viernes, 25 de septiembre de 2015

GATO Y MANCHA


Gato y Mancha
Las nuevas generaciones desconocen la historia de estos dos caballos criollos que atravesaron todo el continente en una gesta histórica que fue motivo de orgullo para todos los nosotros allá por la decada del 20. Me parece que ya es hora que se las cuente...



Recorrido realizado para la búsqueda de los caballos criollos

Gato y Mancha fueron dos caballos criollos argentinos que marcharon desde Buenos Aires hasta Nueva York, guiados por el suizo Aimé Félix Tschiffely. Al inicio de la travesía, Mancha (pelaje: overo) y Gato (pelaje: gateado) tenían 15 y 16 años respectivamente. Su carácter era poco amigable. Habían crecido en la Patagonia, donde se habían acostumbrado a las condiciones más hostiles. Su propietario, Emilio Solanet, se los había comprado al cacique tehuelche Liempichún en Chubut.

Pequeno video referente a Gato y Mancha
“Son conocidos los antecedentes de los señores Pedro y Emilio Solanet como criadores del caballo criollo. Trajeron del extremo sur de la república, un lote selecto de yeguas indias, y sobre esta base formaron un plantel de animales cuyos descendientes son los campeones actuales. Salvaron así, una raza útil que desaparecía olvidada entre los indios."
La Nación, 20 de Agosto de 1925.

Domarlos puso a prueba las facultades de varios de los mejores domadores. Cuenta el profesor suizo:

"Desde los primeros días advertí una real diferencia entre sus personalidades. Mancha era un excelente perro guardián: estaba siempre alerta, desconfiaba de los extraños y no permitía que hombre alguno, aparte de mí mismo, lo montase... Si los extraños se le acercaban, hacía una buena advertencia levantando la pata, echando hacia atrás las orejas y demostrando que estaba listo para morder... Gato era un caballo de carácter muy distinto. Fue domado con mayor rapidez que su compañero. Cuando descubrió que los corcovos y todo su repertorio de aviesos recursos para arrojarme al suelo fracasaban, se resignó a su destino y tomó las cosas filosóficamente... Mancha dominaba completamente a Gato, que nunca tomaba represalias".
El amor a su jinete está reflejado en sus cariñosas palabras: 
 "Mis dos caballos me querían tanto que nunca debí atarlos, y hasta cuando dormía en alguna choza solitaria, sencillamente los dejaba sueltos, seguro de que nunca se alejarían más de algunos metros y de que me aguardarían en la puerta a la mañana siguiente, cuando me saludaban con un cordial relincho."
Gato y Mancha
Gato y Mancha
Gato y Mancha
El baqueano y rastreador que se encargó de la compra, selección y arreo de los mismos fue el gaucho Don Reynaldo Rodríguez, quien en sus últimos años vivió en la zona de América - Prov. de Bs. As. Emilio Solanet no quizo vender los caballos y se los obsequió a Tschiffely.

La travesía

Partiendo del local de la Sociedad Rural Argentina en Buenos Aires, el 24 de abril de 1925 se inició una de las travesías más famosas del siglo. Mancha y Gato, guiados por el profesor suizo Aimé F. Tschiffely recorrieron los 21.500 km desde la ciudad de Buenos Aires hasta Nueva York, conquistando el récord mundial de distancia y también el de altura, al alcanzar 5.900 msnm en el paso El Cóndor, entre Potosí y Chaliapata (Bolivia). El viaje se desarrolló en 504 etapas con un promedio de 46,2 km por día.


Travesia de Gato y Mancha por todo el continente americano

Aimé F. Tschiffely

Tschiffely estaba convencido de la fortaleza de los rústicos caballos criollos. Tomó contacto con Emilio Solanet, criador y propulsor del reconocimiento de la raza, y uno de los fundadores de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos de Argentina. Este le regaló los dos caballos.

Aimé F. Tschiffelyen la jungla
Aimé F. Tschiffely en Bolivia


Algunas semanas fueron necesarias para que jinete y montados se prepararan para semejante travesía, y se fijó el 23 de abril de 1925 como fecha de partida. Por entonces no había caminos en varios tramos del recorrido, y cuando existían, no se caracterizaban por su buen estado. Tschiffely tuvo que resignarse a no llevar carpa, ya que las que se podían conseguir por aquellos tiempos eran muy pesadas.


Gato y Mancha cruzando un puente en Peru
Gato y Mancha en Mexico

Durante el viaje cruzaron varias veces la Cordillera de los Andes y fue en esos cruces donde mayores dificultades encontraron. El escabroso terreno se eleva a más de 5500 m y la temperatura llega a -18 °C.


Mancha y Gato rodeados de gente


El diario La Nación, junto a otros medios, siguió desde sus páginas al valiente aventurero y sus caballos. Algunas de las líneas decían así "En Huarmey, el guía no pudo más, ni sus bestias. Los dos criollos Mancha y Gato se revolcaron, tomaron agua y después se volcaron al pasto con apetitos de leones. De Huarmey a Casma, 30 leguas, calores colosales ¡52 grados a la sombra! sin agua, ni forraje, arena, arena, arena. Los cascos se hundían permanentemente de 6 a 15 pulgadas en la arena candente".


En busqueda de Gato que estaba en St. Louis

 
Más de tres años después de haber salido de Buenos Aires, Tschiffely arribó a Nueva York el 20 de septiembre de 1928 (3 años, 4 meses y 6 días). En la editorial del día siguiuente quedó patentado el logro: "después de más de tres años y cinco meses, Aimé montado en Mancha, su fiel compañero (Gato tuvo que quedarse en la Ciudad de México al ser lastimado por la coz de una mula), logró la hazaña: al llegar a la Quinta Avenida de Nueva York llevaba en los cascos de su caballo criollo el polvo de veinte naciones atravesadas de punta a punta, en un trayecto más largo y rudo que el de ningún conquistador, y sobre su pecho, en moño blanco y celeste, bien ganados como una condecoración, los colores argentinos".


Tschiffely y Mancha fue recibido en el municipio neoyorkino por el alcalde Jimmy Walker, quien le confirió la medalla de la Ciudad de Nueva York, en una ceremonia a la que asistió el embajador argentino, doctor Manuel E. Malbrán.



Video del Derrotero de los caballos Gato y Mancha
"El viaje imposible"- Archivo General de la Nación -

Regreso y Muerte

Mancha y Gato llegaron de regreso a Buenos Aires el 20 de diciembre de 1928. Años después de culminada la travesía y de regreso en Argentina, Aimé concurre a la Estancia "El Cardal". Va a visitar a sus amigos, a quienes hace mucho que no ve, y con quienes compartió tantos momentos de alegría y sinsabores. Se baja en la entrada de la estancia, lanza un silbido y al momento se le acercan al trote Gato y Mancha. Iban al encuentro de su preciado compañero. Aquellos heroicos caballazos criollos no lo habían olvidado
.


Mancha al lado de la tumba de su entrañable amigo Gato

Monumento en homenaje a la epopeya de Gato y Mancha en Ayacucho


Mancha y Gato murieron en 1947 y 1944, a los 40 y 36 años de edad. Fueron cuidados hasta su muerte por el paisano Juan Dindart, en la Estancia "El Cardal". Hoy se encuentran embalsamados, en exposición en el Museo de Transportes del Complejo Museográfico Provincial "Enrique Udaondo" de la Ciudad de Luján.


Recorte de Diario La Nación recordando la epopeya
Gato y Mancha en el funeral de Roberto Cunninghame Graham, el escritor amigo de Tschiffely
Aimé Tschiffely, en tanto, siguió viajando, por la Patagonia, España e Inglaterra, pero siempre volvió a la Argentina. Falleció en 1954. Su último viaje lo realizó el 22 de febrero de 1998, cuando sus cenizas abandonaron el cementerio de Recoleta y fueron sepultadas en el campo que su amigo Solanet tenía en Ayacucho (Buenos Aires)

Día del Caballo

En conmemoración de la fecha en que Mancha y Gato entraron en la Ciudad de Nueva York, el Honorable Senado de la Nación Argentina y la Cámara de Diputados, han designado el día 20 de septiembre de cada año como el "Día Nacional del Caballo".



los caballos Criollos “Gato y Mancha”, recientemente restaurados por el Sr. Domingo Telleechea en Lujan

Los caballos Criollos “Gato y Mancha”, recientemente restaurados por el Sr. Domingo Telleechea en Lujan

Estancia El Cardal

En 1880, Don Felipe Solanet y su señora Emilia G Testevín fundan la estancia El Cardal de Ayacucho. En 1911, el Dr. Emilio Solanet, selecciona y trae del sudoeste del Chubut un notable lote de padrillos y yeguas indias de las manadas criollas marca del Corazón, célebres animales pertenecientes a la tribu de los indios tehuelches del cacique Liempichún.


Acceso a la Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo

Esta histórica casona de más 100 años, con matera, caballerizas y galpones fue punto de partida de la hazaña llevada a cabo entre los años 1925 y 1928 por el profesor suizo Aime Tschiffily y los caballos "Gato y Mancha" -nacidos y criados en la estancia- quienes realizaran el periplo que uniera Buenos Aires y Nueva York atravesando veinte países americanos en un trayecto de 21.500 kilómetros. Actualmente pertenece al patrimonio histórico del municipio y aunque no presta servicio de alojamiento como estancia, puede ser visitada como atractivo turístico.


Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo

Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo

Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo

Se halla envuelta en un parque de 50 hectáreas atravesado por senderos, que al recorrerlos se observa una importante variedad de especies vegetales. Hacia la parte posterior del parque se encuentran las caballerizas; y la "matera" donde el jinete suizo ultimó detalles para su travesía, dejando en las paredes dibujos de sus caballos. A continuación podremos ver fotos de la estancia El Cardal cuando fuera visitada por nuestra amiga Claudia Iris Lopez Grillo y el historiador Ruben Calomarde.



Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo

Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo

Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo





Los recordatorios de Gato y Mancha en El Cardal


Recordatorio de la epopeya
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo

Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo


Fuente:

http://es.wikipedia.org/wiki/Gato_y_Mancha
La historia detallada del Viaje de Mancha y Gato la pueden leer del muy buen blog de José María Sanchez Osuna. Les dejo los enlaces ordenados para hacerlo:
Historia de Gato y Mancha 1° 
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/03/historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 2°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/04/en-el-corral-de-el-cardal-se-produjo-el.html 
Historia de Gato y Mancha 3°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/3-historia-de-gato-y-mancha.html 
Historia de Gato y Mancha 4°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/4-historia-de-gato-y-mancha.html 
Historia de Gato y Mancha 5°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/5-historia-de-gato-y-mancha.html 
Historia de Gato y Mancha 6°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/6-historia-de-gato-y-mancha.html
Fotos de Claudia Iris Lopez Grillo

domingo, 20 de septiembre de 2015

VICENTE FAGNANI



Vicente Fagnani

Vicente Fagnani, fundador de Fagnani S.A., llegó de Campovaso, al sur de Italia. Se embarcó hacia la Argentina en 1890, retornando a Italia y volviendo a la Argentina durante la primera Guerra Mundial. En ese viaje fallecieron algunos miembros de su familia que lo acompañaban. Una vez que llegó a nuestro país, comenzó a trabajar en la extensión de vías del Ferrocarril del Sud por el cual recibía una paga diaria más ladrillos. 
 
Casa de Vicente Fagnani en Bolivar y Pampa. Foto gentileza del Arq. Hector De Schant


Hacia 1900, el Partido albergaba 8.000 personas,  de las cuales el 63% se localizaba en el pueblo Mar del Plata, en la zona urbana, y el 40% era extranjera (española e italiana).  Es el momento en que emerge, también, el problema del acceso a la vivienda, cuya solución adoptará la forma transitoria o permanente de “conventillo” para obreros y empleados; de viviendas muy precarias de barro, madera y zinc, también en las cercanías de la estación. Recuerda don Roberto Cova: “Los sirvientes, como Juan Minela, vivían en la periferia del momento" recuerda. Luís Nuncio Fabrizio, ex Intendente de Mar del Plata comenta una anécdota sobre Vicente Fagnani,  cuya hija se casó posteriormente con su padre, Antonio Fabrizio y dice lo siguiente:

“...en ese solar había una pieza que el propietario alquilaba. Una de las piezas estaba ocupada por mi abuelo Luis, que esperaba la llegada de Italia de su mujer y su hijo. Otra de las piezas la ocupaba Don Vicente, emprendedor y con un oficio, que compró un lote y entusiasmó a su compañero de inquilinato, Don Luis, peón rural y changador... Construyeron sus casas y siguieron viviendo en proximidad...”

 
Publicidad de Fagnani Hnos. -Fideos Don Vicente Año 1980. Gentileza Angel Somma.


Por entonces, su trabajo le permitió comprar un terreno en la calle Bolívar y La Pampa, y construir ahí su primer casa- taller,  trasladando al resto de su familia. Su oficio era el de “fideero”. El 17 de agosto de 1912 compró su primera máquina para la fabricación de pastas, momento que sus actuales descendientes toman como la fecha de fundación de la empresa.

