Reduccion Nuestra Señora del Pilar de Puelches - Vista del entorno |
Un poco de historia
Un siglo antes, muy cerca de donde Coelho de Meyrelles entregó su breve feudo, los jesuítas habían corrido la misma suerte. O peor. Por aquellos días, la zona entera estaba habitada por indios. Eran malones nómades que esporádicamente solían acercarse a las playas para matar lobos marinos y aprovechar su aceite y su piel. Pero esencialmente habitaban la llanura. Ya a comienzos del siglo XVIII, cada tanto atacaban los puntos mas remotos e indefensos de la entonces pequeña y desarticulada Buenos Aires.
Esto, como es obvio, motivó quejas de los habitantes y preocupación en las autoridades, que tenían una puerta trasera abierta al riesgo. Como un intento de ponerlo sobre ruedas, a mediados de ese siglo se firmó un acuerdo con los indios. En Mar del Plata, una historia urbana, Adriana Alvarez consigna las consecuencias que tendría sobre la región: "Del convenio entre el gobierno de Buenos Aires y los caciques aborígenes surgió en 1740, en el margen sur del (río) Salado, la reducción de Nuestra Señora en el Misterio de su Concepción de los Pampas, bajo la tutela de los padres Manuel Querini y Matías Strobel. Tras siete años, se hizo otro intento 70 leguas al sur. Al nordeste de la actual laguna de los Padres, el misionero español José Cardiel y el inglés de ascendencia irlandesa Tomás Falkner fundaron la misión de Nuestra Señora del Pilar de los Puelches" 1
Construcción de la Reducción Nuestra Sra. del Pilar - foto de Hilda Silvestri para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Reducción
Jesuítica Nuestra Señora del Pilar - Laguna de Los Padres. Año 1967. En la
Foto: Norberto Blanco junto a su Madre Norma Menescardi. Imagen gentileza Mar
del Plata de Ayer / Facebook
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Reducción
Jesuítica Nuestra Señora del Pilar - Laguna de Los Padres. Año 1967. En la
Foto: Norberto Blanco junto a su Madre Norma Menescardi. Imagen gentileza Mar
del Plata de Ayer / Facebook
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Era una solución inteligente: por el mismo camino que amenazaba la barbarie ingresó una cruzada civilizadora. Iba con los mejores auspicios: los religiosos pertenecían a una orden tesonera en la materia nada sencilla de convertir indios forajidos en mortales creyentes. Haciendo honor a su reputación, a los tres años erigieron un nuevo enclave de doctrina, Nuestra Señora de los Desamparados, nombre que quizás aludiera a la situación en que se encontraban ellos mismos.
Vista de la capilla de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar |
Esta sagrada invocación no fue suficiente para llevarlos por el camino del éxito. La experiencia tampoco. En los dos fortines de la fe se aplicaban preceptos ya ensayados, con felicidad para la Iglesia, en otros puntos de América latina, por ejemplo en Paraguay y en el Noroeste argentino. Fue en vano. Al poco tiempo surgieron las primeras señales de alarma, y lo que parecía una misión difícil se reveló una utopía. Las tribus carecían de la ingenuidad prevista y habían adquirido ciertas costumbres que los jesuítas desde hacía siglos trataban de erradicar sin éxito de otros marginales.
Vista de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del Plata |
El padre José Cardiel, en Diario de viaje y misión del Río del Sauce, expresa el desasosiego: "Todos estos indios pampas, serranos del Vulcan, serranos de las cabezadas del Sauce y Aucaes, vienen continuamente a Buenos Aires. Saben mucho la lengua española y con ella han aprendido las malas costumbres de la gente de servicio, ne¬gros, mulatos, mestizos, con quienes más tratan, dejando de aprender las buenas que ven en los hombres de bien, por lo cual se hacen inconvertibles".
Plano trazado por Tomas Falckner - foto de Hilda Silvestri - Fotos de Familia - Diario La Capital |
Una investigación más atenta le indicó a Cardiel que la frecuentación de esas malas compañías superaba las peores expectativas. Esas tribus, además de asimilar los peores modismos de la metrópoli, tenían lazos de comercio con tribus puelches y pehuenches que vivían en la cordillera de los Andes. Se asustó y en su libro dejó constancia de la cantidad de guerreros que sumaba cada grupo. No duda en llamarlos una "nación" y menciona insistentemente al cacique Cangapol, personaje clave en las desgracias de los siguientes años.
