revista de Arquitectura. Enviada por Marcelo Nougues. |
Imagen postal colección Torreon del Monje. Imagen gentileza de Hector Pezzimenti– CEITPA. |
Plano Planta Alta. Remodelacion Torreon del Monje. Lo sombreado es anterior. Año 1931. Arq. Eduardo M. Lanus y Federico C. Woodgate. Revista de Arquitectura Nº 125. Año 1931. |
Plano Planta Baja. Remodelacion Torreon del Monje. Lo sombreado es anterior. Año 1931. Arq. Eduardo M. Lanus y Federico C. Woodgate. Revista de Arquitectura Nº 125. Año 1931. |
Remodelacion Torreon del Monje. Año 1931. Arq. Eduardo M. Lanus y Federico C. Woodgate. Revista de Arquitectura Nº 125. Año 1931. |
Remodelacion Torreon del Monje. Año 1931. Arq. Eduardo M. Lanus y Federico C. Woodgate. Revista de Arquitectura Nº 125. Año 1931. |
Remodelacion Torreon del Monje. Año 1931. Arq. Eduardo M. Lanus y Federico C. Woodgate. Revista de Arquitectura Nº 125. Año 1931. |
LA LEYENDA DE TORREON DEL MONJE
La Leyenda del Torreón del Monje, fue escrita por Alberto del Solar, poeta chileno, por encargo de su amigo E. Tornquist. La idea fue rodear al edificio de un aura romántica y misteriosa. Finalmente, la difusión de la misma se impuso sobre el nombre original.
Hacia
fines del siglo XVII, vivía en el Torreón el soldado Alvar Rodríguez, entregado
a la meditación y a la ciencia de los astros; éste protegía la fortaleza y
mantenía relaciones amistosas con los indígenas que provenían de la vecina
Reducción del Lago (Sierra de los Padres).
Así
conoció a Mariña, una hermosa india que se dedicaba a la enseñanza de la
música, fueron frecuentándose, y se enamoraron apasionadamente. Al enterarse, el
Cacique Rucamará, que también pretendía a Mariña, decide asaltar la fortaleza y
apoderarse a la fuerza de la hermosa india. Su asonada tiene éxito y se
atrinchera en el Torreón. Mientras
tanto, el soldado se escabulle para volver con sus fuerzas amigas.Tras varios
asaltos fallidos de las fuerzas realistas, Alvar Rodríguez, recurre entonces a
una joven india llamada Nalcú, que había sido desplazada por el Cacique y
estaba dispuesta a traicionarlo.
Una
noche Nalcú deposita un poderoso narcótico en la comida de Mariña. Rucamará al
verla tan mal, ordena una ceremonia de exorcismo. AL soldado aprovecha el rito
para interrumpir con sus fuerzas en el Torreón: durante la refriega, el Cacique
toma a Mariña y se escapa a caballo. Alvar
Rodríguez tras una persecución logra acorralar a Rucamará y éste al verse
cercado se arroja al mar llevando consigo a Mariña. El soldado desconsolado,
regresa al Torreón donde tras convertirse en monje, vivió encerrado por el
resto de sus días llorando a su amada. En
ciertas noches de quietud, se escuchan desde lo alto de la torre voces de dolor
y llanto entrecortado y las figuras de una hermosa india, y un monje se dejan
ver con fulgores de estrellas...
La Leyenda del Torreón del Monje escrita por Alberto del Solar,dibujo publicado en en "El Diario" número especial dedicado a Mar del Plata en Febrero de 1908. Gentileza Lic. Angel Somma |
LA
OTRA HISTORIA DEL TORREON DEL MONJE
A
Dora Ercilia Plana le brillan los ojos. El pudor de afrontar una entrevista
periodística se esfuma inmediatamente y prevalece su orgullo de identidad y
pertenencia. En su memoria gira una película infinita escrita por años,
personajes y lugares.
Lúcida
y dinámica, a los 91 años sorprende con la nitidez de sus recuerdos, que
abarcan episodios tan lejanos como las condiciones de vida en los albores del
siglo XX, la llegada desde Santa Fé al “pueblo que era Mar del Plata”, su hogar
en el Torreón del Monje, el primer temporal, la escuela, el amor…
Se sabe que el Torreón del Monje, inaugurado en 1904, fue donado por el empresario Ernesto Tornquist a la comuna local. Con el propósito de imponerle al lugar un halo de misterio, se acuñó en aquel entonces una leyenda ambientada en el siglo XVII. Su protagonista es soldado español Alvar Rodriguez, quien habita la pequeña fortaleza y es amante de la meditación, la astronomía y de una bella indígena llamada Marina.
Vista del Torreón del Monje algo diferente a las habituales”. Enviada por Enrique Mario Palacio. |
Los celos del cacique Rucamará derivan en una serie de incidencias que terminan trágicamente cuando el bravío aborigen se arroja a las aguas del mar, arrastrando a la infortunada mujer. Con hábito de monje, Alvar se encierra en el Torreón hasta su muerte. El relato, amoldándose a un apropiado final de leyenda, añade que en ciertas noches de quietud y desde lo alto de la torre se escuchan llantos y gritos de dolor, mientras las figuras de un monje y de una hermosa indígena se dejan ver con fulgores de estrellas.
