Exterior de la casa - foto extraida del sitio en Facebook |
Para
llegar a esta hermosa estancia viniendo desde Buenos Aires se debe tomar la
ruta 2 a
Mar del Plata hasta Coronel Vidal; o se puede tomar la ruta 55 a Balcarce y la 226 a Mar del Plata, un km después de la entrada a Villa Laguna la
Brava hay una Escuela Rural (Km. 38,5) y
a la derecha ,ahí hay que cambiarse a la calzada inhabilitada de la derecha y
seguir 2 km
hasta el km 36,5 a
la derecha por un camino arbolado Encontraremos
entonces la tranquera de la Estancia Antiguo Casco La Brava
Foto extraida del sitio Lanuevabraba.com |
Me
parece mejor ir hasta Mar del Plata por la 2 ya que es todo autopista y son
casi la misma cantidad de km. entonces en la rotonda de entrada de Mar del
Plata se puede seguir derecho por Av. Champagnat hasta Luro y doblar a la derecha donde esta señalizado como la
ruta 226. (justo después del cruce del tren) en Av. Luro seguir derecho (luego
se convierte en ruta 226) y seguir las indicaciones de como llegar desde Mar
del Plata.
Exterior de la casa - foto extraida del sitio en Facebook |
Siendo
la Ruta 226 el camino que une Balcarce con Mar del Plata, tambien es conocida
como "la ruta jardín", ya que despliega a sus costados un paisaje
único, con cerros chatos y rocosos que se pierden en campos fértiles y
productivos. Cada tanto se alza un puente y el cauce de los arroyos continua su
curso, ondulante y presuroso.
En las cercanías del kilómetro 36,5, una construcción de estilo colonial se asoma más allá de la banquina. Una tranquera blanca y sencilla anuncia la entrada al Antiguo Casco La Brava. Basta seguir la avenida de casuarinas para desembocar en la vieja casa de estancia, reciclada y convertida en centro de reuniones y espacio para el turismo rural, propiedad de Thelma Martín.
Exterior de la casa - foto extraida del sitio en Facebook |
En las cercanías del kilómetro 36,5, una construcción de estilo colonial se asoma más allá de la banquina. Una tranquera blanca y sencilla anuncia la entrada al Antiguo Casco La Brava. Basta seguir la avenida de casuarinas para desembocar en la vieja casa de estancia, reciclada y convertida en centro de reuniones y espacio para el turismo rural, propiedad de Thelma Martín.
Foto extraida del sitio Lanuevabrava.com |
La
Laguna Brava -un ojo de agua de 438 hectáreas de superficie, alimentado por
ríos subterráneos- le dio su nombre a estos campos en 1877, cuando Agustín
Molina y su esposa, Juana Leloir, compraron 8 mil hectáreas y construyeron el
casco con el jardín de terrazas, siguiendo la pendiente del terreno. Este
rincón del sudeste bonaerense está atravesado por la cadena de Tandilia, con
sierras que no alcanzan los 300
metros de altura y superan los 2000 millones de años,
dándole un marco único en historia y belleza.
Foto extraida del sitio www.perfil.escapadasargentinas.com.ar |
"En
estos cerros hay cuevas donde los arqueólogos determinaron que hubo vida humana
hace 10 mil años", cuenta Thelma Martín desde una de las galerías del
Antiguo Casco La Brava, señalando el cordón serrano que se funde en el horizonte.
Antes de la incursión de los españoles hacia el sur del territorio del
Virreinato del Río de la Plata, los tehuelches habitaban estos suelos y vivían
de los frutos de la tierra, refugiados entre los cerros que acompañan a la
vieja casona de estilo rudimentario.
Exterior de la casa - foto extraida del sitio en Facebook |
En
1741, los padres jesuitas llegaron a la región y, tras ellos, el cacique
mapuche Cangapol. Desde entonces, por estos valles y entre estas sierras se
gestó la cultura de los indios pampas, desaparecida tras la Conquista del
Desierto. Con la llegada de Juan Manuel de Rosas al gobierno bonaerense, los
territorios comenzaron a repartirse y en 1830 Patricio Lynch recibió 17 mil
hectáreas sobre las tierras que circundaban la Laguna Brava, convirtiéndose en
el primer propietario de estos campos, que luego pasaron a Sáenz Valiente,
hasta 1877, cuando Agustín Molina y su esposa, los compraron.
Exterior de la casa - foto extraida del sitio en Facebook |
Los
Molina Leloir llegaron a estas tierras del partido de Balcarce el mismo año que
las adquirieron, tras un largo viaje en carreta, junto con Carmen, su hija de
siete años. Se encontraron con una llanura verde, una importante superficie de
agua y una matera precaria. Sobre este escenario comenzaba a proyectarse la
estancia Laguna Brava. Las
primeras obras que comenzaron a darle la forma actual al casco, de estilo
español con influencia italiana, fueron dos alas paralelas erigidas con
ladrillos moldeados a mano, semi cocidos y unidos con argamasa de barro: una
destinada a la familia, con el baño unido a la casa, algo insólito para la
época en la zona, y la otra para el servicio doméstico.
Interior del antiguo casco de La Brava |
El
ala sur, que cierra en forma de U, tal como era la costumbre en las estancias
de la época, no tardaría en construirse y agregarle distinción, al igual que el
jardín, un rectángulo con terrazas, cercado por avenidas de casuarinas, robles
y eucaliptos, refugio de innumerables especies de aves que habitan en el lugar.
Carmen creció entre estas comarcas de la estancia, en las cercanías del extenso ojo de agua y a la sombra de las sierras. Siempre la unió un sentimiento especial a la casa de la familia y a la naturaleza que la rodea. En uno de los vidrios de la puerta que lleva al antiguo comedor de la casona pintada de blanco con las aberturas en maíz, aún se lee la firma de Carmen Molina, escrita con un diamante. Y por los alrededores del jardín parece oírse el rechinar que acompañaba al galope de sus caballos, que montó hasta los 80 años.
Extraida del sitio Escapadasromanticas.com |
Carmen creció entre estas comarcas de la estancia, en las cercanías del extenso ojo de agua y a la sombra de las sierras. Siempre la unió un sentimiento especial a la casa de la familia y a la naturaleza que la rodea. En uno de los vidrios de la puerta que lleva al antiguo comedor de la casona pintada de blanco con las aberturas en maíz, aún se lee la firma de Carmen Molina, escrita con un diamante. Y por los alrededores del jardín parece oírse el rechinar que acompañaba al galope de sus caballos, que montó hasta los 80 años.
Rescate emotivo
A
su muerte, las tierras se dividieron entre sus nietos y después de varios años,
el casco salió a la venta. "Me tocó tasar este lugar y cuando lo vi, me
enamoré", dice Thelma, que hace cinco años vive en el Antiguo Casco La
Brava tratando de rescatar todo su valor histórico y cultural.
La dueña actual, la Sra. Thelma Marín |
Desde
entonces, la primera construcción de la familia Molina está abierta a los
huéspedes. El ala de servicio, que está reciclada y conserva sus materiales
originales, se inauguró como salón de fiestas y agasajos. Ahora, la biblioteca
rural y una pequeña bodega en el añoso sótano son los próximos desafíos. En
tanto, el Antiguo Casco La Brava sigue intacto, rodeado por la generosidad de
la naturaleza y acompañado por el trinar de las aves, que acompañan a los
caballos y al rebaño de ovejas que pastan entre el parque. .
Exterior de la estancia- foto extraida del sitio en Facebook |
Notas:
La Estancia se encuentra en kilómetro 37.5 de la Ruta 226; a media hora de Mar
del Plata y 20 Km.
de Balcarce. Está ubicada sobre la Laguna Brava con un frente de 3000 metros sobre ella.
El campo tiene 200 has con añosa arboleda (roble, liquidambar, alcornoque,
olivo, castaños, pinos y frutales son algunas de las especies) y aves en gran
cantidad y variedad. Esta Laguna tiene historias muy interesantes por las
propiedades curativas que encontraban en sus aguas y barros los indios que
habitaban la región.
Por
Carolina Buus para DIARIO LA NACION
Mar del Plata diferente, criolla y campo adentro
Antiguo Casco La Brava
A
mitad de camino entre Mar del Plata y Balcarce, esa sensación de paz vive en la
estancia Antiguo Casco La Brava, próxima a la laguna homónima. La casona
histórica, aún en pie, fue construida en 1877 por la familia de Agustín Molina,
el propietario de las 17 mil hectáreas que el establecimiento tenía por
aquellos días.
Interior de la casa - foto extraida del sitio en Facebook |
Desde
hace cinco años es Thelma Marín la dueña de las 20 hectáreas que
rodean esa construcción de estilo neocolonial e instalaciones recicladas que
respetan el diseño original. Allí pueden alojarse hasta diez huéspedes. La joya
es el baño de la suite, de amplias dimensiones y sin lugar a dudas el más
antiguo de la zona.
Foto extraida del sitio descubrimardelplata.com |
Adentro
los visitantes tienen a su disposición un amplio comedor y sala de lectura. Y
un dato para considerar: toda la propiedad fue acondicionada para facilitar el
desplazamiento de personas discapacitadas. Es
uno de los lugares más visitados por los extranjeros que hacen escala en Mar
del Plata. La propia Thelma, que domina el inglés, el francés y el italiano, es
su guía durante las salidas.
Extraida del sitio de la estancia |
También la pesca es una posibilidad firme en la
laguna próxima. El
Antiguo Casco La Brava además recibe turistas que se acercan para disfrutar
allí un día de campo, comidas y paseos. Y hay también espacio para los eventos
especiales: el galpón lanero está acondicionado como salón de fiestas con
capacidad para 120 personas.
Fuentes:
excelente informe!!!!
ResponderEliminarfue muy hermosa la visita que hicimos ayer a la estancia atendidos por sus dueños exquisita comida y atencion agradeciad maria
ResponderEliminarGracias por compartir tanta información y bellas fotos!!!!
ResponderEliminarHola me gustaría conocerlo, soy de mar del platá y soy de ir mucho a balcarce. Hay en el lugar servicio de gastronomía.
ResponderEliminarCuanto cuesta una comida para 6 en la estancia
ResponderEliminarLindisimo lugar! Digno de conocer y la amabilidad de Telma y sus hijas que atienden personalmente el lugar, es para destacar. Comida casera y deliciosa
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