Instituto Nacional de Epidemiología - Foto extraida del sitio www.vihda.org.ar |
El edificio del Lavadero del antiguo Hospital y Asilo Marítimo, y hoy Instituto Nacional de Epidemiología Dr. Juan H. Jara, comprende dicho conjunto entre otros, los pabellones del antiguo hotel Alemán, construido aproximadamente en el año 1880, los Pabellones construidos por las Damas de Beneficencia en 1893, las ampliaciones ejecutadas en 1920 como Sanatorio Marítimo y la Capilla ejecutada por el arquitecto Walter Bassett Smith en 1915.
Antiguo Hotel Alemán, luego Instituto Nacional de Epidemiología. |
Antiguo Hotel Alemán, luego Instituto Nacional de Epidemiología. Foto enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia del Diario La Capital |
Sanatorio Marítimo. Notesé el camino de tierra. Antigua postal de Mar del Plata de principios de siglo. |
Instituto Nacional de Epidemiología. Anselmo Vita. Fotos de Familia Diario La Capital |
Inareps. Patio de recreo para niños. Se visualiza el aljibe que permanece en la actualidad. |
Constituye el conjunto uno de los bienes patrimoniales de mayor antigüedad y significación de Mar del Plata. Es un testimonio arquitectónico y cultural que ha acompañado la evolución e historia de la ciudad desde sus orígenes, desarrollando siempre funciones de interés y reconocimiento social.
Instituto Nacional de Epidemiología - Foto extraída del sitio Patrimonio Arquitectonico Marplatense de Oscar Casemayor |
En los terrenos del antiguo Hotel
Alemán de Augusto Cilander, que en septiembre de 1893 fue transformado en el
Asilo Marítimo para enfermos de tuberculosis. En
el año 1914 fue construido el edificio de servicio, que funcionaría como lavadero
siendo un buen exponente de la tradición pintoresquista de raíz inglesa, es
decir, aquella que recuperó el clasicismo hacia 1900 luego del largo período
victoriano donde primaron el estilo neogótico y la estética medievalistas del
movimiento Arts & Crafts.
Instituto Nacional de Epidemiología - Foto extraída del sitio Patrimonio Arquitectonico Marplatense de Oscar Casemayor |
El
lavadero se ubicó en la manzana comprendida entre las calles Ituzaingó, XX de septiembre,
Necochea y España donde ya existía el edificio de la caballeriza y otros anexos
al asilo. El proyecto del edificio del lavadero fue realizado por el arquitecto
británico Walter Bassett Smith de importante actuación en la Argentina por tres
décadas y autor de innumerables edificios en la ciudad, especialmente casas de
campo, de veraneo y cascos de estancias. En estas obras acudió a elementos de
los estilos neogótico y neorrománico adaptándolos al estilo pintoresquista.
En el mismo año 1900 Jara, que tenía 31 años, tomó posesión de la dirección del Hospital y Asilo Marítimo, destinado al tratamiento de niños débiles y anémicos, y enfermos agudos de tuberculosis. Su capacidad era de 170 camas. Su alojamiento se encontraba dentro del mismo edificio. Visitaba a sus pacientes todos los días, inclusive domingos y feriados. El contrato preveía que también podía desempeñar su profesión en forma particular. La administración del Hospital fue entregada a las religiosas de la Congregación de Hijas de María del Huerto, que también atendían las salas y dormitorios. Antes de que llegara a Mar del Plata, otros médicos se habían radicado en esta ciudad, entre ellos Arturo Alió. Tuvo una buena relación con sus colegas.
Contrajo matrimonio en 1901 y tuvo tres hijas. Una de ellas, María Carolina, murió a los ocho años. Era integrante del primer directorio del Establecimiento de Caridad, que luego daría origen al Hospital Mar del Plata, cuya piedra fundamental fue colocada en 1903. La gente de escasos recursos lo llamaban “médico de los pobres”, pues nunca cobró a los humildes por las consultas; además, trataba de procurarles los medicamentos que necesitaban. Se caracterizaba por su conducta espontánea, era un verdadero filántropo un tanto carismático. Tenía gran capacidad de trabajo, nunca parecía apurado o fatigado, dedicaba a sus pacientes todo el tiempo necesario. No llegó a ser una persona de fortuna, a pesar de que atendió a la mayoría de las familias marplatenses y de los veraneantes.
