miércoles, 21 de agosto de 2013

ESTANCIA ACELAIN de DON ENRIQUE LARRETA - TANDIL

Vista desde el acceso al conjunto de la Estancia Acelain. Tandil


La historia de estas tierras tiene registros desde la muerte del famoso Juez de Paz del partido de Pila, Manuel Morillo, a quien el Gobierno Federal había pagado, por importantes servicios a la Patria con una extensión de 32.674 has ubicadas en el partido de Azul. En 1859, su viuda, vende la Estancia "San Ramón" (nombre con el que Murillo había denominado a esta zona) a los hermanos Nicolás y Juan Anchorena. Estos, al mismo tiempo, adquieren otra fracción lindera por el sur, hacia el partido de Juárez y finalmente agregan otras 8.000 has más, pertenecientes al partido de Tandil, formando así un sólo bloque de campo. Esta última fracción se denominaba "San Nicolás" y allí, muchos años después surgiría la famosa estancia "Acelain".


Hoy queremos referirnos a una de las grandes plumas de la literatura argentina y su relación con nuestro Tandil. Hablamos de Enrique Larreta. Leyendo autores que han escrito sobre la vida de don Enrique, poco o nada hemos encontrado referido a su relación con Tandil, a través de su famosa y bellísima estancia Acelain, por lo que nos pareció interesante volcar algunos datos acerca del tema. La excepción más notoria es Yuyú Guzmán, quien en su libro “El país de las estancias”, le dedica un capítulo a esta joya de la arquitectura rural argentina, y  es una de las fuentes esenciales de esta nota.

Enrique Rodríguez Larreta, nacido en  Buenos Aires el 4 de marzo de 1873- Foto extraida del Diario Accion

El nombre completo del célebre escritor era Enrique Rodríguez Larreta, nacido en  Buenos Aires el 4 de marzo de 1873 del matrimonio de Carlos Rodríguez Larreta y Agustina Maza y Oribe, pertenecíentes a dos tradicionales familias uruguayas de ascendencia vasca, que se habían radicado en Buenos Aires. Realizó sus estudios en el Colegio Nacional de Buenos Aires; una licenciatura en Ciencias Sociales  y se graduó de abogado en la Facultad de Derecho de su ciudad natal. Durante su etapa estudiantil publicó, en la revista La Biblioteca, su primera novela, Artemis. Después de finalizar sus estudios, en 1897, permaneció en el mismo Colegio Nacional, donde dictó las cátedras de Historia Medieval y Moderna; allí fue donde desarrolló su interés por la España del siglo XVI.


Daban una nota animada y fresca á la decoración de la iglesia los ramos de flores artísticamente combinados en doble hilera, en el presbiterio. Ibase á celebrar el casamiento de la señorita Josefina Anchorena con el doctor Enrique Rodríguez Larreta, y una selecta concurrencia había acudido á presenciar el acto de la bendición nupcial. A los acordes de la marcha de «El Profeta» hicieron su entrada los novios: la señorita Anchorena daba el brazo al doctor Carlos Rodríguez Larreta, y el doctor Enrique Rodríguez Larreta daba el suyo á la señora Castellanos de Anchorena. Acompañado por su familiar, el padre Viacava y dos padres franciscanos, el obispo monseñor Terrero bendijo el enlace, oficiando después una misa que fué oída por los desposados y los asistentes á la ceremonia. Foto extraida del Diario Accion

En el cortejo nupcial que acompañaba á los contrayentes figuraban las señoras: Matilde Anchorena de Ortiz Basualdo, Clara Ocampo de Rodríguez Larreta, Ángela Cullen de Castellanos, Sofía Castellanos de Martínez, Amalia Anchorena de Blaquier, Sofía Yáñiz de Leanes, Carmen Marcó del Pont de Rodríguez Larreta, la señorita Elisa M. Peña, y los señores Carlos Ortiz Basualdo, Horacio Rodríguez Larreta, Miguel Castellanos, Bartolomé Martínez, Juan José Blaquier, Ángel Leanes y Enrique y Emilio Anchorena. Una vez bendecida la unión por monseñor Terrero, que pronunció algunas elocuentes palabras alusivas á los vínculos que acababa de consagrar la iglesia, los desposados recibieron los parabienes de la concurrencia, entre la cual abundaban elegantes señoritas, en quienes no sería de extrañar que hubiese producido la consiguiente emulación el ejemplo que les acababa de dar la recién casada y de quienes, por consiguiente, tuviésemos que ocuparnos, dentro de esta misma sección, en no muy lejano plazo, no en calidad de espectadoras, como hoy, sino de protagonistas.Foto extraida del Diario Accion


José Ortega y Gasset con unos amigos en Acelain, la finca de Enrique Larreta, durante la celebración de una fiesta campera, 1941.

