viernes, 15 de septiembre de 2017

CLETO CIOCCHINI

Cleto Ciocchini (1899-1974)

Los Ciocchini fueron de gran importancia en los comienzos de aquella aldea que luego se llamaría San Vicente. Es una familia de procedencia italiana y de estirpe lombarda, que tuvo en Don Eduardo un exponente dinámico y creador que trascendió en muchos aspectos dentro de la villa sanvicentina, a la que sé había incorporado siendo mozo.

Es que este Ciocchini fue hombre de sentir solidario, de fina sensibilidad artística, capaz de aplicarse a una tarea comunitaria como de consagrarse a escribir teatro, componer versos o pintar cuadros. Eduardo, con el paso del tiempo, fue desvaneciéndose del arte,y si no hubiera sido por Cleto –su hijo nacido el 22 de Abril de 1899 en San Vicente-su nombre habría desaparecido.

Cleto Ciocchini circa 1930

Hijo de Inés Biocca y Eduardo Ciocchini, Cleto vivió sus primeros años iluminando sus ojos con los colores y matices de las auroras y los ocasos espejados en la laguna sanvicentina. Salvó el nombre de su padre al reconocer en él a su primer maestro, y le daría mérito al evidenciarle también como el que le dio las primeras lecciones.

A él, que llegaría a ser uno de los pintores más notables de la Argentina de su tiempo. Cleto se hizo dibujante de niño y supo utilizar los pinceles en su ciudad natal: San Vicente. Pero como su familia se traslada a La Plata cuando todavía Cleto debía adelantar sus estudios primarios, es en la capital Bonaerense donde las completa, y allí donde su padre ampliaría la enseñanza artística que personalmente puede darle. Estuvo casado durante toda su vida con Lita Solá y fue padre de siete hijos.

Cleto Ciocchini realizando una de sus pinturas circa 1945

Como resultado de esta dedicación al arte, fue la presentación de varios cuadros que Cleto aporto a una exposición realizada en la ciudad platense en el año 1910, cuando tenía apenas 11 años. Sus pinturas se basaban en la figura humana, y prefiriendo para sus temas, la vida, el trabajo; no pinto tristeza, agregaría. Sus principales enseñanzas, aparte de la del padre, recibió las de la Escuela de Bellas Artes de La Plata; la academia del pintor De Servi, etc.

Pero lo que más influyo en su formación fue recibido en Europa, lo que estudio en la Academia de San Fernando de Madrid y en la Florencia en Italia. Llego a estos lugares gracias a la beca que le otorgó la Provincia de Buenos Aires en 1922. Cuando Ciocchini regresa al país, lo hace en la provincia de Catamarca y allí pinto personajes característicos, como en su cuadro Motivo Catamarqueño o la Vieja Catamarqueña, con el cual obtuvo el Premio Estímulo del Salón Nacional de Bellas Artes a fines del año 1922.


Quinquela Martín en el atelier de Cleto Ciocchini

Al regresar a La Plata se dedicó a la enseñanza en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional ubicada allí. Luego de varios años se traslado a Mar del Plata y allí se sintió atraído por el ambiente del puerto, los pescadores, las barcas y el océano mismo. Decía: creo que mi pintura es marinera porque (en ella) no priva al mar sobre los hombres sino los hombres sobre el mar. Varios cuadros pintados con inspiración puesta en el mar y su puerto lo llevaron a recibir varios premios. Cleto, junto a Quinquela Martín, Antonio Alice, Bernaldo de Quiros y otros, integró en 1961 la embajada de pintores argentinos a Europa, que fuera enviada en esa oportunidad para difundir en los medios especializados el arte en el viejo continente.
 
Cleto Ciocchini abocetando un dibujo en el puerto de Mar del Plata

Cleto Ciocchini en la banquina, bocetando la figura de Pascual Patania.
Gentileza Alicia Patania

Tan íntimamente ligado a la vida de Mar del Plata, el puerto quedó plasmado en la obra artística del pintor Cleto Ciocchini. La vida portuaria, sus personajes y los típicos paisajes que la constituyen han quedado fielmente reflejados en la obra del artista plástico Cleto Ciocchini. Si bien este pintor nació en la localidad bonaerense de San Vicente en 1899, vivió más de 40 años en el barrio del puerto marplatense. En una oportunidad sostuvo el genial pintor:

 “Me atrajo el Puerto de Mar del Plata, y anclé allá a lo largo de 40 años. Viví pintando fundamentalmente la figura humana y el mar, pues me gusta la vida, del trabajo. No pinto la tristeza. Creo que mi pintura es marinera porque no prima el mar sobre los hombres: había pasado por Capri, Sorrento, Galicia, el país vasco y debo confesar que había mirado todo aquello. Cierto dìa un amigo me habló de un puerto de pescadores en Mar del Plata. Lo conocí y me sentí como en mi propio elemento…”

Iniciaba Cleto Ciocchini su estudio en la cercanía del puerto de Mar del Plata, junto a las barcas y pescadores y en los años de la iniciación alquilaba una vivienda hasta que construyó en la calle Solís 3295 la casa acogedora y llena de luz en la que vivió hasta su muerte.