Vicente Fagnani rodeado de algunas personas de su comunidad. Foto gentileza del Arq. Hector De Schant

Una vez que la maquinaria hizo su irrupción Fagnani ya contaba con una pequeña empresa cuya mano de obra era de tipo familiar. En el año 1917 presenta sus productos en la exposición internacional en Milán Italia siendo premiado con Diploma y Medalla de Oro en la Exposición Internacional del Trabajo, Agricultura, Industria y Alimentación.
 
Diploma obtenido por don Vicente Fagnani en la Exposicion Internacional del Trabajo, la Agricultura y la Alimentacion. Año 1917. Foto gentileza del Arq. Hector De Schant
Antigua casa-taller de Vicente Fagnani. Foto gentileza del Arq. Hector De Schant
Fabrica de la familia Fagnani- Foto cedida por el Arq. De Schant

Fabrica de la familia Fagnani- Foto cedida por el Arq. De Schant

En el año 1923 compra el lote de la esquina de las calles Luro y Neuquén, donde actualmente funciona la fábrica, zona que a diferencia de lo que es hoy, era despoblada primitivamente denominada "La Floresta" por su entorno. La empresa, cuyo pilar era el trabajo familiar continuó creciendo, continuando en manos de sus descendientes.
 
Fabrica fideos Don Vicente Av. Luro y Neuquen
La familia Fagnani se desprende del bien pasando el mismo a dominio de la Familia Tucce en el año 1967, quienes la han conservado hasta nuestros días habiendo encontrado en el inmueble y en el barrio las condiciones para el desarrollo de actividades vinculadas al arreglo y restauración de motocicletas y también tapicería.

Don José Pedro Tucce proveniente de la ciudad de Tandil y Doña Inés Haas proveniente de Santa Anita en Entre Ríos, padres de los actuales ocupantes, formaron su hogar en la ciudad de Mar del Plata, radicándose en el barrio (en la Av. Colon) por el año 1949. Al comprar la propiedad de Doña Rosa Fagnani (1968) en el año 1969 se mudan al edificio actual, ampliándola y ocupando parte de la superficie libre del lote. 

Este edificio es representativo de una época fundacional de Mar del Plata, del aporte inmigrante a la ciudad, del efecto que generó el ferrocarril en la construcción de ciudades y barrios, de los orígenes industriales de la ciudad y de los sucesivos significados aportados por la evolución del barrio y la ciudad.

Mausoleo de Vicente Fagnani en el Cementerio de la Loma

La vivienda

Esta vivienda debe ser considerada como una de las principales casa y vivienda mas representativas de un inmigrante, que a la vez fué pionero de la sociedad y la industria local y orgullo del barrio. Este edificio ha sufrido mínimas alteraciones cuya tenencia ha pertenecido sucesivamente a dos familias: los Fagnani y Los Tucce. El edificio es típico de la arquitectura de principio de siglo y del “pattern” correspondiente a esquinas destinadas a servicios. 

Casa de Vicente Fagnani en la actualidad
Es un claro ejemplo de arquitectura “modesta” de dicho patrón urbano arquitectónico. Se destaca el tratamiento de la esquina (ochava) que en la época constituía un avance urbanístico para la caracterización de las manzanas dentro de la trama urbana. En el Antiguo Barrio de la Estación aun se conservan muchos ejemplos de “cuatro esquinas” por lo general destinadas a servicios.
 
Casa de Vicente Fagnani en la actualidad

Es una construcción sobre línea municipal de material en la que se distingue el tratamiento del frente en distintos niveles separados por molduras, unas que diferencian el zócalo en el cual se apoyan los vanos con mochetas molduradas que enmarcan las aberturas; y otra moldura alta que lo separa del cornisamiento. La esquina está tratada enfatizando estos rasgos arqueando la moldura en la ochava. 

La ochava tiene carpintería hasta el suelo, y sobre uno de los laterales sobre la calle Bolívar se encuentra la entrada al zaguán de acceso principal al edificio. El interior es típico de un edificio con galería. El edificio ha sufrido modificaciones afectando mínimamente su aspecto original. Además de las condiciones históricas representa los valores del trabajo y del espíritu emprendedor característico de la época. Hoy en dia aun sigue siendo para los antiguos pobladores del barrio “la antigua casa de los Fagnani” y de los Tucce actual.

Fuentes: