Se encuentra sobre la Ruta 2 km 396. A 800 m. de la ruta, y a
escasos 9 kilómetros
del centro de Mar del Plata, y luego de recorrer un serpenteante camino -mitad
mejorado y el resto de pedregullo- se llega hasta la blanca tranquera de
acceso, del viejo palomar. Este establecimiento consta de una superficie de 15000 hectáreas.
Existe una matera, una antigua
cochera que aún resguarda carruajes de la época, la casa del mayordomo, y la
vivienda principal a dos aguas con sus amplias galerías. La casa, construida
con paredes de adobe, que luego fueron sustituidas por muros de ladrillos, está
cercana a todo, asociada al campo mismo. Más allá, a la vista, el potrero y
otro sector donde "los chicos juegan al fútbol". Todo está cercado
por una hilera de eucaliptos.
La vivienda principal llegó a
constar de un sólo cuerpo con dos extremos paralelos en sus puntas, luego fue
cerrado, conformando un amplio parque central gobernado por el sólido aljibe
-que aún resiste los años- y florecidas matas de magnolias. Después sufrió
modificaciones hasta lo que es hoy, una amplia residencia de unos 500 metros cubiertos, en
forma de 'L', que alberga el living, las distintas salas alineadas frente a la
galería, los dormitorios y el escritorio principal, donde todavía, un viejo
cuadro de Bartolomé Mitre descansa sobre la blanca pared.
La construcción que siguió a la
casa central fue el galpón para esquilar, donde, desde el piso superior, y a
través de amplios ventanales -hoy transformados en balcones- se recibía la
lana. Sólidas vigas de hierro ocupan el centro de la planta baja, en la
actualidad "la pulpería", con el mostrador que perteneciera al
almacén viejo de Vivoratá, y las mesas y sillas de madera rústica.Todo rodeado
de fotos, del primer rebaño de ovejas que llegara al lugar, de familiares
lejanos, y un plano que muestra las originarias 15.000 hectáreas
que llegaban al mar y lindaban al norte con los campos de Cobo, incluyendo
Parque Camet.
En el piso alto, al que se accede
a través de una escalera caracol de madera, funciona el restaurante, desde
donde, a través de los balcones, puede observarse el entorno desde una
perspectiva más abarcativa. Abajo, la pequeña planta elaboradora de dulces
artesanales, con su vieja cocina con mesadas de mármol, los clásicos estantes
donde se acomodan los frascos y un tradicional, aunque hoy olvidado,
trinchante.
Estancia La Trinidad |
La Trinidad fue fundada por Jean
Pierre Camet y Mariana Berterreche en 1863. Se la denomina "La
Trinidad" porque precisamente el día de la Santísima Trinidad el señor
Camet fue rescatado de las aguas del mar, donde se había internado para bañar
los caballos, luego de recorrer la que sería su estancia.
Detrás de una imponente arboleda
añeja compuesta por eucaliptos, araucarias, cedros, tilos, palmeras y paraísos
entre otros se ubica el casco. La Trinidad fue fundada en 1863 por Juan Pedro
Camet, quién tras haber obtenido un dinero pensó en viajar a Mar del Plata por
la similitud que este hallaba con Francia (donde había nacido) y comprar unas
tierras que antiguamente pertenecían a Mac Gaul, explicó la propietaria, la
Sra. Inés Maguire de Bengolea. El casco de la estancia está compuesto por una
casa grande que pertenece a la familia (ha sufrido modificaciones a lo largo
del tiempo), un galpón que en la actualidad está afectado al turismo, la casa
del personal, un tinglado, la matera y un toillet que se habilitó para tal fin.
La matera era el lugar donde el
personal tomaba mate antes del almorzar y durante la tarde; se solían escuchar
con entusiasmo las más diversas historias. Allí, también se guardaban algunos
elementos que formaban parte de la tradición de la estancia. Además, en La
Trinidad, se encuentra una pequeña fábrica de dulces que lleva el mismo nombre.
Los dulces se comercializan a lo largo de la costa Atlántica, manifestó Inés
Maguire de Bengolea.
Según cuenta la historia a través
de los escritos del arquitecto Roberto Cova, Juan Pedro Camet “afirmó que nunca
los indios atacaron su estancia ni entorpecieron el tráfico de sus carretas.
Algunos aborígenes dispersos en la zona e impulsados por sus necesidades se
atrevían a realizar algunas entradas que no pasaron de simples robos”. Además,
se conoce que “participó activamente en favor del proyecto fundacional
sumándose a los ánimos de Juan Peña y de Florisbelo Acosta.
