jueves, 24 de octubre de 2013

EDIFICIO MIRADOR CABO CORRIENTES

Fachada principal hacia la costa- Foto extraida del sitio Edificio Mirador Cabo Corrientes

Hablar de la historia del Edificio Mirador Cabo Corrientes nos transporta inexorablemente a referirnos a la vida de su constructor Domingo Fiorentini.Nació en esta ciudad en el seno de una humilde familia de inmigrantes italianos.Creció y se formó en la escuela de la antigua cultura de la pasión por el trabajo diario y la austeridad como norma de vida. Desde muy pequeño se incorporó al sector de la construcción junto a sus hermanos. Su alma emprendedora lo condicionó a crecer sin límites. Había nacido para triunfar.Siendo muy joven vio la posibilidad de crear su propia empresa constructora. Fundó así una insipiente empresa contratista que no detuvo su expansión hasta convertirse en una de las principales firmas constructoras-inmobiliarias de la República Argentina.

Cuando llegar hasta Cabo Corrientes era lo que hoy se llama “turismo de aventura” -Año 1900 - Postal enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia Diario La Capital

Falleció en su ciudad, Mar del Plata, el 22 de Mayo de 1980. Protagonista principal del cambio en la fisonomía ciudadana local, Fiorentini fue uno de los pioneros del concepto de construcción vertical reinante en todas las grandes urbes del mundo,ciudades que por su importancia turística asistieron a un crecimiento demográfico esplendoroso. Desde 1935 el auge de la construcción caracterizó a esta pujante ciudad balnearia. Su salto al crecimiento total se produjo en 1948 con la sanción de la Ley de Nº 13.512 denominada de Propiedad Horizontal, sancionada el 13 de Octubre de 1948.
 
Cabo Corrientes.Foto Aérea fines de los años 60.Folleto Direccion de Turismo Gral Pueyrredon. Foto enviada por Ignacio Iriarte a Fotos de Familia Diario La Capital
Vista aérea de Cabo Corrientes. La esquina despoblada es donde hoy se encuentra el edificio Mirador. Enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia
Cabo Corrientes.Foto Aérea fines de los años 60.Folleto Direccion de Turismo Gral Pueyrredon. Imagen de Ignacio Iriarte para Fotos de Familia del Diario La Capital

Cabo Corrientes,c.1965-1970”. Imagen de Ignacio Iriarte para Fotos de Familia
Fue entonces cuando el hábil empresario constructor comenzó a soñar con un edificio monumental en un predio único –por su ubicación- en Cabo Corrientes. Fiorentini soñaba algo especial para ese terreno de 9347m2 con frente convexo desde la vista marina. El notable constructor “no durmió” hasta concretar la compra de esa importante fracción de tierra costera, ubicada sobre el Boulevard Marítimo Patricio Peralta Ramos, entre las calles Aristóbulo del Valle y Falucho.Lugar donde hoy se erige, orgulloso de su estirpe, el Edificio Mirador Cabo Corrientes. 

Cartel de obra del edifio Mirador de Cabo Corrientes en construcción - Foto extraida del sitio Mirador Cabo Corrientes

Fiorentini fue fundador de una de las empresas constructoras marplatenses más grandes de todos los tiempos.A su ingenio y visión empresaria no sólo le debemos nuestro querido Edificio Mirador del Cabo.Entre sus proyectos concretados podemos citar al Edificio Galería Sacoa, el Edificio Mirador del Torreón del Monje y los edificios Eiffel, entre otras importantes obras.

Vista aérea desde Cabo Corrientes hacia el norte. Postal enviada por José Alberto Lago para Fotos de Familia del Diario La Capital
El Mirador Cabo Corrientes en construcción”. Foto enviada por Anselmo Vita a Fotos de Familia del Diario La Capital

Conocido como uno de los precursores de la Avenida del Ruido, Domingo Fiorentini le dio gran impulso a la Av.Constitución como zona privilegiada de la noche marplatense. Fue propietario de memorables locales nocturnos entre los que podemos mencionar a la famosa confitería Enterprise, La Jeneusse,en Moreno entre Sgo. Del Estero y Sta. Fe, y el bailable 2001, Buenos Aires entre Rivadavia y Belgrano.