En realidad, los habitantes del Torreón fueron otros hasta que en 1953 tuvieron que irse de allí cuando el edificio se transformó en propiedad de la Marina. A despecho del poeta chileno Alberto del Solar –quien escribió la leyenda por expreso pedido de su amigo Ernesto Tornquist- no hubo monje, cacique, ni bella indígena, sino una familia que cuidaba el lugar. Una de sus integrantes es Dora, quien tiene aquilatada experiencia para asegurar que los fantasmas no existen, al menos en ese lugar.
HISTORIA DE FAMILIA
El español Antonio Francisco José Plana Peiré llegó a la Argentina en 1901 para buscar un nuevo destino. Radicado en Santa Fe, contrajo matrimonio con la entrerriana María Mercedes Balacala, unión de la cual nacieron seis hijos: María Pura, Nélida, Dora, Carmelo, Alfredo y Héctor. Luego de incursionar en la comercialización de calzados en la aquella provincia, la familia se trasladó a Mar del Plata.
“Llegamos en 1924. Primero, mi padre trabajó como ascensorista en el Hotel Bristol. Luego le ofrecieron que se encargara de cuidar el Paseo General Paz, que incluía el Torreón del Monje, y nos fuimos a vivir frente al castillo”, relata.
Antiguas fotografías nos muestran aquella vivienda, que estaba embutida en el alto murallón de piedras que habían levantado contra la barranca en 1909 cuando construyeron la Explanada Sur. “No había luz ni tampoco gas".
"Vivíamos en una habitación gigante a la que llamábamos “La Cobacha”.Mi padre la había dividido en un pequeño cuarto para varones, uno para mujeres, y otro para ellos dos. Teníamos cocina pero no baño. Para lavarnos o hacer nuestras necesidades debíamos cruzar al castillo en plena oscuridad de la explanada. Además, estábamos muy lejos del centro”, recuerda Dora, que antes de asistir a la secundaria del Stella Maris, concurría a la Escuela Nº 1 y atravesaba “toda la ciudad caminando” para llegar allí.
En el Torreón, aún virgen de reformas, funcionaba una fina confitería muy visitada en verano por turistas de alta alcurnia. “La manejaba el matrimonio Fajardo, que también era oriundo de Buenos Aires. Un tiempo después de que llegamos, la señora se enfermó y ellos decidieron irse. Fue cuando le ofrecieron a mi padre que cuidara también del Torreón. Entonces nos fuimos a vivir allí adentro”, señala Dora.
En su memoria está nítido el primer gran temporal que debió soportar allí cuando apenas tenía seis años. Y también la demolición de la rambla “francesa” mientras levantaban la actual. Lo que nunca vio durante los 17 años dentro del Torreón fueron fantasmas llorosos. “Son un cuento”, dice divertida.
Los operarios alemanes
En 1927 el municipio decidió ampliar el edificio de la mano del arquitecto Arturo Lemmi. Por tal motivo arribó a la ciudad la compañía alemana “Wayss y Freitag”, con decenas de trabajadores de aquel país. Su objetivo era construir la pedana, que es la actual terraza al mar del Torreón. Allí funcionó el selecto Pidgeon Club, que organizaba cruentas competencias de tiro a la paloma.
Interior del aristocrático Pigeon Club de Mar del Plata-Foto enviada por Julian Mendozzi a Fotos de Familia del Diario La Capital |
La hija menor de aquel matrimonio – María Pura Shweighart (64)- comenta: “Mi papá se le acercaba a hablarle a mi abuelo con el diccionario de alemán – español, pero aprovechaba para espiar a mi mamá, que los miraba desde el balcón del Torreón”.
Dora y su sobrina María Pura Shweighart son las únicas sobrevivientes de aquella estirpe familiar que habitó el mítico Torreón del Monje. La mayoría de los hijos de Antonio Plana se fueron de allí al contraer enlace, incluyendo a Dora, que lo hizo en 1943 cuando formó familia con Juan Carlos Castro.
Pero volvamos al carpintero alemán Antonio Shweighart, quien en 1928 abandonó la compañía alemana para radicarse en Argentina y casarse con María Pura Plana. El flamante matrimonio se quedó a vivir en el Torreón junto a sus suegros y allí nacieron sus dos hijos, Antonio Jesús y María Pura con 16 años de diferencia. Por herencia de su suegro, aquel carpintero se convertiría en “palomero oficial”.
“Yo no me acuerdo mucho –dice María-… tenía cinco años cuando nos fuimos de ahí, pero mi hermano que murió el año pasado pasó toda su adolescencia en el Torreón. El sí recordaba todo y siempre decía que le tenía miedo de los fantasmas”.