Con el Dr. Rodriguez Egaña
El Dr. Juan Héctor
Jara
Médico director del Hospital y Asilo Marítimo,
que funcionaba en la manzana donde actualmente se encuentra el Instituto
Nacional de Epidemiología. Dicho establecimiento era propiedad de la Sociedad
de Beneficencia, entidad privada de la que formaban parte damas de la “alta
sociedad” o “aristocracia” argentina.
Jara había nacido en 1869 en
la ciudad de Bella Vista, provincia de Corrientes. Su infancia fue traumática,
pues fallecieron sus padres y el único hermano, por lo que su tía debió hacerse
cargo del niño. Concurrió a la escuela primaria de la ciudad natal y al Colegio
Nacional de Corrientes capital. A los 19 años (1889) ingresa a la Facultad de
Medicina de la Universidad de Buenos Aires. Realizó las prácticas en el
Hospital Rivadavia y en 1898 obtuvo su título de médico.
Dr. Hector Jara |
Niñas del Hospital Marítimo de Mar del Plata (al que pertenecía el “Solarium”) |
Por motivos que desconocemos,
al año siguiente se trasladó a General Belgrano, provincia de Buenos Aires,
donde comenzó el ejercicio de su profesión. De trato cordial, ganó la simpatía
de los habitantes, que valoraban el hecho de que no cobrara honorarios a los
pobres. Al año siguiente la informaron que la Sociedad de Beneficencia buscaba
un médico para dirigir un establecimiento destinado a la atención de niños.
Viajó entonces a la Capital Federal y fue contratado por la Sociedad. En ese
entonces no existía la pediatría como especialidad, sino que los médicos que
elegían atender a los niños lo hacían por vocación.
Casa de Juan H. Jara construida en 1905 en Chacabuco 3240 cercano al complejo del Hospital Marítimo- Foto de Carlos Alberto Raso enviada a Fotos de Familia del Diario La Capital |
En el mismo año 1900 Jara, que tenía 31 años, tomó posesión de la dirección del Hospital y Asilo Marítimo, destinado al tratamiento de niños débiles y anémicos, y enfermos agudos de tuberculosis. Su capacidad era de 170 camas. Su alojamiento se encontraba dentro del mismo edificio. Visitaba a sus pacientes todos los días, inclusive domingos y feriados. El contrato preveía que también podía desempeñar su profesión en forma particular. La administración del Hospital fue entregada a las religiosas de la Congregación de Hijas de María del Huerto, que también atendían las salas y dormitorios. Antes de que llegara a Mar del Plata, otros médicos se habían radicado en esta ciudad, entre ellos Arturo Alió. Tuvo una buena relación con sus colegas.
Contrajo matrimonio en 1901 y tuvo tres hijas. Una de ellas, María Carolina, murió a los ocho años. Era integrante del primer directorio del Establecimiento de Caridad, que luego daría origen al Hospital Mar del Plata, cuya piedra fundamental fue colocada en 1903. La gente de escasos recursos lo llamaban “médico de los pobres”, pues nunca cobró a los humildes por las consultas; además, trataba de procurarles los medicamentos que necesitaban. Se caracterizaba por su conducta espontánea, era un verdadero filántropo un tanto carismático. Tenía gran capacidad de trabajo, nunca parecía apurado o fatigado, dedicaba a sus pacientes todo el tiempo necesario. No llegó a ser una persona de fortuna, a pesar de que atendió a la mayoría de las familias marplatenses y de los veraneantes.
“Postal 22 de febrero de 1909 – Chalet Las Dos Elenas del Dr. Juan H. Jara – Ayacucho 3340 Construido en 1905 por Alberto Dini – Demolido en 1975 – Enviada por Jorge Redondo a Fotos de Familia |
Sus propiedades eran un
chalet situado en Ayacucho 3340 y una quinta de tres hectáreas. Su consultorio
particular estaba ubicado en San Martín al 2400. Fue presidente del Círculo de
Obreros Católicos, médico de la policía y de los ferroviarios, consejero
escolar, profesor en el Colegio Nacional y director del Solarium, también
dependiente de la Sociedad de Beneficencia.
Falleció en 1920 en la Capital Federal, adonde había sido
trasladado para su mejor atención. Tenía 51 años. Fue alojado en el cementerio
de Recoleta. En su memoria, fue esculpido un busto que se colocó en el hall de
entrada del I.N.E. (ingreso por calle Ayacucho) y se construyó un mausoleo en
el cementerio de la Loma, previsto en una ordenanza y llevado a la realidad por
la acción del Centro Médico de Mar del Plata y la Municipalidad de General
Pueyrredón.