Se casó en 1902 con Josefina Anchorena Castellanos, hija de Mercedes Castellanos y Nicolás Anchorena, y en la luna de miel se enamoró de España y su cultura. Su esposa era hija de una de las familias más ricas de Argentina, por ambas ramas. En  Europa fueron a España y visitaron Ávila, ciudad de la que el escritor se prendó y que luego será el escenario de una novela que venía imaginando desde hacía tiempo. Así, durante los siguientes cinco años, Enrique se sumergió completamente en la investigación. 

Seguramente Larreta no pensó en su momento, que por la herencia recibida por su esposa, a la muerte de su madre, pasaría a poseer 8000 ha. en Tandil (parte de la enorme extensión de tierras en Azul y el mismo Tandil).  Fue allí donde la propiedad existente y su rica imaginación y exquisito gusto, amen de la visión de las viejas aldeas españolas (especialmente vascas y andaluzas), confluyeron para el nacimiento de una nueva  y extraordinaria estancia: Acelain.

En 1941 José Ortega y Gasset, parado, de traje oscuro, junto a Máximo Etchecopar, sentado en la escalera. De blanco y corbata moñito, Enrique Larreta, dueño de la estancia Acelain donde se tomó esta foto. Foto extraida del Diario La Gaceta

Además, en mayo de 1902, Larreta, adquirió en  remate  el campo Santa Rita, de Enrique Casares, de 4000 ha., anexándolo a los heredados por su esposa. De esa manera comenzaba la intensa relación del gran escritor con los pagos del Tandil por más de medio siglo. Dentro de esa anexión va a ubicar el casco de la estancia que recuerda el nombre del solar de los Larreta en Guipúzcoa y que significa “campo quebrado”. En 1904  llamó al renombrado paisajista alemán Hermann Bötrich (…..-1944) para que proyectara un jardín que  respetara la propuesta de la ­naturaleza. Larreta eligió para construir Acelain los campos pedregosos y la cúspide de un cerro, en contra de la práctica de los estancieros pampeanos, que optaban por zonas no muy altas para protegerse del viento, captó la rusticidad del paraje y las posibilidades decorativas de esas piedras redondeadas que moteaban los cerros.

Acceso al patio de la Estancia Acelain

En 1905 Enrique Larreta y su familia pasaron su primer verano en "Acelain". “Hay fotografías que recuerdan ese comienzo. ­En ellas se ve un bonito chalet muy galano, con el inequívoco aspecto de haber sido comprado en los países del norte de Euro desarmado y vuelto a armar en esta pampa. Tiene pinta de pertenecer al lugar donde se levanta, hecho para lucir junto e: ­o en el claro de un bosquecillo”,.nos dice Guzmán.

Galeria del patio de la estancia Acelain

Cuando Imaginamos los viajes del escritor a su estancia y sus peripecias (FFCC, galera, etc,., hasta llegar el automóvil) de las que no quedan relatos de su puño y letra que conozcamos, pensamos en el cariño que tendría por ese paisaje agreste y rememorativo de sus ancestros, para hacerlos infinidad de veces…


En 1907 regresó a España con los manuscritos de La Gloria de don Ramiro,  que  se publicó allí en 1908 y que se constituyó en la novela histórica de referencia, tanto para escritores de lengua castellana como de otros idiomas. La obra causó gran sensación en los ambientes literarios europeos y americanos, convirtiendo a su autor en un personaje famoso y, por sus características, motivó que - según Rubén Darío - se convirtiera en la obra cumbre de la prosa modernista, “un referente para los escritores de ambos lados del Atlántico”. En pocos años fue traducida a todos los principales idiomas cultos de la época, algo sin precedentes en la novelística iberoamericana. 
La gloria de Don Ramiro

En 1910, cuando se disponía a regresar, Roque Sáenz Peña lo nombró ministro plenipotenciario en Francia  aprovechando esa fama, y Larreta dedicará los siguientes seis años a la actividad diplomática, publicando algunos discursos y una obra de teatro. Entre1915-16, residió en Biarritz,  y frecuentó Ávila, en España, donde actualmente una calle lleva su nombre. Se vinculó allí con Miguel de Unamuno, al que admiraba, colaboró en publicaciones periodísticas de su época y estudió minuciosamente la historia española.  En los años siguientes el autor combinaría su residencia en Argentina con viajes periódicos a Europa. Entre los autores que admiraron a Larreta están el francés Anatole France, el italiano Gabriele D'Annunzio, dos de los máximos exponentes de la literatura europea de principios de siglo XX, y  Unamuno. Ya avanzada la Primera Guerra Mundial, regresó a su país.