Edificio Mirador Cabo Corrientes -circa 1970

Cuando todavía no se había inventado la moda de hablar de responsabilidad social empresaria, frase que hoy muchos confunden con marketing de bajo costo…, Domingo Fiorentini ocupaba sus horas de descanso en trabajar para importantes instituciones sin fines de lucro. Con esmero,tiempo y apoyo económico propio fue precursor del proyecto El Portal del Sol, institución de la cual fue Presidente en repetidas oportunidades. Consideraba al deporte como una herramienta indispensable para el desarrollo de jóvenes, así pues Fiorentini dedicó gran parte de su vida al crecimiento del Club Atlético Kimberley, del cual fue Presidente durante los años 1968/69/70/71/72 y 73. A su destacada gestión, el Club debe su sede anexa, las piscinas y la adquisición del excelente predio deportivo ubicado en Av. Polonia y Vertiz de la ciudad de Mar del Plata.

Domingo Fiorentini y su Obra Cumbre: El Mirador:

 
Domingo Fiorentini



El Edificio Mirador Cabo Corrientes fue para Domingo Fiorentini un verdadero desafío que otros dejaron pasar por el grado de complejidad que significaba construir en ese predio.Hace casi medio siglo realizar un edificio de grandes dimensiones en un predio donde el Macizo de Tandilia aflora en plena superficie era una verdadera proeza. La cantidad de metros que se debería cavar en esas antiguas rocas originadas en la era Proterosoica,hace 3.000 millones de años,sí que era un desafío.A su terreno cien por ciento pétreo se sumaba su irregular forma y su franca pendiente hacia el mar del Cabo de las dos Corrientes.Construir allí,en un cabo,dentro del propio mar,era emprender una batalla despiadada contra su majestad el océano,sus vientos implacables, sus olas insistentes y su aire tan salino como la pura sal.


Debora Di Veroli, Mirador Cabo Corrientes, Perspectiva general, 1970, Mar del Plata.
Debora Di Veroli en conversación con sus colaboradores, 1970, Mar del Plata.

Crear una mega obra en ese lugar era una tarea que Fiorentini no podía encargarle a un muy buen arquitecto sino a un arquitecto especial.La elegida por Fiorentini fue una de las pocas mujeres arquitectas de la época.Todavía en la década del 60 la arquitectura era una profesión decididamente masculina. Débora Di Veroli, fue la elegida. Su nombre aparece firmándo más de 60 grandes obras marplatenses.  

Debora Laroslavschi de Di Veroli nació en Galati, Rumania, en 1926. Su padre montó una fábrica en Argentina con la intención de mudar allí a su familia en vistas de las crecientes tensiones en Europa previas a la Segunda Guerra. Se establecieron en Paraná donde Debora cursó los estudios primarios hasta que sus padres decidieron separarse y ella se radicó junto a su madre en Buenos Aires. Allí, junto a familiares alumnos del colegio técnico Otto Krause a quienes Debora ayudaba con sus tareas de dibujo, se produjo su primer acercamiento a la arquitectura.

Arquitecta Débora Laroslavschi de Di Veroli


Di Veroli fue una de las pocas mujeres que estudiaron en la Escuela de Arquitectura de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la UBA por aquellos años. Se graduó en el año 1953 y fue de las primeras mujeres arquitectas de Argentina en obtener el título de Planificadora Urbana y Regional. Se casó a los 19 años con Ángelo Di Veroli, con quien tuvo a sus dos hijos mientras cursaba su carrera universitaria.

Debora Di Veroli, Edificio Fernícola, 1958, Miramar.