Con el Dr. Rodriguez Egaña
En una nota concedida al
reportero de Caras y Caretas Sr. Juan Jose de Soiza Reilly el 8 de febrero de
1930 al Director del Hospital Maritimo – Dr. Alberto Rodríguez Egaña, se
permite verificar el perfil del profesional a cargo de las tras instituciones y
sus preocupaciones con el terrible flagelo de la tuberculosis que flagelaba a
la sociedad de aquella época. A continuación se transcriben los siguientes
comentarios:
“El Doctor Alberto
Rodriguez Egaña dirige, además del “Solarium”, el Hospital Marítimo y el Asilo
Unzué, que la Sociedad de Beneficencia posee en Mar del Plata. Más que el
director técnico, es el alma de esas instituciones. Con que cariño, con que
ternura va mostrándome todas las dependencias y con que admiración elogia la
obra de las excelsas damas argentinas. Nombrado director hace ocho años -electo
por concurso- prefirió abandonar su residencia de Buenos Aires para instalarse aquí,
abnegadamente en Mar del Plata y consagrarse invierno y verano a los niños. Solo
va a Buenos Aires para dictar sus cátedras en la Facultad de Medicina, como
docente libre de Patología Quirúrgica. En Norteamérica se especializó en la
materia frecuentando las aulas y las clínicas donde se estudian con preferencia
esas enfermedades. Acaba de ser designado para el II Congreso de Cirugía a
realizarse en julio como relator del tema: Estado actual del tratamiento del
mal de Pott en los Niños…”
Los males modernos
“Yo elogio la
utilidad del “Solarium”. El Dr. Odriguez Egaña me responde:
-¡Lástima que no
podamos hacer todo lo que debiera hecerse! Faltan recursos para ampliar el
establecimiento. Estamos obligados a rechazar muchos enfermos que aquí se
curarian. La Sociedad de Beneficencia realiza una obra heroica con lo mucho que
hace. Pero escasea el dinero. Es menester ampliar la playa. En el Hospital Marítimo
apenas caben 220 niños y en el “Solarium” 130. Luego me habla de la enorme difusión
de la tuberculosis a los huesos. Especialmente entre los niños. El único
remedio está en la cirugía y en los rayos solares. Sobretodo el tratamiento del
sol a la orilla del mar. En Europa se prefiere a veces el sol en la montaña. Pero
en nuestro país, las únicas montañas que tenemos no sirven por el clima por las
continuas tempestades, por la falta de comunicaciones, por el aislamiento de
las nieves en que estarian bloqueados los enfermos.
-La estadística de
esta clase de enfermedades-agrega el Dr. Rodríguez Egaña- es de sobra
inquietante, no solo en los niños. También en los adultos. Sin embargo,
carecemos de establecimientos especiales donde los enfermos puedan ser atendidos
de acuerdo con las practicas modernas. En todos los hospitales de la República abundan
los perseguidos por el mal de Pott, por la osteo artritis, por la tuberculosis
a la cadera, a la rodilla, a los pies y a los brazos. Mezclados a los otros
enfermos no pueden ser sometidos a la técnica propia que aconsejan los
especialistas. Los poderes públicos están en el deber de prestar atención a
este asunto muy grave. Si el gobierno creara un sanatorio quirúrgico de
tuberculosis para adultos, con un “solarium” a la orilla del mar, yo creo que
cuatrocientas camas serian pocas para atender a los pacientes. Además, con ello
se obtendría un enorme beneficio científico: la especialización de los
estudios, la formación de los médicos especiales capaces de afrontar el peligro
que nos viene encima.
En efecto la estadística
de estos males que avanzan de un modo asombroso, debería conmover al gobierno
argentino. Basta observar la mortalidad general en los casos de mal de Pott, el
terrible flagelo que agotó en pocos años la vida de dos brillantes escritores
nacionales: Alberta Tena y Ricardo Guiraldes.
En el “Solarium”
sobre 222 casos de mal de Pott, han fallecido 33, han mejorado 27 y han logrado
curarse 50. Los porcentajes de mortalidad en las demás enfermedades de esa índole,
disminuyen mediante el tratamiento del “solarium” pero en Buenos Aires el
porcentaje de las victimas de la tuberculosis a los huesos llega a cifras que
espantan: 90 por ciento.
-Y para
olmo-agrega el Dr. Rodríguez Egaña- no hay un solo hospital que este en
condiciones científicas apropiadas para salvar de la muerte a los contaminados.
Capilla Nuestra Sra. del Huerto
La
capilla, que también perteneció al Asilo y está ubicada sobre la calle
Ayacucho, fue proyectada por W.B. Bassett Smith y B. H. Collcutt y sus planos
se aprobaron el 20 de marzo de 1912, de estilo neogótico con influencias
inglesas fue construida por la firma Manelli y Lemmi, e inaugurada en 1915 es
una expresión de la corriente eclecticista que caracterizó la arquitectura
nacional de principios de siglo, encuadrada en el estilo neogótico inglés.
Esta
correspondencia estilística, con sus particularidades formales, la revela como
un elemento singular dentro del conjunto edilicio, cuyas fachadas principales
presentan un lenguaje italianizante.
Capilla Nuestra Sra. del Huerto - Foto extraida del Diario La Capital |
Fachada lateral de la capilla. Se pueden observar loscontrafuertes dispuestos ritmicamente con pinaculos de remate. Foto extraida del sitio Patrimonio Arquitectonico Marplatense de Oscar Casemayor. |
Construida
para anexarse al sanatorio existente, fue ubicada respetando la estructura original
de cuatro patios y pabellones. La capilla se encuentra implantada de espaldas a
la calle, mostrando su frente hacia el interior de la manzana. Al acceso
principal se llega a través de un patio interior orientado al Sur, mientras dos
espacios abiertos delimitan sus laterales que contienen las puertas de acceso
secundario, y otro de acceso a la sacristía. La planta, de composición
simétrica, está generada a partir de la adición de tres volúmenes que se
corresponden con las diversas áreas pertenecientes a la liturgia: el atrio, la
capilla propiamente dicha y la sacristía.
Frente de la capilla - Foto extraida del sitio Patrimonio Arquitectonico Marplatense de Oscar Casemayor. |
El
atrio se ubica en un cuerpo menor con cubierta a dos aguas. La capilla, de una
sola nave es el volumen de mayor escala. Su cubierta, de fuerte pendiente es de
tejuelas de zinc con muros de carga sobre la fachada principal, respeta la
curvatura del ábside del altar, visible desde la calle Ayacucho al asomar sobre
la sacristía, un cuerpo más bajo y de techo plano, que reconstruye la Línea
Municipal. Los muros de gran espesor, son de mampostería de ladrillos
revocados, con contrafuertes dispuestos rítmicamente y pináculos de remate. El
revoque, en el exterior y en el interior, es de tipo símil piedra con marcado
de falsos sillares y terminación moldurada en zócalo, remate, vanos de
carpinterías y guardapolvos curvos, en complemento con recursos ornamentales
diversos como denticulados, hornacinas y cruces de remate. Del cuerpo principal
hacia el ábside se eleva el pequeño campanario.
Detalle del frontis principal en la fachada de acceso. Foto extraida del sitio Patrimonio Arquitectonico Marplatense de Oscar Casemayor. |
Todas
las carpinterías presentan dinteles en arco apuntado. Las ventanas laterales de
la Capilla, en las que domina la verticalidad, están dispuestas entre los
contrafuertes. Se trata de carpinterías metálicas con hojas basculantes
conformadas por ángulos de hierro. En la sacristía las ventanas son
carpinterías de madera con una hoja de abrir y se presentan en grupos de tres.
Constituye una excepción la ventana circular del coro, con vidrio repartido
coloreado, ubicada sobre la fachada de acceso a modo de rosetón. Las puertas,
también con arco apuntado, son de doble hoja a excepción de las de la
Sacristía. Están conformadas por tablas de madera y herrajes de hierro forjado
con pernios de elaborada ornamentación. Es de destacar, por su cualidad artística
la puerta vaivén que une el atrio y la nave principal, en cuyo colorido vitral
se descubre la firma del autor: A. Vilella
Fachada lateral de la capilla. Se pueden observar loscontrafuertes dispuestos ritmicamente con pinaculos de remate. Foto extraida del sitio Patrimonio Arquitectonico Marplatense de Oscar Casemayor. |
Patio lateral del conjunto - Foto extraida del sitio Mi Nikon y yo |
Patio lateral del conjunto - Foto extraida del sitio Mi Nikon y yo |
En
el interior el espacio está pautado por una sucesión de pilastras que se
corresponden con los contrafuertes en el exterior. Los pisos son de baldosas
calcáreas graníticas de 20x20cm con juntas rectas. En su disposición se
alternan las tramas ortogonal y diagonal. Del mismo material son las guardas
ornamentales y las bandas lisas en color negro, que demarcan diversos sectores
en el espacio de la capilla. En la planta alta se ubica el coro, al cual se
accede por una escalera de piedra ubicada a un lado del atrio. El piso del coro
es de tablillas de madera. En el interior el mobiliario de madera al igual que
el altar con detalles dorados. Sobre el ábside que contiene al altar se aplican
pinturas murales de gran colorido. Delimita el presbiterio una reja artística
con rizos y cuadrifolios ornamentales.
Biblioteca Dr. Mario H. Zerbini
La
biblioteca Dr. Mario H. Zerbini, fue creada el 2 de abril de 1947, la misma
funciona en el Instituto Nacional de Epidemiología que tuvo su origen en el
Antiguo Asilo y Hospital o Sanatorio Marítimo, creado en Mar del Plata el 30 de
septiembre de 1893 dependiente de la Sociedad de Beneficencia de la Capital
Federal.
Fue
destinado al tratamiento de pacientes con tuberculosis, con internación en el
establecimiento ubicado en Ituzaingó 3520. Posteriormente pasó a depender de las
autoridades nacionales de Salud Pública y en abril de 1968 la Secretaría de
Salud Pública de la Nación, lo transforma en Centro Nacional de Lucha
Antituberculosa. Las necesidades de la población posibilitaron incorporar el
estudio y control de otras enfermedades prevalentes, tales como Enfermedades de
Transmisión Sexual, Enfermedad de Chagas Mazza o hepatitis, con un enfoque epidemiológico.
El
23 de junio de 1971 sobre las bases del Centro Nacional de Lucha
Antituberculosa, se creó el INSTITUTO NACIONAL DE EPIDEMIOLOGÍA DR. JUAN H.J ARA,
cuyas funciones son las de Investigación y Docencia. A partir del 6 de junio de
1980 el I.N.E. lleva el nombre de Dr. Juan H. Jara como homenaje y merecido
reconocimiento a quien, en su oportunidad dedicó incondicionalmente su
capacidad profesional y humana a la institución. La Biblioteca Dr. Mario H. Zerbini
fue llamada así, en homenaje a un prestigioso médico que integró el equipo del
Área Piloto de Demostración de Lucha Antituberculosa y cuyo fallecimiento
inesperado se produjo en 1966.
Enfermedades transmitidas por alimentos
(ETA) y Zoonosis:
El
I.N.E. Dr.Juan H.Jara tiene desde su creación en 1971 una larga trayectoria en
el tema. Coincidentemente en ese año se estudió un brote de hepatitis
infecciosa epidémica, trasmitida por ingesta de agua contaminada que afectó a
estudiantes de escuelas secundarias de Mar del Plata que habían concurrido en
viaje de egresados a una ciudad de la Patagonia Argentina.
En
el transcurso de los años subsiguientes el servicio participó en otras
investigaciones de brotes de ETA, en asesoramiento a Municipios y Jurisdicciones
del país, en una intensa actividad docente y en exposiciones en Jornadas y
Congresos. El servicio de ETA y Zoonosis es creado oficialmente en 1993,
incorporado al organigrama del INE por estructura aprobada y concursada por el
Ministerio de Salud de la Nación.
En
más de 20 brotes entre los que se destacan la identificación de agentes como
triquinosis, Hepatitis A, Salmonelosis y Aditivos (Bromato de Potasio y Acido
nicotínico). En 1992 se realizó en el INE el 1er. Taller de Epidemiología de la
ETA al que concurrieron 51 profesionales oriundos de 16 provincias de cual
surge la elaboración y el dictado del curso de Epidemiología y control de las
ETA. Curso regular anual desde 1992 de Epidemiología y Control de las ETA por
Educación a distancia con un promedio de asistencia de 40 participantes (entre
profesionales y técnicos).
Paralelamente
se ofrece a las Provincias y Municipios, el curso a demanda de Epidemiología y
Control de las ETA, por educación a distancia, integrado a los Servicios de
Salud locales el cual se realizó en: 1995, Córdoba (Capital) y Río Gallegos
(Pcia. de Santa Cruz) 1999-2000, Ciudad de Bs. As. Asociación Argentina de
Tecnólogos de Alimentos.