El Linyera - Primera Edicion - Obra de teatro en 3 actos de 1945

Fue el primer escritor que trató de hacer cine argentino al dirigir  El linyera, según su guión sobre su obra teatral homónima, que se estrenó en 1933. A su regreso de España, retomó entonces a su idea de levantar una estancia en los campos tandilenses ya citados.La construcción y diseño del casco de la nueva estancia se los encomendó al ya prestigioso arquitecto Martín Noel (1888-1963), a comienzo de la década del 20, cuando en Tandil se levantaban edificios monumentales como el Palace y la Municipalidad.
 
Vista del conjunto desde otro angulo de la Estancia Acelain
La cancela, una joya de la herrería artística que se abre sobre el hall de recibimiento de la Estancia Acelain. Revista Caras y Caretas. Año 1939


Arquitecto, historiador del arte hispanoamericano, ensayista y político, Noel fue el  principal impulsor del estilo neocolonial en  Argentina. La hija de don Enrique recuerda-según Guzmán-que”la casa se terminó de construir en 1923, mi padre la quiso de cal, tejas y galerías, bien típica del sur de España. Martín Noel lo interpretó magistralmente”.

Vista del comedor en la Estancia Acelain
Comedor estilo español de la Estancia Acelain. Revista Caras y Caretas Año 1939.


Años después de terminada la estancia, cita muy bien Andrea Reguera, ocupaba el 5º lugar entre las de más de 10.000 ha. como consta en la guía de 1928.  Los principales  propietarios eran:1) Antonia Iraola de Pereyra: 18254 ha.; 2) Agustín García: 15.345 ha.,3) Mercedes Castellanos de Anchorena: 14.153 ha; 4) Jerónimo Rocca; 14.122 ha., 5) Enrique Larreta: 12.171 ha. y  6) Sara Wilkinson de Santamarina.: 11.553 ha. Como curiosidad se aprecia que de los seis casos, la mitad corresponde a mujeres, que eran herederas de viejos y grandes patrimonios.

Acceso a salones principales de la estancia
Bordeada por altos cipreses, la pileta le da a la estancia Acelain, un aire de modernidad. Revista Caras y Caretas. año 1939.

En Acelain era leyenda que cuando a don Enrique no le gustaba como había quedado algo que había hecho construir, la mandaba a deshacer y luego a levantar en otra forma hasta lograr el efecto que le satisfacía. Cada uno de estos elementos, enriquecidos por detalles arquitectónicos inu­suales en nuestro medio rural, acompañados del entorno de una abundante arboleda y un suelo quebrado y siempre esmeraldino, proponen cuadros de mucho colorido y gracia, dice Guzmán. Toda la zona de servicio de Acelain recrea una aldea vasco española. El estilo arquitectónico de la casa principal, en cambio, recuerda los tiempos del Renacimiento en España y la época de Felipe II, tan admirada por Larreta. Tanto su arquitectura como su decoración reflejan el arte mudéjar, utilizando como modelo el Generalife de Granada.

Hall principal de la Estancia Acelain. Revista Caras y Caretas. 1939.
Vista de la sala de estar en la Estancia Acelain

En España buscó reunirse con los sitios de origen de sus gentes. La estancia que fundó poco después en las cercanías de Tandil,  llevaría el nombre de “Acelaín” en recuerdo del solar guipuzcoano ya que, como destaca en una de sus obras: “Mi sangre sabía mejor que mi intelecto lo que significaba toda aquella resurrección de sombras en mi propia conciencia”. Aquel primer contacto con el Azelain original quedó plasmado en un soneto temprano, el XII de su no muy extensa producción rimada, “Acelain en Guipúzcoa”.