Dora, al retomar la narración, recuerda que “una vez terminada la pedana se instaló allí el Pidgeon Club y los hombres jugaban a dispararle a las palomas mientras sus mujeres tomaban el té en la confitería”. Su padre había pasado entonces a ser encargado de reponer las aves para cada sesión de tiro. Cuando se cansó del trabajo, él y su esposa se fueron del Torreón, quedando a cargo su yerno alemán con su hija y su pequeño nieto. Posteriormente el “tiro a la paloma” se transformaría en “tiro al disco” por exigencia de la Sociedad Protectora de Animales.
En 1953, la propiedad pasó del municipio al Círculo de la Marina y los Shweighart debieron buscar otro hogar y trabajo. La relación física y directa de la familia con el edificio había terminado, pero no la histórica y afectiva.
Es que la identidad no se pierde nunca. Según dicen, la historia de una persona es la de todas, y viceversa. A Mar del Plata la construyeron todos sus habitantes. Su identidad está marcada a fuego por familias como ésta, que dejaron una impronta más fuerte que la leyenda. El Torreon del Monje fue declarado Bien Cultural de Interés Patrimonial segun Ordenanza Nº 9055 y declarado de Interes Patrimonial segun el Anexo 1 de la Ordenanza Nº 10075.-
Es que la identidad no se pierde nunca. Según dicen, la historia de una persona es la de todas, y viceversa. A Mar del Plata la construyeron todos sus habitantes. Su identidad está marcada a fuego por familias como ésta, que dejaron una impronta más fuerte que la leyenda. El Torreon del Monje fue declarado Bien Cultural de Interés Patrimonial segun Ordenanza Nº 9055 y declarado de Interes Patrimonial segun el Anexo 1 de la Ordenanza Nº 10075.-
Fuente:
Biografía de ErnestoTornquist. Recuperado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ernesto_Tornquist
Genealogía de Ernesto Tornquist. Recuperado de:
https://www.geni.com/people/Ernesto-Tornquist-Camusso/6000000000072137763
Ernesto Tornquist: Aniversario de un hombre extraordinario. Recuperado de:
https://ventania.com.ar/ernesto-tornquist-aniversario-de-un-hombre-extraordinario/
“Solares tradicionales: Estancia La Ventana, en Tornquist. Un castillo gótico alemán en medio del paisaje serrano”. Diario La Nación. Recuperado de:
https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/un-castillo-gotico-aleman-en-medio-del-paisaje-serrano-nid723071/
Castillo Tornsquist o Quinta los Ombues. Recuperado de:
https://arquitecturadeargentina.wordpress.com/2013/05/26/castillo-tornquist-o-quinta-de-los-ombues/
Villa Los Ombúes donde hoy está la Embajada de Alemania. Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/turismo/edificios-se-fueron-villa-ombues-donde-hoy-nid2187278?fbclid=IwAR32m0j-Th99_-w3ZOeYhPfr-w59MmxKd71Y39nUnTtns9ELPxic1ceNb5M
Biografía del Arquitecto Carlos Nordmann. Recuperado de:
http://arquitecto-nordmann.blogspot.com
Imagenes extraidas del sitio Fotos de Familia del Diario La Capital
Nota de Bruno Verdenelli -Diario LA CAPITAL editado el 10 de febrero, en homenaje al aniversario 137 de la ciudad:
Biografía de ErnestoTornquist. Recuperado de:
https://es.wikipedia.org/wiki/Ernesto_Tornquist
Genealogía de Ernesto Tornquist. Recuperado de:
https://www.geni.com/people/Ernesto-Tornquist-Camusso/6000000000072137763
Ernesto Tornquist: Aniversario de un hombre extraordinario. Recuperado de:
https://ventania.com.ar/ernesto-tornquist-aniversario-de-un-hombre-extraordinario/
“Solares tradicionales: Estancia La Ventana, en Tornquist. Un castillo gótico alemán en medio del paisaje serrano”. Diario La Nación. Recuperado de:
https://www.lanacion.com.ar/economia/campo/un-castillo-gotico-aleman-en-medio-del-paisaje-serrano-nid723071/
Castillo Tornsquist o Quinta los Ombues. Recuperado de:
https://arquitecturadeargentina.wordpress.com/2013/05/26/castillo-tornquist-o-quinta-de-los-ombues/
Villa Los Ombúes donde hoy está la Embajada de Alemania. Recuperado de: https://www.lanacion.com.ar/turismo/edificios-se-fueron-villa-ombues-donde-hoy-nid2187278?fbclid=IwAR32m0j-Th99_-w3ZOeYhPfr-w59MmxKd71Y39nUnTtns9ELPxic1ceNb5M
Biografía del Arquitecto Carlos Nordmann. Recuperado de:
http://arquitecto-nordmann.blogspot.com
Imagenes extraidas del sitio Fotos de Familia del Diario La Capital
Nota de Bruno Verdenelli -Diario LA CAPITAL editado el 10 de febrero, en homenaje al aniversario 137 de la ciudad: