Aquella salida que hicieramos en el año 2009 me dejó incontables recuerdos. A
5 kilómetros
de Miramar, por la ruta que va a Mar del Sur, dentro del "Vivero Dunícola Municipal Florentino Ameghino" se
encuentra un pequeño bosque de pinos bautizado como bosque oscuro o energético.
Desde afuera, sólo es posible observar un tupido y cerrado bosque de coníferas
de un fuerte color verde oscuro. Para
llegar sólo es necesario tomar por la avenida 40 en el sentido de la numeración
creciente, si continuamos por esta calle desembocaremos en la ruta 11,
siguiendo por ésta tendremos el vivero a nuestra izquierda y, a poco de andar
encontraremos el lugar, bien señalizado y, la mayoría de las veces, con gran
cantidad de automóviles en el estacionamiento.
Parque Dunícola Municipal Florentino Ameghimno - Miramar |
Historia
El vivero dunícola es un bosque de 502 hectáreas sobre la playa de Miramar. Su nombre se lo debe al gran naturalista argentino que realizó innumerables investigaciones en el sudeste de la provincia. Sin lugar a dudas, es un punto obligado para visitar, donde la naturaleza nos demuestra toda su majestuosidad. En el año 1923, el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia decidió su creación para el estudio y el afianzamiento de los médanos de la costa provincial. La antigua estación experimental pasó a ser productora de especies forestales y de esta manera se convirtió en un vivero. Con el paso del tiempo llegó a ser el lugar con mayor cantidad de árboles madres del país.
A mediados de la década del 40, cuando se comenzó con la forestación de los médanos que hoy forman el Vivero Dunícola Florentino Ameghino. Pero la tarea no fue fácil. “Llegaron a extender esterillas de juncos con brea, sobre eso pegaron terrones de tierra, y fueron poniendo unas plantas conocidas como uñas de gato. Estas hacían de red para sostener raíces y para la que duna no se moviera”, explicó el director de Turismo miramarense, Carlos Pagliardini. Primero se plantaron acacias y tamariscos, luego, cuando la volatilidad de la arena había sido dominada, arribaron los pinos.
El vivero dunícola es un bosque de 502 hectáreas sobre la playa de Miramar. Su nombre se lo debe al gran naturalista argentino que realizó innumerables investigaciones en el sudeste de la provincia. Sin lugar a dudas, es un punto obligado para visitar, donde la naturaleza nos demuestra toda su majestuosidad. En el año 1923, el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia decidió su creación para el estudio y el afianzamiento de los médanos de la costa provincial. La antigua estación experimental pasó a ser productora de especies forestales y de esta manera se convirtió en un vivero. Con el paso del tiempo llegó a ser el lugar con mayor cantidad de árboles madres del país.
A mediados de la década del 40, cuando se comenzó con la forestación de los médanos que hoy forman el Vivero Dunícola Florentino Ameghino. Pero la tarea no fue fácil. “Llegaron a extender esterillas de juncos con brea, sobre eso pegaron terrones de tierra, y fueron poniendo unas plantas conocidas como uñas de gato. Estas hacían de red para sostener raíces y para la que duna no se moviera”, explicó el director de Turismo miramarense, Carlos Pagliardini. Primero se plantaron acacias y tamariscos, luego, cuando la volatilidad de la arena había sido dominada, arribaron los pinos.
Dicen
que lo extraño empezó desde el mismo momento en que se inició la forestación de
los pinares. El sector que forma este bosque era una de las zonas más alejadas
del Vivero, “no había manera de llegar ahí”, describió Pagliardini, quien
además contó que se plantó un gran número de pinos, suponiendo que muchos
quedarían en el camino, y que tampoco se hizo el raleo correspondiente para
evitar el apiñamiento. Hoy
en día, el vivero pertenece a la municipalidad de General Alvarado, donde se ha
construido un parque recreativo para la diversión de toda la familia
Dos construcciones de madera vieja y gastada,
que durante el verano conforman un paseo de artesanos donde se venden gemas y
artesanías de madera, son la puerta de entrada a un lugar que a simple vista no
tiene nada de enigmático. Sin embargo, la gran cantidad de turistas anuncian
que estamos en el lugar indicado. El cartel amarillo de la entrada avisa que no
se pueden cortar ramas y que hay que respetar y cuidar el lugar.
El recorrido
Al ingresar al bosque, llama la atención la gran cantidad de familias y chicos corriendo por todos lados. De no ser por la gran cantidad de visitantes, el bosque propondría una visita por demás tranquila y en el más absoluto silencio. No obstante el ruido de los visitantes tranquiliza al turista ocasional, pues al entrar al bosque de coniferas, el sol apenas puede acceder y la oscuridad lo torna algo desconcertante.
Al ingresar al bosque, llama la atención la gran cantidad de familias y chicos corriendo por todos lados. De no ser por la gran cantidad de visitantes, el bosque propondría una visita por demás tranquila y en el más absoluto silencio. No obstante el ruido de los visitantes tranquiliza al turista ocasional, pues al entrar al bosque de coniferas, el sol apenas puede acceder y la oscuridad lo torna algo desconcertante.
La mayoría viene porque trata de entender lo de las
ramitas y todos hablan de magnetismo, pero en realidad nadie tiene la verdadera
explicación de lo que aquí ocurre. Algunos
artículos dicen el bosque afecta el normal funcionamiento de las radios o que
imprime extraños sonidos en las grabaciones que se realizan en su perímetro;
que pueden verse extrañas luces y siluetas; que muchos enfermos han encontrado
alivio a sus males; etc.
A
medida que se avanza, el lugar se vuelve totalmente oscuro y la luz solar no
encuentra forma de penetrar en el bosque, ni siquiera al mediodía, cuando el
sol está arriba. Reinan el silencio y la oscuridad, los olores silvestres, la
frescura y la humedad, pero lo que más nos llama la atención es ver los
árboles. Crecen de costado, totalmente inclinados, y se cruzan entre sí, por lo
que cuando se mira hacia arriba, el techo natural está plagado de ramas que se
cierran unas sobre otras. En tierra, por el contrario, queda formado un gran
círculo, delimitado por estos extraños pinos.
Video realizado por Esteban Salinas para Telefe Noticias y Teleocho
Informa.
Los enigmas del Vivero Dunícola de
Miramar.
Hacemos
lo que hacen todos los que visitan el bosque: buscamos en el suelo una pequeña
rama (las hay por todos lados) y la clavamos verticalmente en el centro que
forman los árboles. Luego tomamos otra y la apoyamos en forma horizontal sobre
la primera, de modo que quede formada una “T” entre las dos. Y ante mi sucede
lo inesperado: la última ramita se mantiene haciendo equilibrio y no se cae.
Arboles contorsionados buscando el extraño flujo telúrico de energía |
Durante varios minutos repito el acto con ramas de distintos tamaños y
formas, y siempre ocurre lo mismo: se mantienen sin caerse. Tambien pudimos ver arboles contorsionarse en extrañas formas para buscar esos extraños flujos telúricos de energía. Lo mas curioso sucede cuando acercamos las manos a la ramita en equilibrio: esta se mueve como por arte de magia, como si nosotros pudieramos moverla con telepatía. Comenzamos a mover las manos en distintas direcciones y la rama se mueve siguiendo mis movimientos.
Ahí recordamos un consejo que nos
dio alguien que estaba cerca: consistía en tocar los árboles para cargarnos
de
energía para luego acercar nuestras manos hacia la “T” formada por las
ramas. Caminamos un largo
rato por un paisaje extraño y llamativo a la vez, que posee sonidos
propios y
también produce sensaciones especiales a la vista. Por las dudas observo mi reloj para ver si el ambiente lo afecta, pero el reloj
sigue
funcionando normalmente. Cuando finalmente encontramos el arbol
adecuado, nos recostamos sobre él para que la famosa energía telurica
suba por las raices y nos impregne. Mi hija se apoya en el arbol
creyendo que puede sentir esa energía y cierra los ojos para sentirla.
La dejo sola para que experimente esas sensaciones...
Micaela Junco en el Bosque Energetico experimentando distintas formas de "energía telúrica". Año 2009 |
Una vez terminada la "recarga" mi hija procede a sostener una
ramita en equilibrio y lo logra al primer intento. Con solo cinco años
queda maravillada ante el curioso suceso. Luego comienza a experimentar distintas formas de equilibrio hasta que su osadía la lleva a probar suerte con una ramita sobre la cabeza. Tambien puede concluir esa prueba con exito. Su ego parece aumentar y la confianza se apodera de ella. Es extraño ver a nuestros hijos hechizados ante un suceso inexplicable...
Micaela Junco en el Bosque Energetico experimentando distintas formas de "energía telúrica". Año 2009 |
Los lugareños mas tarde nos cuentan infinitas historias sobre el lugar. Por ejemplo, que en el año
1954 la comunidad científica internacional se acercó hasta el bosque, o que
personas con problemas de salud han encontrado dentro del bosque su cura, o que
hay quienes aseguran haber tenido contacto con seres de otros planetas. Nada comprobable y por cierto, muchos mitos sin sentido....
Las
diversas hipótesis que han querido explicar el fenómeno de las ramitas son
muchas, desde la presencia de un meteorito enterrado, hasta la existencia de
flujos telúricos, ionización ambiental, energía cuántica y hasta la antigua
existencia de un cementerio indígena. Lo cierto es que el bosque energético
existe y “lo de las ramitas”, como aquí llaman al fenómeno, es algo real,
verificable con los ojos de cualquier humano. Científicos
del mundo de la física recorrieron el bosque y no pudieron revelar sus
secretos. Las causas, más allá de las deducciones lógicas, siguen siendo motivo de asombro para los visitantes. Quizás, esta incertidumbre sea
otro de los motivos para visitar al misterioso bosque. Incluso hacerlo de noche
es algo que se puede tornar fascinante.
http://estasenmiramar.com.ar/vivero_de_miramar.asp
http://www.welcomeargentina.com/miramar/bosque-energetico.html
Bosque del Vivero Dunicola "Florentino Ameghino" de la ciudad de Miramar.
Extraido de:
http://www.museodemiramar.com.ar/museodemiramar/naturales/bosqueviveromiramar.htm
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