Otra vista del salon comedor

Un pariente, el “seco mayorazgo” de quien nos habla Larreta, es el famoso personaje guipuzcoano, Juan Bautista de Larreta Arzac, el “azelainko nagusia” como el mismo Larreta le llama, propulsor de los estudios del euskera y político nacionalista que llegaría a ser alcalde de Andoain. Por esas extrañas paradojas del tiempo, el Acelain andoaindarra desaparecería por completo años después, víctima de la modernización del sistema de carreteras español En tanto, el nombre y la descripción de Acelain se harían, merced a la pluma de Larreta, de un espacio propio en el campo literario, mientras que otro nuevo “Azelain”, el del soneto que citábamos antes, surgiría en Tandil.  Resulta curioso que, al recrear un Azelain en Argentina, no pudo nunca el autor llegar a suponer que el sitio original que le cediera el nombre, desaparecería completamente unos cincuenta años más adelante…

El uso de la piedra como base para levantar las paredes de ladrillo, fue un recurso utilizado por Martín Noel, para reforzar la idea de arquitectura rural española.

Aunque residían habitualmente en la quinta de Belgrano, regalada a su hija por Mercedes (hoy Museo Larreta), pasaban largas temporadas en el campo.
En tanto don Enrique disfrutaba sus días recreando permanentemente la estética y atendiendo a sus amigos visitantes, dedicando buen tiempo a la lectura, su esposa Josefina-nos dice Guzmán-era usual que se ocupara de las necesidades espirituales y cristianas del personal del establecimiento y muchas veces de los demás lugareños. 
La peonada domando un potro arisco. Revista Caras y Caretas. Año 1939
Carreta de carga de la estancia Acelain.Revista Caras y Caretas. Año 1939
Los carros que transportan la cosecha de la Estancia Acelain. Revista Caras y Caretas. Año 1939
Cuentan quienes pasaron la niñez por aquellos campos, que al iniciar la larga temporada veraniega en "Acelain", doña Josefina se dedicaba a visitar todos los puestos de la propiedad y las estancias vecinas en busca de las parejas que querían regularizar su unión, recién nacidos para bautizar y niños en edad de hacer la primera co­munión para inducirlos a cumplir con los sagrados preceptos de iglesia. Para esto, ofrecía los servicios religiosos de su capilla los oficios dominicales. Ella misma enseñaba el catecismo a chicos que se preparaban para tomar la primera comunión, obsequiándoles la indumentaria tradicional para acercarse al altar.

Fachada de la capilla desde el patio del casco.Tandil
Fachada de la capilla de la Estancia Acelain  Revista Caras y Caretas Año 1939. Tandil

También se ocupaba de los festejos de la Navidad, haciendo participar a todo el personal y a quienes se acercaban a la igle­sia nadie que lo viera ha olvidado el clásico pino adornado de guirnaldas y regalos navideños con los que obsequiaba a los chicos de la comarca, así como se ocupaba que los Reyes Magos pasaran y vaciaran sus bolsas generosas sobre los zapatitos humildes. Prueba de la práctica de oración de esta familia piadosa son tres oratorios levantados en distintos puntos del monte, cuyas  paredes blancas destacan la simpleza rural de sus líneas.  
Interior de la capilla de la Estancia Acelain donde se encuentran obras de arte religioso. Tandil

El órgano Mutin-Cavaillé-Coll de dos manuales y pedalera, con 15 juegos reales.de la estancia Acelain

La capilla; una joya que Guzmán y más recientemente José M. Ortiz, describieron magníficamente; poseía un órgano Mutin-Cavaillé-Coll de dos manuales y pedalera, con 15 juegos reales. El mismo habría sido trasladado desde otro templo de Bs. As. El interior de la capilla es austero, pero con imágenes de santos similares a las que pueden apreciarse en el citado Museo de Arte Español de Bs. As. ; existe además una reliquia del Convento de Santa Teresa de Ávila. El costo del órgano podría rondar los u$s 200.000 aproximadamente y se trata de un instrumento construido a escala para capilla o salón.

Una curiosidad es que la capilla presenta 2 espadañas, estructuras murarias con uno o mas huecos en los cuales se disponen las campanas, cuando la mayoría de ellas solo poseen una.
Capilla de la estancia, adaptación de las típicas iglesias de estilo románico de España.

Por su parte a Larreta no le encontramos relaciones más que fugaces con la población del Tandil y alguno de sus hombres, según nos atestiguaba José P. Barrientos. Los viajes y las caminatas por la estancia y las visitas, eran más frecuentes que la salida del matrimonio a la cercana Tandil o al Azul. En ese sentido recordamos los que alguna vez nos contó nuestro tío, el citado periodista de Nueva Era  Barrientos, en el sentido que lo recordaba como alguien muy respetado pero también “recluido”  en su estancia sin casi contactos con Tandil. Aunque Barrientos lo conoció ya muy grande, radical como él y el diario, recordaba su porte de aristócrata de finas maneras, de hablar pausado y que le otorgaba a su estancia tandilense el valor de una recreación “pintada” por su mano, de las tierras de sus antepasados, embelesado por nuestras  serranías,  Tandil guardaba para él-nos decía-el “secreto de los tiempos”…

La maestra de la estancia dando clases a su alumnado. Año 1939. Revista Caras y Caretas Año 1939. 

Larreta siempre había querido formar un lago, pero fue después de su muerte que su hijo Agustín encontró la solu­ción requerida e hizo levantar un terraplén para la contención de las aguas del arroyo, logrando inundar una extensa área. Así fue como "Acelain" llegó a lucir su propio lago que hoy: presta varias utilidades y además tiene buena pesca. En verano constituye un centro de interés muy importante para las vacaciones, aquí se pesca y se realizan diversos deportes náuticos. Por otro lado es un nuevo elemento de gran valor deco­rativo que realza aún más la naturaleza generosa de esta tierra.

Vista del conjunto en la Estancia Acelain

Durante sus primeras décadas de existencia la producción de este establecimiento se desenvolvía en la forma tradicional o sea, algo de agricultura y predominio de la ganadería.  Enrique Larreta, comprendiendo quizás que su dedicación y amor por el campo era ciertamente más romántico que práctico, delegó la parte productiva y administrativa de la estancia en sus dos hijos varones y en su yerno Adolfo Zuberbuhler, esposo de su hija Josefina.

Planta del conjunto dibujada por el arq. Frangella de la Estancia Acelain

Durante los años ’40  comenzaron con la cría de vacunos de pedigree de la raza Aberdeen Angus. La cabaña se inició con un plantel de un millar de animales, en su mayoría colorados, que se compraron a dos criadores escoceses. Esta cabaña tenía un alto prestigio, ya que había obtenido importantes premios en diversas exposiciones. La mayor parte de la producción era vendida en los famosos dos remates anuales en el mismo establecimiento, donde también se realizaban las inseminaciones artificiales. Durante muchos años, la cabaña constituyó el rubro más importante de la estancia, pero luego la agricultura pasó a ser la producción principal. En el fastuoso marco de la tradicional estancia, Luisa Zuberbühler -una de sus descendientes- logró una verdadera transformación de la que fuera la antigua casa de los peones. Realizó una obra llena de magia en base a color, ideas prácticas, conexión con el exterior y el lujo de lo simple.

 
Parque de la estancia Acelain



Desde un comienzo, Larreta puso mucha dedicación a la creación del parque y para ello reservó 400 hectáreas. Contrató al reconocido paisajista alemán Hermann Botrich quien mediante la implantación de cipreses, pinos, robles, acacias, eucaliputs y otra infinidad de especies, aprovechó la geografía quebrada del lugar para brindar al majestuoso casco el magno marco que necesitaba. Años después, aprovechando un bajo dentro del parque, sus descendientes proyectaron la construcción de un lago artificial. Para ello de efectuó el embalse de las aguas provenientes del arroyo de los Huesos. Este lago, en el que habitan decenas de especies de vistosísimas aves, le brinda al conjunto una indescriptible belleza.

Don Hermenegildo Herrero, capataz del campo jubilado, criollo de nobleza y caracter. Tandil. Revista Caras y Caretas. Año 1939


Entre los huéspedes ilustres que tuvo esta estancia, se encuentran el Rey Leopoldo de Bélgica (1962), los Príncipes Imperiales del Japón (1967) (hoy emperador Akihito) , Henry Kissinger y Sra. (1978), además de una larga lista de celebridades internacionales que se han hospedado en la estancia, que incluye  a Ortega y Gasset en una de sus tres visitas a la Argentina, donde se vinculó con un grupo de intelectuales entre los que se contaban Enrique Larreta, Leopoldo Marechal, Ignacio Anzoátegui y Federico Ibarguren, entre otros otros.

Otra vista del patio de la Estancia Acelain

El matrimonio Larreta-Anchorena tuvo cinco hijos: Mercedes, Enrique, Josefina, Agustín y Fernando Larreta Anchorena. Don Enrique Larreta murió el 6 de julio de 1961, a los 86 años, en su casa de Buenos Aires.


Hoy en día, la Estancia “Monte Indio”, una de las tres secciones que constituían el primitivo “Acelain”, ha abierto sus puertas al público ofreciendo la posibilidad de acceder a las bellezas  “acelainas”.