Con
el fin de capacitar en menor tiempo al equipo de salud comprometido con el
control de las ETA en las Provincias y Municipios. Se elaboró y dictó el: Taller
de Introducción a la Epidemiología de las ETA Presencial a Demanda de 24 hs.
docente, con elaboración del Manual para el alumno el cual se realizó en
distintos Municipios, Provincias y Universidades.
A
solicitud de la Comisión Nacional de Cólera y organizado por la Dirección
Nacional de Medicina Sanitaria, el servicio de ETA y Zoonosis fue convocado
para la elaboración y dictado del Taller de Investigación de Brote y Vigilancia
Epidemiológica desde 1992 a
1999 en más de 10 provincias del país. El Servicio elaboró un Manual de
Educación para la salud para este grupo de trabajadores, el cual fue requerido
en 6 (seis) oportunidades por Provincia o Municipios. En 1990 integró la
comisión Intersectorial de vigilancia y Prevención del Cólera del Partido de
General Pueyrredón.
En
1988 en el Congreso Argentino de ciencias Veterinarias, el INE participó en el
1er. Taller de Vigilancia epidemiológica de las ETA. En 1988 se crea la RAVETA
(Red Argentina de vigilancia de las ETA) Desde 1988 a 1999 se publica el
Boletín de RAVETA del cual el INE es integrante de la comisión directiva en el
área capacitación. En 1999 la Elaboración del Capítulo de Intoxicaciones por
alimentos y Vigilancia Epidemiológica para el curso de Post Grado de
Toxicología Clínica (Proyecto Universidad Abierta – Secretaría Académica de la
Universidad Nacional de Mar del Plata) Convenio INE y Ministerio de Salud de la
Nación.
Prestigio Internacional
Siguiendo
en esta línea de comentarios, el Instituto Nacional de Epidemiología Dr.Juan H.
Jara de la Ciudad de Mar del Plata ha celebrado convenios de colaboración con
diversas instituciones y organismos locales, nacionales e Internacionales como
así también con empresas:
- Universidad Nacional de Mar del Plata
- Facultad de Ciencias Veterinarias
- Universidad Nacional de La Plata:
- Facultad de Ciencias Médicas: Cátedra de Salud, Medicina y Sociedad, Cátedra de Higiene, Medicina Preventiva y Social y Centro Interdisciplinario Universitario para la Salud
- Instituto Universitario de Infectología
- Universidad de Fraternidades Santo Tomás de Aquino, FASTA Proyecto Sistema Informático para Vigilancia Nacional de las Infecciones Hospitalarias
- Facultad de Ingeniería – Área Informática
- Empresa Microsoft/ Software Informático
- Universidad Nacional de Río Cuarto: Facultad de Ciencias Exactas, Físico Químicas y Naturales
- Universidad Nacional del Comahue: Centro Regional Universitario Bariloche
- Universidad del Salvador Facultad de Medicina
- Universidad Andina Simón Bolívar, Sucre, Bolivia:
- Instituto Superior de Ciencias Médicas
- Instituto Superior de Ciencias Médicas Calixto García, La Habana, Cuba
Fuentes:
Melecia Granero “La Arquitectura
Ecléctica de Mar del Plata en 1890-1930”
http://www.fba.unlp.edu.ar/news/SCYTEC/PDF/GRANERO.pdf
Lic. Angel J. Somma – Fotos de Familia
del Diario La Capital
Nota extraido del sitio “Conexiones” / Juan Hector Jara / por Gerardo Celemín http://conexionesmdp.es.tl/Juan-H-e2-ctor-Jara.htm
Nota extraido del sitio “Conexiones” / Juan Hector Jara / por Gerardo Celemín http://conexionesmdp.es.tl/Juan-H-e2-ctor-Jara.htm
Notas extraidas del sitio oficial del Instituto Nacional de Epidemiología /
Historia
La Casa del Dr. Juan Hector Jara, paso a ser la vivienda de Carlos Alberto Raso (desde 1944 a 1962), luego paso a ser el Hotel San Alberto, Chacabuco 3240 casi esquina Av. Independencia, lugar donde vacacionamos con mi familia durante muchos años y hoy 23/03/2022 mi hermano Omar y yo lo estamos recordando con mucho cariño también a las familias que nos hospedaban Doña Isabel, su esposo y sus 3 Hijos, como también después a la Familia Mozo con sus 3 niños. Hermoso recuerdo porque el Hotel ya no existe.
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