Fue siempre un solidario
adherente a todas las iniciativas de progreso de la población. Se le atribuye
haber sido el propulsor de gestionar la prolongación de la línea férrea que
llegaba hasta Maipú para que fuera extendida hasta el naciente pueblo de la
costa atlántica”.
El camino a Buenos Aires pasaba
por su tranquera, hasta la construcción de la ruta 2. Son seis las generaciones de una
misma familia que habitaron y habitan las casas y cada una de ellas realizó
modificaciones que reflejaron el encanto de los diferentes períodos. Aún viven
los actuales dueños, los Bengolea, tataranietos del fundador, quién tuvo varios
hijos.
Entre ellos se destacaron Juan
Pedro Camet, quien integró, junto a renombrados vecinos, la primigenia comisión
para que se fundara, en la jurisdicción costera, el Partido de General
Pueyrredón. También Félix U. Camet, intendente de Mar del Plata en 1894. Los
Camet donaron el hoy Parque Camet, que era una fracción de tierra de la
estancia La Trinidad, así como las tierras que con el tiempo fueron conformando
los barrios La Trinidad, 2 de Abril, Félix U. Camet, El Sosiego, Las Avenidas,
Pueblo Camet, el cuartel de artillería y el aeropuerto. En sus campos se
cultivan manzanas, trigo, frambuesas, gladiolos, papas, etc. Su añosa arboleda
y sus edificios macizos y bien plantados invitan a pasar un momento agradable.
La tradición, la riqueza de sus
tierras y la hospitalidad se unen para hacer participe a la comunidad de un día
de campo. Desde hace doce años la Familia Bengolea abre sus puertas para
agasajar a los invitados. Caminatas, comidas típicas, descanso y un poco de
historia parecen ser la combinación perfecta para disfrutar de un domingo en
familia en La Trinidad. La cálida atención brindada por sus dueños lo
acompañará a lo largo de toda la jornada. El segmento turístico comenzó en uno
de los galpones donde antiguamente se guardaban elementos para trabajar la tierra.
En la actualidad se recibe a los visitantes en una amplia sala donde pueden
sentarse junto al hogar y compartir alguna de las tantas lecturas campestres
que se ofrecen antes de pasar al comedor. Luego, en el primer piso es donde
los comensales se deleitarán con el característico almuerzo criollo. El menú
está compuesto por: empanadas, asado de vaca, pollo, lechón y carbonada; al
mismo tiempo se ofrece una mesa con gran variedad de ensaladas. Al finalizar
podrán degustar una exquisita mesa dulce.
Para disfrutar de las tantas lecturas campestres |
Después del almuerzo se los
invita a recorrer las instalaciones de la estancia en un antiguo coche, la
“villalonga”. La duración de los paseos es aproximadamente de treinta minutos y
se permite subir hasta cuatro pasajeros. Al mismo tiempo, la estancia cuenta
con otros coches para exposición como por ejemplo una americana, unavillalonga
destinada al trabajo; y una diligencia que era usada por la familia Camet para
viajar a Buenos Aires.
Al regresar del paseo, resulta
agradable tomar el té contemplando el paisaje a través de los grandes
ventanales. En la estancia se realizan diferentes tipos de confituras criollas
tales como panqueques, postres, tartas frutadas de estación; y especialidades
de la casa como pastafrola, tortas fritas y torta de manzana invertida, entre
otras.
En la actualidad
Estas fotografías estan sacadas por el fotografo y colaborador de nuestro blog, Alberto Javier Moreno Yaguüe en uno de los safaris fotograficos que realizan él y sus amigos.
Estas fotografías estan sacadas por el fotografo y colaborador de nuestro blog, Alberto Javier Moreno Yaguüe en uno de los safaris fotograficos que realizan él y sus amigos.
Fuentes:
Serie Comunicaciones. “Estancias Marplatenses”. Año 2 Nº 16, ED.
Archivo Museo Histórico Municipal “Villa Mitre”, 1994.
Extraido del sitio: PoloClubMdp - Turismo de Estancias
Fotografias en color realizadas por Alberto Javier Moreno Yague.
Extraido del sitio: PoloClubMdp - Turismo de Estancias
Fotografias en color realizadas por Alberto Javier Moreno Yague.
Excelente informe Pablo Junco. Ese lugar hoy sabés si se puede visitar? Si podes avisar. Gracias de antemanom
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