Debora Di Veroli, Edificios Eiffel III y IV, 1959, Mar del Plata.
Debora Di Veroli, Edificios Eiffel VIII y IX, 1960-65, Mar del Plata.

Posee una gran cantidad de obras ejecutadas en Mar del Plata junto a Fiorentini, como son los edificios Eiffel III y IV (1959), Eiffel V (1961), Eiffel VIII y IX (1960-65), Edificio Alsancor (1958), el edificio Alsina (1961) y el Mirador Cabo Corrientes (1970), entre otros. En todos ellos se buscó profundizar en las tipologías de departamentos vacacionales pequeños con el fin de comercializarlos entre los sectores de recursos medios y medios bajos.

El Edificio Mirador Cabo Corrientes se terminó de construir el 24 de Noviembre de 1972. Desde 1971 había comenzado la venta de departamentos ya que el sistema de torres individuales permitía comercializar las unidades funcionales por etapas.

Fachada posterior - Foto extraida del sitio Edificio Mirador Cabo Corrientes
Fachada principal hacia la costa- Foto extraida del sitio Edificio Mirador Cabo Corrientes
Fotografía obtenida desde un helicóptero por Pedro Alcalde- Foto enviada a Fotos de Familia del Diario La Capital
En 2004 fueron pintados sus más de 30.000m2 de paredes,remplazándose su color arena original por el actual celeste y blanco. En 2012 el Edificio Mirador Cabo Corrientes cumple el 40º Aniversario de su final de obra. Durante parte de 2010 y todo el 2011 su Consejo de Administración y la Administradora se abocaron a la tarea de renovar sus espacios públicos y modernizar todos los sistemas operativos del edificio.Una ardua tarea realizada gracias al aporte de todos los vecinos del Mirador. Hoy el Mirador Cabo Corrientes fue totalmente renovado y posee la máxima tecnología edilicia,brindando seguridad y confort a sus más de 2.500 habitantes.

El Centro de Estudios de Envejecimiento y la Maestría en Gestión de Servicios de Gerontología de la Universidad ISALUD en la Jornada Abierta “Los modelos de atención en gerontología” le da una Mención de Profesora Emérita a la Arq. Debora de Veroli. Año 2016
Imagen actual. Extraido del Diario La Capital
Edificio Mirador Cabo Corrientes de noche. Año 2017. Gentileza Diario La Capital
Edificio Mirador Cabo Corrientes de noche. Año 2017. Gentileza Diario La Capital
Edificio Mirador Cabo Corrientes de noche. Año 2017. Gentileza Diario La Capital
 
Fuente:
Edificio Mirador Cabo Corrientes
http://www.lacapitalmdp.com/fotos-mar-del-plata-noche/ 
Fotos de Familia Diario La Capital 
https://undiaunaarquitecta3.wordpress.com/2017/09/23/debora-di-veroli-1926/
http://www.proyectoconstrucciones.com/protagonistas/deborah-diroli 

martes, 1 de octubre de 2013

HOTEL CENTENARIO DE LUIS VARESE


Luis Varese. Año 1928. Circulo Italiano. Gentileza Angel Somma
 

Es difícil tratar de imaginar este hotel con una fachada que lo identifique, pues a través de los años cambió tantas veces de forma, que los marplatenses y turistas lo identifican de acuerdo al año en que lo conocieron. Pero nosotros vamos a tratar de reconstruir la fisonomía de este hotel mientras nos enteramos de la labor señera de su dueño fundador, don Luis Varese. Fue tanto lo que realizó durante 40 años dedicado a este emprendimiento, que finalmente, el sector antes denominado Playa de los Ingleses empezó a llamarse Playa Varese, en un sentido homenaje a quien fuera un marplatense tan querido por sus coterraneos.



 Esta postal del año 1904 nos muestra la cantidad de turistas que concurrian a la Gruta Egaña. Luego demolida para la construcción del Hotel Centenario-Foto enviada por Carlos Alberto de Ada
Quien maneja el carro es Luis Manetti, nacido en 1862. Lo acompaña su nieto Roque Luis Bertolami. Regresaban de llevar verdura al Hotel Centenario, . Fotografía enviada por María Belén Lugea.
“Camino al hotel Centenario de Luis Varese”. Foto enviada por Lucio Strap.
Un restaurante en la entonces despoblada Playa de los Ingleses. El Centenario de Luis Varese - Foto enviada por Carlos Alberto De Adá a Fotos de Familia
Postal Antigua – Playa Saint James (Playa de Los Ingleses) y Confiteria Centenario, Hoy, Bahía Varese.
Tambien se observa el inconcluso Hotel Saint James – Documento enviado por Jorge Redondo. Tambien hay otra similar enviada por Ignacio Iriarte
“Playa Saint James – Luego Playa de Los Ingleses – Hoy Varese – Vemos el incipiente camino desde La Torre Belvedere (Torreón)”. Foto enviada por Jorge Redondo.
Postal del Hotel Centenario en sus comienzos - Foto enviada por Mónica Armayor.

Don Luis Varese habia nacido en Génova en 1875, de profesión  ebanista, arribando a la Argentina en 1893. Llegó a Mar del Plata en 1895, trabajó de su profesión primitiva, también fue electricista, luego empleado en “Confortable Hotel” hasta que se dedicó exitosamente a lo gastronómico y hotelero. 


Luis Varese, su esposa Elena y su hijo Enrique
Para contar como don Luis Varese arrancó con este emprendimiento, tenemos que aclarar que para la epoca el sector era muy accidentado. Para llegar a la playa, era necesario acceder desde la zona del Torreon , ya que la pendiente hasta el lugar era menos pronunciada que bajando por el peñasco, pero un afloramiento rocoso impedia el camino seguro desde ahí hasta la playa.



A la izq. Luiggi Varese,(hoy lleva su nombre un importante sector de Playa) le siguen los Sres. Etchegoren y Otárola. Foto Mateo Bonnin. Mar del Plata 1912. Colec. Angel J. Somma
Como para la construcción de la rambla se requeria piedra constantemente, parte del peñasco cercano al Torreon fue dinamitado: parte de su piedra cimentó la rambla Bristol como así tambien otras obras públicas y quien la dinamitó fué don Rizziero Manfredi, un picapedrero italiano quien con su socio, Juan Lagroia, habían sido contratados por la empresa Castello y Piquerez (empresa constructora de la rambla).


Luis Varese al frente de su hotel. Año 1918.
Hotel Centenario de Luis Varese. Año 1918

Por lo tanto, para la primera decada del siglo, el sector aledaño al Torreon habia quedado despejado permitiendo un suave declive hasta la playa como se ve en las fotografias anteriores. Gracias a ello,  era comun que los "enomarados" tomaran este camino para dirijirse a Playa de los Ingleses o Saint James, (como tambien se la llamaba debido a la cercania del gran hotel que se estaba construyendo en la cima del promontorio). Todo esto se potenciaba mas debido a la existencia de una mujer que adivinaba el porvenir y que vivia en esa playa, de la cual ya hemos hablado en otra oportunidad siendo conocida como Doña Gabina o "La vieja del hotelón"

Publicidad del Hotel Centerio de Luis Varese Aviso original de la revista del Círcolo Italiano de MdP en 1928. Foto enviada por el Lic. Angel J. Somma.

Temporal en la costa en la década del 20. La imagen corresponde a la actual zona de Varese, antes conocida como Playa de los Ingleses. La construcción que se observa pertenecería al hotel Centenario, sitio donde en aquel entonces se interrumpìa el camino costero. Foto enviada por Nilda Lago.
Postal del año 1919 que nos muestra el Hotel Centenario y el hotel Saint James, inconcluso y demolido sin estrenar. Este documento fue enviado por Carlos Alberto de Adá, quien comenta: “Como curiosidad notamos que ante la majestuosidad del Saint James , la postal solo dice , Hotel Centenario”.

Cuando Luis Varese llegó a Mar del Plata, en la primavera de 1895, la zona donde cumpliría el sueño que lo acompañaba desde que había salido del puerto de Génova se llamaba Playa Saint James o Playa de los Ingleses. El hotel homónimo era una figura que recortaba el horizonte en lo alto de la barranca. Y como nunca se terminó de construir, el edificio provocaba una mezcla extraña de admiración y también curiosidad por saber las verdaderas razones de su vida incompleta.

Hotel Centenario,c.1925.Archivo General de la Nacion. Aporte de Ignacio Iriarte para Fotos del Familia Diario La Capital.
“Hotel Centenario de Luis Varese – Playa de Los Ingleses – Década del ‘20 – Enviada por Jorge Redondo

Hotel Centenario de Luis Varese. Foto enviada por Enrique Mario Palacio.
-Postal del Hotel Centenario - Foto enviada por Mónica Armayor a Fotos de Familia
Playa de los Ingleses y Hotel Centenario. Foto enviada por Enrique Mario Palacio.

Pero con los años, la medialuna de mar, rocas y arena que va desde el Torreón del Monje a Cabo Corrientes fue rebautizada por las nuevas generaciones de marplatenses y turistas. La franja costera comenzó a conocerse como Playa Varese debido a que allí fue donde aquel inmigrante italiano, amante de los relojes y mobiliarios de lujo, trató de hacer su América construyendo el hotel que contribuyó a consolidar el sector que por entonces era muy poco frecuentado. Los nietos de don Luis Varese fueron testigos privilegiados y también protagonistas centrales de la vida del hotel. Allí trabajaron como lo habían hecho sus abuelos.


Postal del Hotel Centenario. Se empieza a construir el muelle que albergará al restaurante - Foto enviada por Mónica Armayor.
El Hotel Centenario, de Luis Varese. Estaba ubicado sobre el camino costero, al sur del Torreón, a la altura de la actual Avenida Colón. El camino junto al mar se interrumpía en este lugar y para seguir transitando se debía ascender por la calle que observamos a la derecha. Dicha senda todavía existe y termina a la altura de Rivas. Documento enviado por José Alberto Lago.
Foto de 1925. Vistas del Hotel Centenario ubicado en la denominada Playa de los Ingleses- Foto del Lic. Angel J. Somma enviada a Fotos de Familia

La trayectoria del hotel nos permite conocer detalles anónimos de las clases altas argentinas, aspectos como conocidos de los hijos de inmigrantes y la incertidumbre en las épocas políticas que llevaron, durante los tiempos de las dictaduras militares, a desaparecer del paisaje costero. Los primeros años del siglo XX fueron buenos para los emprendedores. 

Mar del Plata crecía al ritmo de la Belle Epoque y había muchas oportunidades para quienes tuvieran horizontes amplios. Con los ahorros de su trabajo en el Confortable, un hotel pequeño del centro, más el aporte de un socio francés apellidado Fonteneau, Luis Varese se dedicó a montar un restaurante y salón de té en el verano de 1908


Trabajos de construcción del muelle Varese. Foto enviada por Enrique Mario Palacio.
Postal coloreada del Hotel Centenario de Luis Varese (al fondo). Se nota la incipiente construcción del muelle que albergará en su parte superior al restaurante. Documento remitido por Mónica Armayor.
Postal del Hotel Centenario. Se aprecia la construcción del muelle. Documento enviado  por Mónica Armayor a Fotos de Familia del Diario La Capital
Foto de 1925. Vistas del Hotel Centenerario ubicado en la denominada Playa de los Ingleses. Tenía capacidad para 200 pasajeros, fue fundado en 1909-Lic. Angel J. Somma

Eligió un lugar todavía poco apreciado: las primeras porciones de terreno ribereño que morían en el mar apenas al sur del Torreón del Monje. Dos temporadas bastaron para que Luís se convenciera de que el negocio funcionaba y la zona estaba destinada a convertirse en un sitio clave del balneario. 


 Restaurant Varese “The Lunch” y Centenario Hotel. Foto enviada por Enrique Mario Palacio


Muelle Varese, Restaurant à la Carte. Foto enviada por Enrique Mario Palacio.

La voz de su esposa, Elena Fuenouill Ayassot, una piamontesa que rehusaba a confesar los años que tenía porque según ella así se le acortaba la vida, terminó por borrar todas las dudas. El historiador Marcelo Barili, hijo del recordado Roberto Tomás, señala que “era un recodo que los atrajo y con esa actitud recrearon la Playa Saint James y alargaron el balneario. Allí surgió con los años la primera descongestión, puesto que interpretando similares aspiraciones de las familias que buscaban evitar aglomeraciones se urbanizó el paisaje y se construyeron hoteles. También extendían las perspectivas de la ciudad, en lo alto de la loma de Stella Maris y en medio de manzanas de tierra virgen, solitarios palacetes y mansiones”.


Playa de Los Ingleses – Hotel Centenario, Muelle y Restaurant de Luis Varese – Aún sin la apertura del camino costero (Hoy Paseo Jesús de Galíndez)”. Enviada por Jorge Redondo
El Hotel Centenario, perteneciente a Luis Varese, poseía un muelle donde funcionaba un restaurante. El establecimiento marcaba el final del camino costero desde el Torreón hacia el sur. El camino que se ve en el ángulo inferior derecho es la bajada que todavía existe a la altura de la calle Rivas. Postal enviada por José Alberto Lago.


Playa de los Ingleses (actual Varese) cuando todavía no existía el camino costero (Paseo Jesús de Galindez). A la derecha vemos el muelle y al lado el Hotel Centenario de Luis Varese. Entre las construcciones levantadas sobre la playa se observa el primer hotel Bella Vista. Luego se convertiría en el tradicional edificio que remataba con un túnel y arcadas sobre el camino costero. Puede verse, también, un grupo de bañistas ingresando al mar tomándose de sogas. Esta foto, enviada por Marcelo Souza, se complementa con la 1784 que nos muestra el camino costero de norte a sur, interrumpido por el Hotel Centenario.

La belleza del paisaje no coincidía con las agresivas condiciones que tenía el terreno para la edificación. Las piedras del cordón rocoso de las Sierras de Tandilia impedían que se consolidara cualquier intento serio de construcción. Si pensamos que en aquellos años era una tarea difícil llegar hasta el sector, resulta muy meritoria la energía de Varese para agregar un par de habitaciones al restaurante y luego todas las ampliaciones que le permitió tener 120 habitaciones disponibles, más los cuartos de servicio para la comitiva que acompañaba a los huéspedes y los otros 75 reservados para el personal del hotel.

Antigua publicidad del Hotel Centenario. Guía Telefonica Año 1930

El Hotel Centenario de Luis Varese en su versión original. Se hallaba en Playa de Los Ingleses y marcaba el fin del camino costero, pasando el Torreón. Luego, con la construcción del camino, su forma varió. Notese con respecto al anterior, que se agregó otro piso y otra torre a su costado. Postal impresa por Talleres Gráficos La Capital enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia
“Vista de Playa de los Ingleses, década del `20, todavia sin el paseo costero, a la izquierda el Hotel Centenario, y en primer plano una “Cancha de Tenis”, que se encontraba en la bajada de Av. Colón y Av. Boulevard”. Foto enviada por Enrique Mario Palacio a Fotos de Familia
-La zona de Varese en la década del 30. El camino costero terminaba a la altura del Hotel Centenario, tal como se observa en esta foto enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia del Diario la Capital.


Publicidad de Octubre de 1928
Además estaba el amplio comedor y la confitería en el muelle, sobre el mar.“Mi abuelo decía que era el mejor lugar de la playa porque ahí salía el sol y la luna”, cuenta Guillermina Varese, hija de Enrique, el único heredero de don Luís. “Para él el mar era una fascinación potente, continua, envolvedora, de la ola sucesiva, de la inmensidad movible, apacible o atronadora que excita o amansa”.Hasta que murió, en 1950, los 40 años que dominó el timón del Centenario le permitieron adecuar el hotel a los tiempos cambiantes.

Hotel Centenario y panorámica de la Playa de los Ingleses. Imagen Angel Somma.
“Mi padre (Antonio Rubio Aretio) y el Dr. Fradebo pescando en la actual Varese, de fondo se ve el desaparecido “Hotel Centenario” en su esplendor (1945)”.Susana Beatriz Aretio.

Hay fotos que muestran ocho postales distintas que reflejan los cambios vividos con el paso de los años. Una es de 1924, cuando se construyó el camino que corría debajo de la explanada sur más conocido entonces como “el de la Gruta”,que unía el Torreón con el Centenario. Y para que el camino siguiera hasta Cabo Corrientes, Varese debió tirar abajo parte del hotel.“No sólo no tuvo problemas, sino que puso dinero para la construcción de la obra. Sabía que no era bueno para la zona” explica su nieta.

La bajada hacia Varese existente a la altura de la calle Rivas. Calculo que pertenece a la década del 40 o 50. Fotografía  enviada por Leticia Radolovich a Fotos de Familia
El Centenario estaba abierto desde los últimos días de Octubre hasta los primeros de Mayo. Se caracterizó tanto por la elevada categoría de los veraneantes y también por un hecho anecdótico: los rasgos personales de los cocineros del hotel.“Los Jefes de la cocina tenían fuerte carácter”, recuerda Luís, hermano de Guillermina, quien se hizo cargo del hotel cuando su padre murió en 1955.Y se ríe al decir que “o bien eran locos o borrachos, si no, no servían. Hubo uno, Cristoforone, un francés tan talentoso como revirado, que marcó todo un estilo en el hotel”. Los terrenos de la barranca siempre estuvieron bajo la jurisdicción provincial y los hoteleros trabajaban en carácter de concesionarios.


Hotel Centenario – Playa de Los Ingleses – Decada del ‘40. Notese que se agregó una ampliación hacia el frente con fachada curva. – Foto enviada por Jorge Redondo
Postal coloreada. Playa de los Ingleses, a la izquierda el Hotel Centenario, a la derecha el Muelle Varese. Notese que ya se encuentra construido el camino costero. Foto enviada por Enrique Mario Palacio.

En los primeros años del siglo el gobierno bonaerense brindó grandes facilidades a los empresarios privados para estimular las inversiones en la zona, pero esa política no duró demasiado. Durante el gobierno de Perón el sector fue intervenido y se modificaron las reglas de juego. “En el 40 se logró prolongar la concesión por 20 años más. Se hicieron grandes reformas y a los diez años se interrumpió el contrato y pasamos a depender del Estado.


El fin del hotel Saint James que se hallaba en el Paseo Jesús de Galindez,  Junto con otras construcciones del mismo sector - fue demolido a fines de la década del 70. Igual destino sufrió el Hotel Centenario Foto enviada por Anibal Blanco a Fotos de Familia del Diario la Capital

Estábamos obligados a recibir 30 plazas de turismo social por día”, puntualiza Luís. Las vicisitudes que padeció el Centenario desde aquel momento concluyeron cuando llegó la orden de desalojo, en Septiembre de 1972. Las idas y vueltas de dominio y la precarización de los permisos de explotación ya habían alejado las inversiones cuando el gobernador Bidegain decretó la expropiación definitiva y sin indemnización del hotel.


Década del ´80. Se puede ver el lugar donde era playa de Los Ingleses, sin los hoteles. Todavía no se habia comenzado a construir playa Varese. Foto enviada por Darío Gaitán a Fotos de Familia
Varese desde el mar en la década del 70. Se puede observar la desaparición de todos los hoteles que antiguamente poblaban la costa. Postal enviada por José Alberto Lago.

En el transcurso de 1973, el resto de los edificios de la playa que quedaban en pie pasaron también a manos de la Nación. La entonces Universidad Provincial de Mar del Plata, regida por Julio Aurelio, instaló en la carcaza del viejo Centenario el Instituto de Estudios Regionales (IER), centro de investigación utilizado por distintas facultades. El proyecto duró menos de un año, hasta le llegada de Arrigui, el sucesor de Aurelio. A fines de de los 70 la zona había dejado de ser la playa de los ingleses, aunque muchos marplatenses nativos todavía la recuerdan con ese nombre. La postal no merecía mostrarse: la zona estaba destruida y abandonada.


Playa Varese en el año 2003 - Ya sin el Hotel Centenario desde hace mas de 30 años

Su destino parecía previsible a medida que caían las hojas del almanaque. La ciudad fue designada subsede del Mundial de Fútbol 78 y había que embellecerla porque se aguardaba la visita de miles de turistas. No fue una obra de fácil resolución porque ni la dinamita alcanzó para derrotarlo. A don Luís el mar le había llevado dos veces el comedor completo del hotel y, hombre previsor había construido una fortaleza que debió ser desmantelada a martillo y cortafierros.


Actual playa Varese en la actualidad. Un balneario de jerarquia que recuerda con su nombre la labor tesonera de quien fuera su principal mentor.

Y pese a los cambios de la zona, el pasado no se aleja del todo. “No suelo ir porque es un lugar poblado de fantasmas”, confiesa el nieto de Luís. “Con el tiempo me fui acercando, despacio y cauteloso pues todavía me duele ver la palmera que vi plantar a mi abuelo, en completa soledad y mirando la playa”. Lo cierto es que mirar una foto panorámica de la playa de los ingleses de los años 20 es descubrir otra Mar del Plata. Los terrenos donde en los talones del siglo XIX se habían asentado los ingenieros y funcionarios del F C Sud, que habían extendido el ramal de Maipú hacia el mar, lucen edificados con hoteles similares al Centenario.

Todavía están escritos en la memoria nombres de hoteles como The Cottage, Sáenz, Bella Vista, la segunda versión del Saint James, Hurlingam, Old Boys, Montecarlo y Scafidi Algunos estaban barranca arriba y otros, abajo. La barranca también estaba salpicada por los chalets de Galtieri-quien fuera padre del Leopoldo Fortunato-,Magri, Ricci, San Martín, José Aronna, Carlos Pezzoni y Luis Raimondi, entre otros. Además estaba en la zona la usina auxiliar y una torre de Obras Sanitarias. Guillermina Varesse recuerda que “el Hotel Sáenz se construyó gracias a mi abuelo. Isabel, la esposa de Sáenz, trabajaba en el Centenario y la querían mucho porque era muy buena persona, muy trabajadora.

Don Luís le dio el dinero que necesitaron para que lo edificaran”. Al igual que el hotel Centenario, los edificios de la barranca baja siguieron en pie hasta los últimos años del 70.Luego fueron cayendo uno tras otro hasta que la fisonomía del sector quedó en el recuerdo. Antes del refulado de arena que extendió la playa, alguna tormenta brava se encargaba de mostrar las viejas marcas: rastros, huellas y cicatrices que nada saben del paso del tiempo.


Fuentes:
Revista Toledo con Todos
Fotos de Familia del Diario La Capital - 
Notas: Virginia Echarren - Lic. Angel J. Somma