Nació
en Plátanos el 21 de noviembre de 1917, a la vera del arroyo Las Conchitas. Fue
el mayor de ocho hermanos. Sus padres fueron: el arquitecto Alejandro Bustillo
y Blanca Ayerza, llamada por los conocidos simplemente como Cachita. Sus padres
se casaron en el año 1916 y vivieron muchos años contiguos a la estación de
Plátanos, en el hoy desaparecido chalet Claveles, que fue un regalo del padre
de la novia, Don Alfonso Ayerza, dueño del Haras Las Hormigas, a la feliz
pareja. Los hermanos se llaman: Jorge, Alejandro, Mario, Nelly, Marta, Blanca e
Inés. César, Jorge y Marta Bustillo, fueron bautizados en la iglesia de Santa
María de Hudson y están anotados en sus libros parroquiales.
Cesar Bustillo |
Los
cuatro hermanos varones, concurrían al colegio de San Salvador, en la ciudad de
Buenos Aires, para lo cual, todos los días, tomaban el tren de las 8, hasta
Plaza Constitución, donde los esperaba un taxi, contratado por su padre que los
llevaba hasta el colegio ubicado en la calle Callao. A la tarde realizaban el
viaje en sentido contrario, pero estaban autorizados a retirarse unos minutos
antes, para tomar el tren de las 19.22, hasta su hogar: Plátanos.
La estatua de la Venus de Milo en el medio del cauce del arroyo Las Conchitas. Al fondo y a la derecha se observan el chalet Los Claveles de Alejandro Bustillo. |
El
viaje en tren constituía un sinfín de aventuras, para estos chicos nacidos y
criados en las orillas del arroyo Las Conchitas. Una de las tantas cosas que
hacían, era llevar una flauta pequeña, para que su madre no se diera cuenta, y
pasaban por los vagones pidiendo alguna moneda. Otra travesura era sacar el
abono de segunda clase, en lugar del de primera, quedándose con la diferencia.
En aquellos tiempos de máquinas vaporeras del Ferrocarril del Sud, se viajaba
en dos tipos de vagones: de primera y segunda clase. Hoy eso ha desaparecido. Una
aventura más peligrosa era jugar en el puente ferroviario sobre el arroyo
cuando se acercaban alguna locomotora a vapor. Este puente ya no existe, fue
reconstruido en el año 1996. Ya mayor, estudió arquitectura como su padre, en
la Universidad de Buenos Aires, pero faltándole pocas materias, dejó la
carrera.
Su
nombre figura en el diccionario de artistas plásticos de la República
Argentina, en la página 64. Su obra magna, siempre desde mi punto de vista, son
los frescos del Hall de entrada del Hotel Provincial de Mar del Plata,
realizadas en 1948. Estas imágenes mezclan gauchos, caballos, atletas griegos y
toda la fauna marítima de Mar del Plata.
Cuando
se ingresa al Hotel Provincial, se puede leer sobre piedra negra el siguiente
nombre: César Bustillo. Pero fue incomprendido por las autoridades de esa época
y fue condenado a pintar taparrabos sobre la desnudez de su obra. Ana María de
Mena, biógrafa de César, nos dice: el crítico Fernando De María dijo que ellos
son los frescos más argentinos y viriles que ilustran una pared de mi patria y
al verlos, Siqueiros, el consagrado muralista azteca, comentó sobre Bustillo:
Qué lástima que no haya nacido en México. Una
obra suya pequeña de tamaño, pero de gran significado: es la piedra blanca
tallada en memoria de Guillermo Enrique Hudson, en el solar de los 25 Ombúes,
Florencio Varela.
El
trabajaba en una pobreza franciscana en su atelier de la calle 43, de Plátanos,
con los cuidados de la familia de Gregorio Serventi, siempre prefirió a sus
humildes amigos de Plátanos, entre ellos Leopoldo Herrera, y no las reuniones
de la elite porteña. Cuando falleció el 7 de abril de 1969, sus restos fueron
acompañados por tres hojitas de un árbol de su Plátanos natal, eran hojas de un
plátanos.
Atelier de Cesar Bustillo calle 43 de Plátanos |
Colocación del altorrelieve en piedra en el solar natal de Hudson en 1954. En el centro de la imagen está César Bustillo. |
Bajo
ese árbol, suponemos quizás, él y su novia en ese momento y luego su esposa,
Celina Sere, se juraron amor eterno. De ese árbol Don Gregorio llevó tres
hojitas, que acompañaron a César hasta su destino final. Este simple hecho
sirvió para que su hermano Mario, le dedicara unos versos al hermano ausente.
Los murales del Hotel Provincial
Después
de cinco años de hermetismo puede conocerse ahora el informe reservado sobre el
"caso Bustillo", pero su publicación no terminará seguramente con la
polémica inaugurada en 1948, cuando César Bustillo firmó sus murales en el hall
del Hotel Provincial de Mar del Plata.
