Gato y Mancha |
Recorrido realizado para la búsqueda de los caballos criollos |
Gato y Mancha fueron dos caballos criollos argentinos que marcharon desde Buenos Aires hasta Nueva York, guiados por el suizo Aimé Félix Tschiffely. Al inicio de la travesía, Mancha (pelaje: overo) y Gato (pelaje: gateado) tenían 15 y 16 años respectivamente. Su carácter era poco amigable. Habían crecido en la Patagonia, donde se habían acostumbrado a las condiciones más hostiles. Su propietario, Emilio Solanet, se los había comprado al cacique tehuelche Liempichún en Chubut.
Pequeno video referente a Gato y Mancha
“Son conocidos los antecedentes de los señores Pedro y Emilio Solanet como criadores del caballo criollo. Trajeron del extremo sur de la república, un lote selecto de yeguas indias, y sobre esta base formaron un plantel de animales cuyos descendientes son los campeones actuales. Salvaron así, una raza útil que desaparecía olvidada entre los indios."
La Nación, 20 de Agosto de 1925.
Domarlos puso a prueba las facultades de varios de los mejores domadores. Cuenta el profesor suizo:
"Desde los primeros días advertí una real diferencia entre sus personalidades. Mancha era un excelente perro guardián: estaba siempre alerta, desconfiaba de los extraños y no permitía que hombre alguno, aparte de mí mismo, lo montase... Si los extraños se le acercaban, hacía una buena advertencia levantando la pata, echando hacia atrás las orejas y demostrando que estaba listo para morder... Gato era un caballo de carácter muy distinto. Fue domado con mayor rapidez que su compañero. Cuando descubrió que los corcovos y todo su repertorio de aviesos recursos para arrojarme al suelo fracasaban, se resignó a su destino y tomó las cosas filosóficamente... Mancha dominaba completamente a Gato, que nunca tomaba represalias".El amor a su jinete está reflejado en sus cariñosas palabras:
"Mis dos caballos me querían tanto que nunca debí atarlos, y hasta cuando dormía en alguna choza solitaria, sencillamente los dejaba sueltos, seguro de que nunca se alejarían más de algunos metros y de que me aguardarían en la puerta a la mañana siguiente, cuando me saludaban con un cordial relincho."
El baqueano y rastreador que se encargó de la compra, selección y arreo de los mismos fue el gaucho Don Reynaldo Rodríguez, quien en sus últimos años vivió en la zona de América - Prov. de Bs. As. Emilio Solanet no quizo vender los caballos y se los obsequió a Tschiffely.
La travesía
Partiendo del local de la Sociedad Rural Argentina en Buenos Aires, el 24 de abril de 1925 se inició una de las travesías más famosas del siglo. Mancha y Gato, guiados por el profesor suizo Aimé F. Tschiffely recorrieron los 21.500 km desde la ciudad de Buenos Aires hasta Nueva York, conquistando el récord mundial de distancia y también el de altura, al alcanzar 5.900 msnm en el paso El Cóndor, entre Potosí y Chaliapata (Bolivia). El viaje se desarrolló en 504 etapas con un promedio de 46,2 km por día.
La travesía
Partiendo del local de la Sociedad Rural Argentina en Buenos Aires, el 24 de abril de 1925 se inició una de las travesías más famosas del siglo. Mancha y Gato, guiados por el profesor suizo Aimé F. Tschiffely recorrieron los 21.500 km desde la ciudad de Buenos Aires hasta Nueva York, conquistando el récord mundial de distancia y también el de altura, al alcanzar 5.900 msnm en el paso El Cóndor, entre Potosí y Chaliapata (Bolivia). El viaje se desarrolló en 504 etapas con un promedio de 46,2 km por día.
Tschiffely
estaba convencido de la fortaleza de los rústicos caballos criollos. Tomó
contacto con Emilio Solanet, criador y propulsor del reconocimiento de la raza,
y uno de los fundadores de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos de
Argentina. Este le regaló los dos caballos.
Algunas
semanas fueron necesarias para que jinete y montados se prepararan para
semejante travesía, y se fijó el 23 de abril de 1925 como fecha de partida. Por
entonces no había caminos en varios tramos del recorrido, y cuando existían, no
se caracterizaban por su buen estado. Tschiffely tuvo que resignarse a no
llevar carpa, ya que las que se podían conseguir por aquellos tiempos eran muy
pesadas.
Durante el viaje cruzaron varias veces la Cordillera de los Andes y fue en esos cruces donde mayores dificultades encontraron. El escabroso terreno se eleva a más de 5500 m y la temperatura llega a -18 °C.
El
diario La Nación, junto a otros medios, siguió desde sus páginas al valiente
aventurero y sus caballos. Algunas de las líneas decían así "En Huarmey,
el guía no pudo más, ni sus bestias. Los dos criollos Mancha y Gato se
revolcaron, tomaron agua y después se volcaron al pasto con apetitos de leones.
De Huarmey a Casma, 30 leguas, calores colosales ¡52 grados a la sombra! sin
agua, ni forraje, arena, arena, arena. Los cascos se hundían permanentemente de
6 a 15 pulgadas en la arena candente".
Más de tres años después de haber salido de Buenos Aires, Tschiffely arribó a Nueva York el 20 de septiembre de 1928 (3 años, 4 meses y 6 días). En la editorial del día siguiuente quedó patentado el logro: "después de más de tres años y cinco meses, Aimé montado en Mancha, su fiel compañero (Gato tuvo que quedarse en la Ciudad de México al ser lastimado por la coz de una mula), logró la hazaña: al llegar a la Quinta Avenida de Nueva York llevaba en los cascos de su caballo criollo el polvo de veinte naciones atravesadas de punta a punta, en un trayecto más largo y rudo que el de ningún conquistador, y sobre su pecho, en moño blanco y celeste, bien ganados como una condecoración, los colores argentinos".
Video del Derrotero de los caballos Gato y Mancha
"El viaje imposible"- Archivo General de la Nación -
Regreso y Muerte
Mancha y Gato llegaron de regreso a Buenos Aires el 20 de diciembre de 1928. Años después de culminada la travesía y de regreso en Argentina, Aimé concurre a la Estancia "El Cardal". Va a visitar a sus amigos, a quienes hace mucho que no ve, y con quienes compartió tantos momentos de alegría y sinsabores. Se baja en la entrada de la estancia, lanza un silbido y al momento se le acercan al trote Gato y Mancha. Iban al encuentro de su preciado compañero. Aquellos heroicos caballazos criollos no lo habían olvidado.
Mancha y Gato llegaron de regreso a Buenos Aires el 20 de diciembre de 1928. Años después de culminada la travesía y de regreso en Argentina, Aimé concurre a la Estancia "El Cardal". Va a visitar a sus amigos, a quienes hace mucho que no ve, y con quienes compartió tantos momentos de alegría y sinsabores. Se baja en la entrada de la estancia, lanza un silbido y al momento se le acercan al trote Gato y Mancha. Iban al encuentro de su preciado compañero. Aquellos heroicos caballazos criollos no lo habían olvidado.
Mancha
y Gato murieron en 1947 y 1944, a los 40 y 36 años de edad. Fueron cuidados
hasta su muerte por el paisano Juan Dindart, en la Estancia "El
Cardal". Hoy se encuentran embalsamados, en exposición en el Museo de
Transportes del Complejo Museográfico Provincial "Enrique Udaondo" de
la Ciudad de Luján.
Gato y Mancha en el funeral de Roberto Cunninghame Graham, el escritor amigo de Tschiffely |
Día del Caballo
En conmemoración de la fecha en que Mancha y Gato entraron en la Ciudad de Nueva York, el Honorable Senado de la Nación Argentina y la Cámara de Diputados, han designado el día 20 de septiembre de cada año como el "Día Nacional del Caballo".
los caballos Criollos “Gato y Mancha”, recientemente restaurados por el Sr. Domingo Telleechea en Lujan |
Los caballos Criollos “Gato y Mancha”, recientemente restaurados por el Sr. Domingo Telleechea en Lujan |
Estancia El Cardal
En 1880, Don Felipe Solanet y su señora Emilia G Testevín fundan la estancia El Cardal de Ayacucho. En 1911, el Dr. Emilio Solanet, selecciona y trae del sudoeste del Chubut un notable lote de padrillos y yeguas indias de las manadas criollas marca del Corazón, célebres animales pertenecientes a la tribu de los indios tehuelches del cacique Liempichún.
Esta histórica casona de más 100 años, con matera, caballerizas y galpones fue punto de partida de la hazaña llevada a cabo entre los años 1925 y 1928 por el profesor suizo Aime Tschiffily y los caballos "Gato y Mancha" -nacidos y criados en la estancia- quienes realizaran el periplo que uniera Buenos Aires y Nueva York atravesando veinte países americanos en un trayecto de 21.500 kilómetros. Actualmente pertenece al patrimonio histórico del municipio y aunque no presta servicio de alojamiento como estancia, puede ser visitada como atractivo turístico.
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Se halla envuelta en un parque de 50 hectáreas atravesado por senderos, que al recorrerlos se observa una importante variedad de especies vegetales. Hacia la parte posterior del parque se encuentran las caballerizas; y la "matera" donde el jinete suizo ultimó detalles para su travesía, dejando en las paredes dibujos de sus caballos. A continuación podremos ver fotos de la estancia El Cardal cuando fuera visitada por nuestra amiga Claudia Iris Lopez Grillo y el historiador Ruben Calomarde.
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Los recordatorios de Gato y Mancha en El Cardal
Recordatorio de la epopeya |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Estancia El Cardal. Foto gentileza de de Claudia Iris Lopez Grillo |
Fuente:
http://es.wikipedia.org/wiki/Gato_y_Mancha
La historia detallada del Viaje de Mancha y Gato la pueden leer del muy buen blog de José María Sanchez Osuna. Les dejo los enlaces ordenados para hacerlo:
Historia de Gato y Mancha 1°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/03/historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 2°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/04/en-el-corral-de-el-cardal-se-produjo-el.html
Historia de Gato y Mancha 3°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/3-historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 4°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/4-historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 5°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/5-historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 6°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/6-historia-de-gato-y-mancha.html
Fotos de Claudia Iris Lopez Grillo
La historia detallada del Viaje de Mancha y Gato la pueden leer del muy buen blog de José María Sanchez Osuna. Les dejo los enlaces ordenados para hacerlo:
Historia de Gato y Mancha 1°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/03/historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 2°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/04/en-el-corral-de-el-cardal-se-produjo-el.html
Historia de Gato y Mancha 3°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/3-historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 4°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/4-historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 5°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/5-historia-de-gato-y-mancha.html
Historia de Gato y Mancha 6°
http://jomasaos.blogspot.com.ar/2014/05/6-historia-de-gato-y-mancha.html
Fotos de Claudia Iris Lopez Grillo
Una maravila estos caballos y es verdad que muy pocos conocen la Historia de ellos.Permiso,voy a compartir en mi Página "EMPUJANDO LOS AÑOS"
ResponderEliminarDicen que la vida es la "sucesión de momentos"
ResponderEliminarAlgunos intrascendentes, otros tristes,y otros que quedan grabados para siempre
Y es que pisar el campo de El Cardal, caminar por los jardines, estar frente a las últimas y eternas moradas de Los Tres" es realmente una sensación ÚNICA.
Siempre y cuando se tenga sangre en las venas.
Párrafo aparte para los anfitriones Don Óscar Solanet y Teresa que tienen la sencillez, gallardía y mano abierta de los grandes.
Ah, cuando salíamos por la senda hacia el vehículo, unos relinchos de hermosos criollos nos despidieron. Estoy seguro que el Gato y el Mancha estaban disfrazados de doradillos !!!
Cada vez que leo está historia, me vuelve a emocionar. Más allá de la proeza y de la muestra de la fortaleza y resistencia de la raza, el espíritu del hombre que por amor se une a sus caballos amigos, es un canto a la vida.
ResponderEliminarMe gustaría si alguien tuviera información de Angel Rua, nacido en Ayacucho y se supone que acompañó a la partida de la gesta de estos míticos caballos.Vi hace muchos años recortes de periódicos donde se le nombraba y luego llegó a mis oidos las historia de que este personaje había muero en un duelo criollo en la ciudad de Atacucho.
ResponderEliminar❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️😭😭😭🇦🇷🇦🇷🇦🇷
ResponderEliminarCarlos
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