Vivienda de Cleto Ciocchini  Solis 3295 en Mar del Plata


Placa homenaje del programa radial "El Puerto y la Actualidad"
en Solis 3295. Año 1990

En su angustioso girar por el mundo Cleto Ciocchini llegó un día a Mar del Plata y surgió ante sus ojos el tema impensado como una revelación de lo alto: el mar, la atracción poderosa que el mar ejerce sobre los hombres que se asoman a contemplarlo y quedan prendidos a su influjo poderoso e ineludible, luchando con él y para él. La manifestaciones públicas de Ciocchini dicen de su admiración por Mar del Plata, el mar y la labor de los pescadores, motivo principal de sus magnificas obras.

Y fue esta vivencia su mayor fuente de inspiración para toda su producción artística. Premiado en distintos salones del país y de Europa, Ciocchini recibió un justo reconocimiento de la ciudad de Mar del Plata al bautizar con su nombre el museo dedicado al pasado del puerto. El Museo del Hombre de Puerto, además de preservar la mayor colección del artista, rescata la historia y la cultura portuaria, abarcando desde los hechos y anécdotas del primer asentamiento hasta la actual comunidad del puerto.

Cleto Ciocchini Decada del 70

Las distintas etapas de su construcción y desarrollo, en las primeras décadas del siglo XX, quedan testimoniadas en diversos documentos históricos y fotografías. Asimismo, en las salas se exhiben imágenes de época que dan a conocer las familias de los pioneros, los primeros pescadores con sus tradiciones, las diferentes colectividades de inmigrantes, sus valores y creencias.

Fallece en la Ciudad de La Plata, luego de poco tiempo de volver, a los 75 años de edad. Él quiso dedicar sus obras a la gente sencilla y de trabajo a la que registró en sus telas con evidente cariño y respeto, como si les rindiese un homenaje, en actitud de afectuoso reconocimiento.

Un día de invierno en Mar del Plata

“Se levantaba temprano, me ayudaba a hacer el desayuno a los tres mas chicos, y mientras organizaba yo, su propio desayuno, el preparaba en su estudio su propia caja de pintura. Hacia las 9 de la mañana se calaba la gorra y se encaminaba a la banquina….Al mediodía la familia estaba otra vez reunida junto a la mesa del almuerzo. Los chicos contando anécdotas de la escuela, o Cleto, relatando alguna secuencia de su mañana de banquina. Le hacia gracia cuando se acercaban señoras mayores a verlo pintar y comentaban:
“Mirà, pinta igual que Rosita, la vecina que hace unos almohadones hermosos”, como si el arte y la decoración o las labores de punto fueran lo mismo. O esa vez que había encontrado un modelo estupendo por su carácter y figura, se llamaba Garòfalo, y cada vez que lo invitaba a su estudio para que posase, el le guiñaba un ojo y le decía que no. Y así pasaron días y días, y ya cansado de pedírselo, se fue a la Prefectura del Puerto, y allí le ordenaron al pescador que posara. Este al salir de Prefectura y riéndosele dijo a mi marido: te anotaste un poroto.


Libro "El fuego y el color" escrita `por su hija Graciela Ciocchini

Después del almuerzo descansaba una siesta de veinte minutos, y si no nos habíamos comprometido con nadie en esa tarde, o no teníamos ganas de ir a pasear, el abría su caja de pintura y me llamaba, seguramente algún pescador venia y como no traían la ropa de fajina, si no que estaban arreglados como día domingo, había que buscar gorros de colores tejidos, casacas azul o rojas gastadas y con las botas de goma que siempre tenia en el estudio, èl los transformaba en pescadores en plena actividad. Unas veces los paraba en una de las dos terrazas, según fuera la hora o la luz, o los sentaba en el mismo estudio, y poniéndoles una pipa en la boca, o en las manos, comenzaba a pintarlos. Con el mate y con algo que tuviera para coser, me sentaba en un rincón, quería que lo acompañara,”Si vos no éstas conmigo, yo no me inspiro”. En el descanso se le servia o bien una copa de vino, o un café al modelo. Él, que antes de comenzar a dibujar podía estar cansado, triste o enojado, cuando trabajaba, desarrollaba una energía súbita, tomaba distancia de la obra y encerrando los ojos, medía y estudiaba cada trazo, cada pincelada. Se abstraía de lo que estaba pasando alrededor. Cada tanto descansaba y conversaba con el modelo en su propia lengua, ya que conocía todos los dialectos de las distintas regiones de Italia. Se interesaba por los problemas y las alegrías de cada uno de ellos. En una de esas tarde un modelo le dice: “¿porque me pagas solo 5 pesos la hora?,vos con mi facha después te haces rico”. Mas tarde pasada la hora de la cena y los deberes de los chicos, salíamos a caminar. Aunque el invierno es muy frío cerca del mar, a las pocas cuadras ni lo sentíamos. Volvíamos cansados.”


El Museo del Hombre de Mar

El  proyecto  de crear un museo en el barrio portuario de la ciudad, fue concebido  tiempo  atrás  por  los integrantes de la Asociación de Fomento del Puerto,  siendo  uno  de  sus  principales  precursores  Don Aldo Marcone Benvenuto, Ángel Dell'Arciprete, Xavier Marcone, Héctor Becerini y Rafael Vitiello. 

Museo del Hombre del Puerto en Mar del Plata

Con este objetivo se fue convocando a los integrantes de viejas familias radicadas  en  la  zona;  así  se  consiguió  rescatar  antiguas fotografías y material que hacen a la historia primigenia del lugar. Finalmente tras muchos esfuerzos la obra de la Asociación de Fomento del Puerto  se  concreta y el Museo es inaugurado el 22 de noviembre de 1990 en el edificio de la calle Padre Dutto 383.

Museo del Hombre del Puerto en Mar del Plata

En 1990 se inaugura este Museo, en la sede de la Asociación de Fomento del Barrio del Puerto. El mismo cuenta con un acervo cultural muy importante para la comunidad portuaria. La colección incluye material dedicado a la Sociedad Constructora del Puerto, con mobiliario original de la empresa, fotografías y documentos.
 
Museo del Hombre del Puerto en Mar del Plata

También se pueden encontrar objetos históricos y biográficos del puerto, material dedicado a las familias de los primeros pobladores, de las representaciones de todas las colectividades del Puerto, obras del pintor Cleto Ciocchini y elementos representativos de los astilleros, los constructores navales y los hombres que se encargaban de reparar embarcaciones .El museo cuenta también con el Archivo del Inmigrante.

Museo del Hombre del Puerto en Mar del Plata

En el jardín de la anterior sede encontramos una escultura de José Monti: “La Espera” inspirado en la tragedia de 1946,una lancha pesquera llamada “La Fratelli Uniti”, un ancla del siglo XVIII, restos de naufragios, un mástil con una placa en honor a Cleto Ciocchini y murales de los artistas Rubén Caparelli, Rubén Muñoz Abril y Héctor Becerini.


Museo del Hombre del Puerto en Mar del Plata

En el sector a él dedicado se exhibe su caballete, su porta estudios y varias de sus obras como por ejemplo, el óleo Quico, que recuerda a un típico y conocido pescador marplatense, y el de la Parroquia de la Sagrada Familia, primera iglesia del Puerto y punto de partida de las tradicionales procesiones de los pescadores.

Algunas de las obras del artista


Dibujo de Cleto Ciocchini

Dibujo de Cleto Ciocchini

Dibujo de Cleto Ciocchini

Dibujo de Cleto Ciocchini

Dibujo de Cleto Ciocchini

Dibujo de Cleto Ciocchini

Cleto Ciocchini "Pescador"

Cleto Ciocchini "Arreglando las redes"

Cleto Ciocchini "Barca pescando"

Cleto Ciocchini "Procesión de pescadores"

Cleto Ciocchini "Regreso de la pesca"

Cleto Ciocchini "Marinero con pipa"

Cleto Ciocchini "Pescadores"

Cleto Ciocchini "Viejo timonel"

Cleto Ciocchini "Día propicio"

Cleto Ciocchini "En la banquina"

Cleto Ciocchini "Feria en el puerto"

Cleto Ciocchini "Llegando a puerto"

Cleto Ciocchini "Mar gruesa"

Cleto Ciocchini "Niños en el espinel"

Cleto Ciocchini "Pescador"

Cleto Ciocchini "Pescador"

Cleto Ciocchini "Pescador"

Cleto Ciocchini "Pescador"

Cleto Ciocchini "Pescadores en descanso"

Cleto Ciocchini "Pescadores"

Cleto Ciocchini "Procesión"

Cleto Ciocchini "Regreso a la banquina"

Cleto Ciocchini "Regreso de la pesca"

Cleto Ciocchini "Trabajo en el puerto"

Cleto Ciocchini "Banquina de Pescadores"

Cleto Ciocchini "Tirando el ancla"

 
Fuentes:
Ciudad de San Vicente/Personalidades/Cleto Ciocchini
Libro "El fuego y el color" escrita `por su hija Graciela Ciocchini
Investigación Lic. Angel Somma

5 comentarios:

  1. Completísimo y muy ilustrativo estudio de la obra de este gran pintor argentino.

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  2. Mi abuela trabajaba en su casa , y supo apadrinar a mi mamá Graciela Goñi, que desde chico nos contaba la historia de esa familia y lo amorosos que fueron con ellos.
    Ezequiel Castillo

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  3. Gracias!estamos homenajeando a mar del Plata y también a los artistas plástico,gracias!

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  4. Gran pintor,gran homenaje!gracias!

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