Ubicación: Av. Libertad, Dorrego, Chacabuco, XX de Septiembre, atravesada por 14 de Julio y Maipú. Fue la última Plaza Fundacional en cambiar el nombre, efectuado por Decreto/Ordenanza N° 7 del 22 de julio de 1950, con motivo del emplazamiento del monumento de Juan Martín de Pueyrredon en la manzana delimitada por las calles Libertad, XX de Septiembre, Maipú y 14 de Julio, sobre un basamento que proyectado por el Departamento de Obras Pública de la Comuna.
Esta hermosa plaza cuyo
predio fue reservado en el trazado del Plano Fundacional para convertirlo en
este paseo público, en los primeros años del poblado estaba situada en una zona
alejada de lo que era el centro cívico y poblacional. Pero en pocos años, a
medida que crecía la planta urbana, fue desarrollándose el barrio que la
contiene y, al igual que las demás Plazas Fundacionales, fue protagonista y
testigo del progreso de su entorno y de la ciudad.
No hay referencias
documentales de consulta acerca de sus primeros años, pero es deducible que se
confundiría con los terrenos baldíos de su alrededor, hasta que fue cercada al
igual que sus pares e instalado un vivero para provisión de plantas
ornamentales y florales para las plazas y paseos de la ciudad.
En 1927 los vecinos habían
presentado quejas de que, al estar alambrada, impedía el libre paso por la
calle Maipú, que la atraviesa, encontrándose además que al llegar a la
intersección con la costa también estaba cortada por las construcciones de la
Plaza España.
Nuevo
vivero y jardín botánico
Habiendo asumido en julio de
1931 como Director de Plazas y Paseos don Adolfo Primavesi, trajo este
funcionario un aire renovador y la misión de transformar las plazas públicas y
espacios verdes de la ciudad. Prontamente comenzó a desarrollar sus planes
poniendo en práctica sus conocimientos en el embellecimiento de estos sitios, a
través de la jardinería y el paisajismo en los que ya había dado muestras de su
amplia y reconocida experiencia.
Una de las primeras plazas que intervino es precisamente la Plaza París, con la presentación en marzo de 1932 de un proyecto confeccionado para la creación de un Vivero Municipal y Jardín Botánico, que fue elevado al Comisionado Municipal Antonio Vignolo, adjuntando un croquis de las dos manzanas que abarcaría, situado entre las calles Dorrego, 14 de Julio, Chacabuco y Av. Libertad. (37)
Proponía el traslado del
Vivero Municipal instalado en el predio del ex Cementerio Nuevo debido a que
cuando había fuertes lluvias, sobre todo en invierno, los caminos se tornaban
intransitables para acceder al mismo, acortando además la distancia para
disponer de las plantas y flores que se cultivaban. También se aceleraría el
acceso del personal de su dependencia, encargados de distribuir las especies
con fines de forestación urbana.
La inclusión de la creación
de “un pequeño Jardín Botánico” se aclaraba que sería con fines netamente
didácticos para estudiantes y aficionados, con la intención de difundir “la
vida, las costumbres, el nombre técnico y vulgar de las principales clases de
plantas y vegetales que forman el reino más interesante de la Naturaleza”. Se
dejaba aclarado que sería en miniatura en relación al de Buenos Aires, pero con
una interesante variedad en plantas y árboles dignos de conocer.
En la Sesión Ordinaria del 7
de abril de 1932, fue elevado por el Intendente al H. Concejo Deliberante, que
en el agregado expresaba su conformidad de realización del proyecto en Plaza
París y que se contaba con la partida correspondiente en el nuevo Presupuesto
sancionado por ese H. Cuerpo, reconociendo por un lado sus finalidades
educativas y por otro, de “hermosear” una parte de la Plaza que beneficiaría al
barrio circundante. La Comisión de Obras Públicas
autorizó lo solicitado por el Departamento Ejecutivo en su Sesión
Extraordinaria del 4 de julio agregando que esta obra no exigía una erogación
importante de la Municipalidad.
Imagen extraida del Boletin Oficial Año 1934 |
A partir de ese momento,
comenzó la construcción de una pileta para el cultivo de plantas acuáticas,
entre las que se destacaban ninfeas y papiros; además fue creado un espacio con
un grupo de rocas para cultivo de las
cactáceas y helechos de la zona. Todas las especies serían identificadas con
carteles conteniendo el nombre científico, vulgar y su origen, y el público
podría visitar el Jardín Botánico los domingos por la tarde, y los estudiantes
los jueves, previa solicitud de las escuelas.
Desde ya que lentamente fue
tomando forma el proyecto, para lo que se contó con el aporte de viveros y
jardines botánicos de varios puntos del país y de la zona. Dos años después se
informaba desde Plazas y Paseos que: “La Plaza París actualmente se utiliza
como vivero municipal y se la desea transformar en jardín botánico,
completamente necesario a la cultura popular. Con tal objeto se perfeccionó la
selección de varias clases de plantas recibidas de distintos viveros nacionales
y provinciales. Cada ejemplar quedará pronto clasificado por letrero de metal,
especificando el origen, familia, nombre científico y vulgar de la planta. En
el Vivero hay más de 4000 ejemplares conformados en su casi totalidad por
plátanos, Acer negundos y platanoides, con los que se arbolarán distintos
sectores de la ciudad.”
Una parte de la colección se
formó con especies provenientes del Jardín Botánico de la Capital Federal
y contribuyeron con diversas clases de
árboles frutales los señores José Chauvin y Julio Hosmann. Con la intención de
forestar parques y jardines de la ciudad, se plantaron “millares de estacas de
Plátanos” y arbustos. Se completó la colección de árboles forestales y de
adorno, arbustos, frutales, citrus (colección completa) y cada ejemplar se
identificó por clase, familia, origen y grado de temperatura que podían
soportar en nuestro clima. En sucesivos informes se da
cuenta de que se plantaron más de doscientas plantas y arbustos,
científicamente clasificadas por orden de familia y especies, las que
juntamente con las demás existentes, formaron una interesante base para
estudios botánicos y forestales; la inauguración estaba prevista para el mes de
octubre de 1934, como posteriormente se hizo.
En una doble página del
diario La Prensa de fecha 10 de enero de 1935
con el titular “LA PLAZA PARÍS FUE TRANSFORMADA EN EL JARDÍN BOTÁNICO
MARPLATENSE” este medio informaba la
inauguración de este espacio, resaltando el cambio de fisonomía del barrio con
esta nueva realización, resaltando la importante labor desarrollada al frente
de la Dirección de Plazas y Paseos su titular, al contar con gran experiencia
en la actividad y en la zona.
Un sector del Jardín Botánico que Don Antonio Primavesi realizó en la ex Plaza París, actual Plaza Pueyrredon. Material perteneciente a Diana Calleja, nieta de Primavesi. |
Estanque con plantas acuáticas en el Jardín Botánico construido por Don Adolfo Primavesi en Plaza París (hoy Pueyrredon). Aporte de José Luis D´Alberto a Fotos de Familia Diario La Capital |
Bajo el título “Habilitación del Jardín Botánico Municipal”, se publicó el decreto de fecha 12 de junio de 1935, que en sus considerandos expresaba que el Vivero Municipal de la Plaza París había sido totalmente reorganizado, “dedicándose a la reproducción de árboles forestales y a la formación y clasificación del plantel inicial de un Jardín Botánico que se desarrollará con el transcurso del tiempo”. Este carácter experimental asignado al cultivo de las primeras plantaciones, a través de las cuales se observaría en que forma prosperaban las diversas especies existentes, y a partir de allí se determinaría la conveniencia para utilizarlas en calles, plazas y parques las que mejor se adaptaran a las condiciones del suelo y especialmente al clima marítimo.
Esta experimentación incluía
especies con las que nunca se había probado en la zona. También se resaltaba la
utilidad cultural para diversos niveles en los que se divulgarán los resultados
de estos estudios, y se facilitará el conocimiento de la flora autóctona y
aclimatación, promoviendo el interés de los habitantes, especialmente de los
niños, que los convertiría en defensores de la naturaleza. Se estableció que el
Jardín Botánico estaría abierto los domingos de 14 a 18 para el público
general, y los jueves en el mismo horario para escolares.(38). Con el transcurrir de los
meses se incorporaron coníferas, diversos arbustos y miles de rosales y otras
especies. En el año 1938 se recibió una donación del señor Tomás Matienzo,
consistente en 27 variedades de eucaliptus para enriquecer la colección del
Botánico.
El traslado de la cancha de
fútbol del Club Atlético Quilmes a principio de los ‘40, que ocupaba las otras
dos manzanas de la plaza, el incesante desarrollo del barrio circundante y
nuevos proyectos urbanos que fueron modificando su estructura, también
influyeron en el primitivo proyecto, ya que se comenzó a planificar un diseño
integral conforme a las demás plazas de la ciudad.
Por lo reflejado en los
informes consultados, durante algunos años más estuvo instalado el Jardín
Botánico, hasta principios de la década del cuarenta, pasando luego a
denominarse Vivero Floral Plaza París, en el que se continuó con el cultivo de
flores y plantas para su traslado a plazas y parques de la ciudad, habiéndose
mudado paulatinamente las especies arbóreas
al rehabilitado Nuevo Vivero Forestal de la Calle Alvarado en 1942.
El
Club Quilmes en la plaza
A la vez que en dos de las
manzanas destinadas en principio a plaza se desarrollaba el vivero, más tarde
convertido en Jardín Botánico, en las otras dos, contenidas por las calles
Chacabuco, 14 de Julio, XX de Septiembre, Avenida Constitución (hoy Libertad) y
atravesada por Maipú, se instaló durante una década la cancha de fútbol del
Club Atlético Quilmes.
El entonces presidente de la
entidad, José Deyacobbi, gestionó ante la comuna la utilización de ese espacio
debido a la escasez de campos destinados a la práctica deportiva, que en
principio se otorgó mediante una cesión precaria de parte de la Municipalidad
por el término de cinco años a partir de 1932.
La casilla del club Quilmes que recorrió las primeras canchas. En la foto, cuando estaba ubicada en la cancha de la Plaza París. Gentileza Club Quilmes para Fotos de Familia Diario La Capital |
La cancha fue inaugurada en
abril de ese mismo año, habiendo conseguido la entidad “cervecera” las amplias
instalaciones que hasta entonces se encontraban en la sede del “Tiro a la
Paloma” ubicado en el Torreón del Monje. Consistía en una amplia casilla de
madera que se usaba como vestuarios para jugadores y árbitros. Dada su comodidad, “la casilla” (como se la
denominaba) también fue utilizada para alojar a los equipos que por entonces
visitaban la ciudad, especialmente en verano, para jugar algún partido amistoso
o participar de los torneos que se organizaban para pocos clubes.
En este predio, el Club
Quilmes obtuvo varios campeonatos locales, siendo recordados por los seguidores
del fútbol que su rival de barrio fue el Club Independiente. Precisamente, con
el inicio de la construcción de la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Nueva
Pompeya a fines de la década del ’30 el barrio se comenzó a mencionar como
“Nueva Pompeya”.
En 1939 se solicitó una
prórroga por cinco años más de permanencia de la cancha del club en la plaza,
decidiendo un año más tarde la Municipalidad reclamar el espacio para
destinarlo a plaza pública. Así se hizo y el Club Atlético Quilmes mudó su
cancha al predio destinado a otra plaza, ubicado en Av. Colón, Marconi, Moreno
y Uruguay, cruzada por Bolívar, donde años más tarde se inauguró la Plaza
Mariano Moreno. Así quedó definitivamente
conformada la Plaza París por sus cuatro manzanas originales.
En 1950, con
motivo del traslado del monumento del General Juan Martín de Pueyrredon, prócer
epónimo del partido, se plantó un retoño del algarrobo de la quinta que en San
Isidro caracterizó ese predio, y desde entonces la plaza se llama Pueyrredon. Juan
Martín de Pueyrredón, dueño de esa quinta desde el año 1815, gozaba de su
paisaje natural, al cual añadió vivero, bulbos y plantas frutales, e intervino
personalmente en el cuidado y la plantación de especies.
Museo quinta en San Isidro de Juan Martín de Pueyrredon. |
En el parque del Museo Pueyrredón persiste el algarrobo bajo el cual el entonces Director Supremo se reuniera con José de San Martín. |
Él mismo le pidió a
Don Tomás Grigera, su agricultor, el más completo de su época, que le
escribiera un Manual de Agricultura para su quinta. En dicho parque
persiste el algarrobo bajo el cual el entonces Director Supremo se reuniera con
José de San Martín para planear la Campaña Libertadora. Este ejemplar fue
declarado árbol histórico por la Comisión Nacional de Museos y Lugares
Históricos en 1946.
Placa cercana al algarrobo. Imagen gentileza de Cristina Loccioni. Extraido del sitio Patrimonio Cultural de Mar del Plata. Viaje a Nuestra Identidad de Virginia Echarren |
Aquel retoño que fuera plantado en Mar del Plata en la década de 1950 ya tiene una considerable altura y goza de buena salud. Lo podemos encontrar en perfecto estado de conservación junto a una placa que recuerda su ilustre antecesor. En la actualidad la Plaza Pueyrredón mantiene aún una gran cantidad de especies arboreas, transformandose en un ícono de los espacios verdes de nuestra ciudad. Hoy es punto de encuentro de la murga "Los Colgados de Pompeya" quienes se reunen en dicha plaza desde el mes de septiembre del año 2001.
Plaza Pueyrredon.Imagen gentileza de Cristina Loccioni. Extraido del sitio Patrimonio Cultural de Mar del Plata. Viaje a Nuestra Identidad de Virginia Echarren |
Plazas Fundacionales de Mar del Plata en busca del paraíso
La marplatense y licenciada en Bibliotecología Marta Lamas, decidió concretar una idea que resulta muy tentadora para todo aquel que tiene interés por la historia de Mar del Plata. Publicó el libro “Plazas Fundacionales de Mar del Plata en busca del paraíso”. El mismo comienza con generalidades de plazas públicas, espacios verdes en Mar del Plata desde su fundación y la historia de cada una de las siete Plazas Fundacionales incluidas en el plano del poblado. También se describen los parques costeros que se formaron simultáneamente con el desarrollo de las plazas.
La marplatense y licenciada en Bibliotecología Marta Lamas, decidió concretar una idea que resulta muy tentadora para todo aquel que tiene interés por la historia de Mar del Plata. Publicó el libro “Plazas Fundacionales de Mar del Plata en busca del paraíso”. El mismo comienza con generalidades de plazas públicas, espacios verdes en Mar del Plata desde su fundación y la historia de cada una de las siete Plazas Fundacionales incluidas en el plano del poblado. También se describen los parques costeros que se formaron simultáneamente con el desarrollo de las plazas.
La Lic. Marta Lamas y Pablo J. Junco reunidos para ultimar detalles y mostrar algunos contenidos del libro "Plazas Fundacionales de Mar del Plata en busca del paraiso". Foto de Pablo Junco |
Para
el trabajo hace varios años que venía compilando información y fotos. Concurrió
a bibliotecas públicas municipales, al Fondo Antiguo de la Universidad
Nacional, a la Biblioteca del Concejo Deliberante donde recorrió las Actas
Liminares, archivos de diarios locales y nacionales, etc. El libro fue
declarado de interés cultural y es motivo de consulta para historiadores e
investigadores. Por ese motivo, "Fotos Viejas de Mar del Plata" se encontró con su autora para mostrar parte de su contenido como base bibliográfica de algunas plazas que mostraremos en este blog, como es el caso de la Plaza Pueyrredon.
Fuentes:
Información basada en el libro“Plazas Fundacionales del Mar
del Plata, en busca del Paraíso”, de la Licenciada en Bibliotecología y
Documentación Marta Lamas.