Aun con todos los signos en contra, los jesuítas fueron implementando el decálogo de la seducción y la conquista: desde regalos hasta pomposas ceremonias litúrgicas, sin descartar primero, y adoptando decididamente después, el uso de la fuerza y la violencia. El objetivo era, además de evangelizar a los salvajes, asentarlos y quebrar su nomadismo. Desde siempre barbarie y nomadismo han sido sinónimos para la Iglesia; ésta no habría de ser la excepción. Sin ese compromiso elemental no era posible salvaguardar ningún territorio, al que los indios podían abandonar o simplemente arrasar, como efectivamente hicieron, cuando decidieran seguir su marcha.
Había que llevarlos hacia la misión para que se les volviera familiar. A caballo de esta educación estaba el reaprendizaje de la lengua castellana y la obediencia a Dios. El exterminio de aztecas, mayas incas, la luctuosa ruta de sangre que el cristianismo salvaguardó, acribó demostrando que siempre es más sencillo construir la necesidad económica que un imaginario religioso. Esas etapas irían llegando en la medida en que el acercamiento autorizara su implementacion.
La pequeña misión no tardaría en ser defraudada. Los hombres, guerreros o no, se guiaban por otros valores, y un cóctel de picardía, política y economía deshizo las esperanzas de los clérigos. Hacia 1748, segun Juan José Sebreli en Mar del Plata, ("El ocio represivo"), llegaron los pulperos, dispuestos a explotar el mercado que había entre los indios.. En sus intercambios comerciales con Buenos Aires y con España, los nativos entregaban aquello que producían (ponchos, botas, mantas) y se llevaban aguardiente.
Ahora descubrieron que el sometimiento a esa fe extraña engendraba ciertos sacrificios, y el primero, aunque ciertamente no el más doloroso, era la prohibición de la bebida. La casa de Dios podía tener paciencia pedagógica e ir paso a paso en el camino de introducir el rosario de símbolos, nombres propios, trinidades y santos varios, pero el alcohol estaba expulsado de antemano del nuevo paraíso. Sobrepasaba el límite impuesto a las distracciones e inconductas paganas; más aun cuando la recompensa que los religiosos obtenían de su tolerancia era un triunfo cada día más remoto, acechado por una sola elocuencia: el fracaso.
En noviembre de 1748, el padre Matías Strobel escribió una carta desoladora al padre Rejón: "Con el padre Tomás (Falkner) llegó acá Juancho Manchado; vendió bastante aguardiente y el fruto que de esa borrachera sacamos ha sido que un indio borracho por poco nos hubiera quemado nuestra vivienda. Es ésta la sexta vez desde que estoy aquí que han llegado estos borrachos y pulperos pampas con aguardiente. V.R. diga a estos infames pulperos pampas, ya que no nos ayudan en nada, en la conversión de sus paisanos y parientes, a lo menos que no nos embaracen. ¿Qué bendición de Dios pueden esperar estos tales ministros de Satanás?".
Ese escenario era el habitual. Por el lado de la concordia y el respeto leve la empresa no evolucionaba. Los indios no daban muestras de esperar ninguna bendición de Dios, y quizá fuera preferible huir hacia delante, prohibir la bebida y adentrarse en la senda perdida que se vislumbraba. Lo hicieron, y entonces el débil amor que los unía se deterioró por completo. Eso no era todo. Lejos de enfrentarse a una totalidad, es decir a un gobierno con sus representantes, a una "nación", como temía el padre Cardiel, lo hacían a una serie informe de malones, que trasladaban sus pujas, nunca pocas, a la sede eclesiástica.
Campos
de Laguna de los Padres, Vivoratá y Harmonia - Plano levantado por el
Agrimensor Teodoro Differt - Extraído del "Museo José Hernández" de
Laguna de los Padres
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Ese cuadro de dispersión complicaba la labor ya que no se podían tejer relaciones duraderas que permitieran ir influyendo de a poco. Había que negociar con varios jefes, y luego ver cómo quedaba la relación de fuerzas después de una batalla entre tribus. En 1751 se presentó la peor coyuntura, y Cangapol, cacique de una alianza que reunía a puelches, tehuelches y aucas, atacó y destruyó Nuestra Señora de los Desamparados. Envalentonado, se disponía a tomar también la reducción del Pilar. No hizo falta: los jesuítas sabían que venía, asumieron el fracaso de Dios en su incursión pampeana y huyeron.
Durante los próximos setenta años, hasta 1820 aproximadamente, la relación con esas tierras y con los indios que las dominaban fue irregular y accidentada. La metrópoli hacía frecuentes excursiones, a veces en son de paz, a veces con tambor de guerra, y los indios sufrieron grandes bajas en esas batallas aisladas, que no tenían ni el orden ni la ambición genocida de la Campaña del Desierto de Roca en 1870. Fue más bien un asedio permanente, de pequeñas acciones que empujaban la frontera indígena hacia el sur.
Antigua Postal de la Reducción de Nuestra Señora del Pilar. Gentileza Lic. Angel Somma |
Antes de finalizar el siglo XVIII se crearon fortines en Chascomús, Monte, Lujan, Salto y Rojas, y en 1820, Martín Rodríguez, gobernador de la provincia de Buenos Aires, fundó el Fuerte Independencia en lo que hoy es Tandil. Este dato no pasó inadvertido para los nativos. Entendieron que la avanzada tenía carácter netamente litigante y empezaron a atacar.
Fue inútil. Esta nueva forma de conquista era más elaborada y compleja que la jesuítica y no bastaba que un cacique o una confederación de jefes decidieran oponerse para hacerlos retroceder. La suerte estaba echada, y mientras las tribus retrocedían, familias aventajadas aprovecharon el espacio liberado y fueron creando estancias. La expansión ganadera daba pasos firmes en la joven República.
Con la ley de enfiteusis de Rivadavia el proceso se aceleró, y en 1826, Pedro de Alcántara y Capdevila recibió los terrenos donde hoy se asienta Mar del Plata. En 1830 le fueron vendidos a Ladislao Martínez, quien a través de su hermano Marcelino construyó las estancias Laguna de los Padres (en homenaje a la fracasada incursión religiosa)
REPORTAJE AL HISTORIADOR ALBERTO E. FLUGEL
Pese a que la historia del lugar estaba contada, nos pareció que la Reducción del Pilar requería un trabajo mas profundo, una muestra mas detallada, un glosario de fotografías digno de este histórico lugar. Por eso nos pusimos en camino un día domingo rumbo a la Laguna de los Padres y con nuestro equipo de siempre nos pusimos a trabajar desde temprano.
Vista a la laguna desde la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del Plata |
Cuando llegamos vino a nuestro encuentro el encargado del lugar don Alberto E. Flugel, quien gracias a sus vastos conocimientos de historia pudimos desentrañar la gran cantidad de leyendas que se cuentan del lugar.Alberto Flugel Uzal, nació en la ciudad de Buenos Aires, cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Santa Catalina de la obra de Don Bosco de esa ciudad. Por parte de su familia paterna, de origen alemán hereda su inclinación por la producción rural. Por parte de su madre, proviene de una antigua familia patricia, descendiente de los primeros vascos que llegaron al territorio rioplatense en el año 1732.
Vista de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del Plata |
Desde muy temprana edad, recibió tanto en tradición oral como escrita, los relatos de la vida cotidiana en aquellas épocas, tanto en la campaña como en la ciudad. Ello despertó desde su infancia un interés por la investigación histórica de aquellas etapas fundacionales, interés que prevaleció en forma permanente hasta la fecha en que las circunstancias le permiten hacerlo con plenitud.
Llegada a la
Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches junto a
Alberto E. Flugel - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del
Plata
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Micaela Junco durante la visita a la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches. Año 2015 |
Retirado hoy de las actividades rurales, se encuentra abocado a llevar adelante la extensión cultural de la muestra histórica que en la Laguna de los Padres Mar del Plata, recuerda la Misión Jesuítica de Ntra. Sra. del Pilar de Puelches, como Delegado Diocesano "Ad Honorem". Es convocado con frecuencia para exponer sobre estos temas, por medios de comunicación, como educacionales y privadas.
Fue acreedor del premio Hipocampo 2009 con que el Club de Leones le otorgó por su trabajo de rescate histórico, como en la puesta en valor lo cultural, educativo y recreativo de la muestra.
Vista del interior de la capilla de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del Plata |
Vista del interior de la capilla de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del Plata |
Vista del interior de la capilla de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del Plata |
Es coautor y guionista del primer documental evocativo sobre la Misión Jesuítica que fue presentado el día 28 de agosto del 2009 en el Centro de Estudios Diocesanos CEDlER de Mar del Plata. Es miembro de la Asociación de Escritores de la misma y autor de numerosas publicaciones en el diario La Capital de Mar del Plata y el semanario Crónica de Miramar, trabajos que se encuentran a disposición de quien lo requiera en la página web del autor www.reducciondelpilar.com.ar
Base de Guardaparques - Posible ubicación real de la verdadera Reducción del Pilar de Puelches |
Vista del exterior de los ranchos aledaños la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas deMar del Plata |
Vista del interior de otros ranchos de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas deMar del Plata |
Vista del interior de otros ranchos de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas deMar del Plata |
Vista del interior de otros ranchos de la Reducción de Nuestra Sra. del Pilar de Puelches - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas deMar del Plata |
El libro “En el camino de los Jesuitas – Una inculturación desde la Fe” responde al interés demostrado por el común de los visitantes que han concurrido a la Reducción del Pilar durante estos últimos diez años. Por ello el autor ha reunido en apretada síntesis lo ocurrido en la America Meridional y más concretamente en el espacio territorial argentino desde sus orígenes en la obra misional de la Iglesia Católica y especialmente en lo llevado a cabo por la Compañía de Jesús - Los Jesuitas -
En este reportaje realizado por Pablo Javier Junco para el blog Fotos Viejas de Mar del Plata, Alberto Flugel relata en una crónica sencilla la llegada de los jesuitas a la Laguna de los Padres, la obra misional de los padres jesuitas, la historia de algunos caciques de la región y como se gestiona la Conquista del Desierto
Entre un monton de relatos que me cuenta Flugel, quede impresionado con su comentario que si bien la réplica de la Reducción del Pilar de Puelches fue mandada a construir durante la gestion del intendente Marti Garro, está en un lugar aproximado a donde se encontraba la verdadera ubicación...
Este historiador me comentó que luego de realizar un montón de estudios pudo comprobar que la verdadera ubicación de la reducción se encontraba donde actualmente esta construida la base de los Inspectores de Medio Ambiente, o sea la Base de Guardaparques Municipal, segun puedo mostrarles en las fotografias que prosiguen. El resto, es historia...
VIDEO DEL REPORTAJE AL HISTORIADOR ALBERTO E. FLUGEL
Durante el transcurso del reportaje a Alberto E. Flugel - Foto de Alberto Moreno Yague para Fotos Viejas de Mar del Plata |
Entre un monton de relatos que me cuenta Flugel, quede impresionado con su comentario que si bien la réplica de la Reducción del Pilar de Puelches fue mandada a construir durante la gestion del intendente Marti Garro, está en un lugar aproximado a donde se encontraba la verdadera ubicación...
Este historiador me comentó que luego de realizar un montón de estudios pudo comprobar que la verdadera ubicación de la reducción se encontraba donde actualmente esta construida la base de los Inspectores de Medio Ambiente, o sea la Base de Guardaparques Municipal, segun puedo mostrarles en las fotografias que prosiguen. El resto, es historia...
VIDEO DEL REPORTAJE AL HISTORIADOR ALBERTO E. FLUGEL
Video del reportaje realizado al historiador Roberto E. Flugel
Fuentes:
1(Mar del Plata, Una historia urbana-pag. 27)
Mar del Plata – La ciudad mas querida – Desde sus orígenes hasta hoy - Fernando Fagnani – Editorial Sudamericana – Año 2002.- Pag. 31
En el Camino de los Jesuitas - Una inculturación desde la fe - por Alberto E. Flugel
1(Mar del Plata, Una historia urbana-pag. 27)
Mar del Plata – La ciudad mas querida – Desde sus orígenes hasta hoy - Fernando Fagnani – Editorial Sudamericana – Año 2002.- Pag. 31
En el Camino de los Jesuitas - Una inculturación desde la fe - por Alberto E. Flugel