César Bustillo (saco oscuro) frente a uno de los murales que ejecutó en el año 1948 |
Pintados,
repintados para ocultar púdicamente algunos desnudos que escandalizaron;
sucesivamente tapados por lienzos y destapados, los seis murales que cubren
alrededor de 200
metros cuadrados del también discutido hall del
Provincial, seguirán encontrando pocos defensores, más dedos que acusen y
también algunas opiniones neutrales que enjuician el trabajo pero se oponen a
su destrucción.
Los
murales de Bustillo fueron concebidos en 5 meses y ejecutados en 7.
Independientemente de la opinión que merezcan esas musculaturas hipertrofiadas,
esas aves infaltables, las alegorías insistentes y hasta la ubicación de alguna
langosta de mar, deberá admitirse que es poco tiempo de trabajo para un juicio
interminable.
Cesar Bustillo año 1962 |
En
1956, el gobierno de la provincia de Buenos Aires oficializó la polémica al
designar una comisión encargada de dictaminar sobre los valores de la obra y su
futuro. Jorge Romero Brest, Juan Ballester Peña, Héctor Basaldúa, Manuel Mujica
Láinez y Julio E. Payró presentaron sus informes a partir de noviembre de 1957.
Sus juicios y los juicios de Alejandro y César Bustillo, constituyeron las
piezas de este expediente oficial que ahora se lanza a la luz.
Lo
que sigue es una síntesis de esos documentos. Deliberadamente, se omiten de la
reseña las opiniones generales sobre la psicología de los turistas, las
impresiones de los expertos consultados sobre cuestiones marginales al trabajo
mismo y todo aquello que no reviste un interés directo vinculado con la
polémica misma.
Inexperiencia
En
su informe de 2500 palabras, Julio E, Payró afirma, entre otras cosas:
•
En el momento de cumplir su trabajo, César Bustillo no era un artista
prominente, ni siquiera un pintor conocido a través de una larga, abundante o
señalada producción. Era un joven principiante. Después de entonces no sé que
haya vuelto a manifestarse, por lo menos notoriamente, como pintor.
•
Ignoro por qué fue preferido a maestros consagrados como Emilio Petorutti, Lino
Eneas Spilinbergo, Horacio Butler, Emilio Centurión, Jorge Soto Acebal y otros.
•
César Bustillo realizó su tarea, como era de preverse, dada su juventud. con
inexperiencia e inmadurez. Librado a sus recursos técnicos limitados, a la
indecisión conceptual y estilística propia de sus pocos años, no parece haberse
dado cuenta de la considerable responsabilidad que asumía.
•
Los temas elegidos no eran apropiados para decorar ese hall. Las composiciones,
el dibujo, el color, la factura misma de sus trabajos resultaron deficientes.
El pintor osciló peligrosamente, en cuanto a los medios de expresión entre el
formulismo académico y las exageraciones de cuño surrealista. Por un lado,
figuras convencionales; por otro, monstruosas deformaciones que no se
justifican por el logro defina mayor expresividad.
•
La gama cromática de ocres, negros, grises, sucios rosados y verdes
desagradables produce un efecto deprimente.
•
Cuando se inauguró la obra, herían los sentimientos de decencia del público
ciertas turgencias, harto elocuentes. Afortunadamente aquello fue ocultado
posteriormente. Siguen en cambio resultando ofensivas escenas como aquella de
los juegos en la playa, en que un mancebo asusta a una joven acercándole a la
cara un cangrejo y al pubis una enorme langosta.
•
Por todo ello, las pinturas murales de César Bustillo se sitúan, creo, en los
estrados más bajos de la creación artística.
Obsesión del desnudo
El
informe conjunto de Manuel Mujica Láinez y de Jorge Romero Brest, no es menos
extenso:
•
El autor creó formas alegóricas que de manera vaga se refieren al lugar o la
región. Ningún turista podrá descubrir, al menos fácilmente, su sentido: 1)
porque a diferencia de los hombres del siglo pasado, los de este siglo no
tienen lo que podría llamarse una actitud alegórica; 2) porque se trata de
alegorías herméticas, difíciles de interpretar.
•
Los frescos chocan al visitante, le sorprenden y provocan que desvíe su mirada.
•
El autor parece tener la obsesión del desnudo y por ello se ha valido de
desnudos en cantidad, excesiva en 5 de los 6 frescos, a nuestro juicio.
Mural de Cesar Bustillo en el Hotel Provincia. Gentileza Pasqualino Marchese |
•
El ojo del espectador no reposa nunca a causa del permanente subir y bajar o
desplazarse hacia los costados a que lo obligan las composiciones.
Consecuencia: fragmentación o unidad arbitraria que finalmente provoca el
rechazo de la visión por cansancio.
•
Espacio inexistente, plásticamente hablando, que sólo actúa como fondo para
exagerar la violencia dinámica de las figuras y hacer que parezcan mis
grotescas aún. Una buena asimilación del arte de Miguel Ángel (aparte de lo
anacrónico —sic— que resulta inspirarse en este genio del
"cinquecento" italiano) le habría permitido sortear muchos de estos
inconvenientes.
•
Ningún respeto por la anatomía, se comprende, pero tampoco por la lógica de las
formas.
•
Dibujo: revela habilidad para plantearse difíciles problemas de movimiento,
pero la línea carece en absoluto de expresión.
•
Juicio de Resumen: Se ve que el autor era un hombre muy joven cuando hizo estas
decoraciones y que no trepidó, por esa misma juventud, acaso, en proponerse una
obra que debió exigirle, por lo menos, años de meditación y de trabajo.
El
resultado es una obra que indica esfuerzo, coraje, temeridad, pero no esa
conciencia artística que a pesar del error o el fracaso, puede producir
satisfacción ante la obra de un hombre que se expresa.
Gusto chabacano
En
pocas palabras Juan Ballester Peña produjo su informe. Después de destacar
aspectos plásticos similares a los anteriores, afirma:
•
Construcción efectista de gusto chabacano. Basta ver en "Juego en la
playa" un desnudo-hombre que coloca una langosta de mar en el sexo del
desnudo-mujer, para ya tener un juicio negativo. No quisiera pecar de exagerado
pero esta es una de esas obras a las cuales no se le puede hacer crítica
alguna, dada la carencia de materia a analizar que impide el análisis mismo.
Ciertas cualidades
En
tono y sentido difiere, en cambio, el informe presentado por Héctor Basaldúa:
•
Las pinturas murales, por su composición, por su dibujo y por su color, son
poco adecuadas al lugar en que se encuentran, pese a que parcialmente revelan ciertas
cualidades plásticas.
•
Considero peligroso el hecho de que estimar como inadecuada a una obra
signifique su destrucción (toda destrucción del fruto de un esfuerzo sano es
condenable). Ello puede ser el comienzo de un camino que nadie desea.
•
Creo necesaria la intervención del autor en este problema, ya que es el
indicado para decidir sobre el destino de sus trabajos.
Las defensas
El
6 de agosto de 1957, el pintor Bustillo respondió al ser interrogado sobre el
origen de la contratación, orden o licencia para la ejecución de los trabajos:
"Fui encargado de su ejecución sin cargo alguno para la Provincia, desde
luego. Fue un trabajo que hice, pues, con carácter "ad honorem". Mi
padre depositó su confianza en mí".
"Ahora yo preguntaría, a mi vez: ¿qué razón tan
urgente mueve al gobierno provisorio a tomar una determinación de tanta
trascendencia artística? ¿Hay acaso una razón de Estado que obligue a proceder
así "Manus militares" (sic) contra una obra de arte y la reputación
de un artista argentino? ¿Es así como retribuye el gobierno mi generoso
esfuerzo? Que esta medida fuera propiciada y aun cometida por los hombres
incultos y deshonestos de la tiranía, vaya y pase, pero ¿no ha triunfado acaso
con la Revolución, la legalidad, la cultura y el respeto democrático por todos
los valores y derechos?".
Padre
e hijo, Alejandro y César Bustillo, respondieron a las críticas en una nota
extensa que fue incorporada a este expediente reservado. En síntesis, los
imputados responden a cada uno de los llamados a dar su opinión:
•
Informe Mujica Láinez-Brest: Llama la atención ver la firma del señor Mujica al
pie del informe. Es de todos sabido que comprometió públicamente su opinión,
adversa a los frescos y, por lo tanto, quedaba de hecho inhabilitado para
actuar en este juicio. Otro tanto puede decirse del señor Romero Brest que hizo
suyo el informe. Resumen: un estudio superficial, lleno de incongruencias y
demasías (atacan también a la arquitectura ).
•
Informe Payró: Evidentemente, desmedido, injusto e imprudente, ya que condena
obra y autor sin conocer su persona, su vida y su obra.
•
Informe Ballester Peña: Según los firmantes, este informe estaría basado sobre
un rechazo a la proposición del señor Ballester Peña que solicitó — afirman—
autorización para pintar los murales.
•
Informe Basaldúa: El señor Basaldúa es un auténtico valor y un pintor
consagrado y respetado. Su informe, como corresponde a un artista, es medido y
respetuoso. No gusta de los frescos, se ve, pero respeta obra y autor. A
nosotros no nos gusta, a veces, lo que pinta el señor Basaldúa, pero no dejamos
de reconocer su honestidad y su condición de artista, además de su talento. Esa
es la posición justa.
Documental Cesar Bustillo
Gentileza Cultura Berazategui
Fuentes:
PRIMERA
PLANA - 22 de Enero de 1963
Rodolfo
Cabral - https://museovirtualbegui.com.ar/articulo.php?id=191
Pasqualino Marchese - http://www.imagenesmardelplata.com.ar/CesarBustillo.htm
db
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