”Cerro Indio Safaris”, se ocupa de ello, donde Gonzalo Llambí – bisnieto de don Enrique- tiene para hospedar, la antigua escuela de la estancia que reacondicionó para recibir cazadores y turistas interesados en avistar ciervos, antílopes, búfalos y jabalíes. Los visitantes llevan sus retinas impregnadas de la belleza sin igual de este privilegiado lugar y así lo manifiestan en sus impresiones escritas:

“Desde la llegada al Aeropuerto de Ezeiza, fui muy bien atendido por los anfitriones quienes organizaron mi traslado hacia el coto, ubicado al Sur de la Provincia de Buenos Aires (Tandil).Al llegar a destino fui recibido por Gonzalo Llambi …. Luego de mostrarme las instalaciones de la casa y mi habitación (muy buena por cierto), me brindaron un almuerzo típico argentino consistente en un buen bife con ensaladas y vino….Allí, por primera vez, pude ver a los ciervos rojos dama y axis y no obstante ya comenzaba a oscurecer, me fue posible divisar algunos …”--manifiesta un peruano; en tanto un americano de Montana nos dice: “Acelain es la herencia más hermosa que he visto. La comida estaba detrás de buena, era excepcional. Ahora sé por qué mucha gente vuelve y me uniré a ese grupo muy pronto”.


Edificios ubicados en la Estancia Acelain. Imagen gentileza Martín Almada

Edificios ubicados en la Estancia Acelain. Imagen gentileza Martín Almada

Edificios ubicados en la Estancia Acelain. Imagen gentileza Martín Almada

Edificios ubicados en la Estancia Acelain. Imagen gentileza Martín Almada

Edificios ubicados en la Estancia Acelain. Imagen gentileza Martín Almada

Edificios ubicados en la Estancia Acelain. Imagen gentileza Martín Almada

                      
Fuentes:
Blog de Daniel Eduardo Pérez  destinado especialmente a divulgar la historia, la cultura y opiniones tandilenses. Historicus
Sitio Oficial de Monte Indio que es una de las tres secciones que conforman la prestigiosa Estancia Acelain - Un dia de campo en familia -Estancia Monte Indio
"En una estancia argentina" - Revista Caras y Caretas Nº 2099. Año 1938
http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0004760944&search=&lang=es

10 comentarios:

  1. Hola
    Leí atentamente el artículo, ya que mi abuelo fue mayordomo de la estancia Acelain hasta el año 1928, habiendo nacido mi madre ahi y sus hermanos mayores. Cuando Larreta terminó la construcción principal y se mudaron, mis abuelos se trasladaron al "chalet" como se le decía. Mi mamá (hoy con 85 años) siempre cuenta historias, referidas por boca de sus hermanas mayores, que hoy ya no están, aunque conserva alguna foto de la época.
    Veré de mostrarle la página y las fotos, y seguro tendrá para hacer algún comentario, gracias por publicar la historia.
    Mabel Amarelle mabelenid@yahoo.com.ar

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  2. Hola! MI abuela TRABAJÓ COMO PERSONAL DE LA COCINA DURANTE ALGUNOS AÑOS. A LO MEJOR, SU ABUELO O MAMÁ LA CONOCIERON, SE LLAMABA MARTA BOESE DE DOMINGUEZ,L ERA ROBUSTA, RUBIA Y DE OJOS CLAROS, ALGUNOS LE DECIAN LA ALEMANA. MUY LINDA LA NOTA

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  3. Muy buena nota. Estudie toda la historia cuando adolescente acompañaba a los turistas y les explicaba la historia de la Estancia y del Escritor. Es parte de mi vida. Fui criado ahi y tengo muy lindos recuerdos. Mi padre comenzo de joven a trabajar ahi por el año 68/69 y yo llegue en los brazos de mis padres por el 81. Casi 20 años msrcaron mi infancia tan feliz. Yo la llamo infancia pura y cuna de amor y proteccion. Gracias

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  4. Lamentablemente en la actualidad ya no se puede visitar. Al menos así me lo hicieron saber en la Oficina de Turismo. Mi bisabuela Elena Rodriguez Larreta era prima de Enrique.

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  5. Lugar muy rico en historia y el castillo praciosamente cuidado.

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  6. HERMOSA HISTORIA, UNA PENA QUE NO PUEDA VISITARSE AL MENOS UNA O DOS VECES POR AÑO.

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  7. MI PADRE,EL DOCTOR AURELIO DE LUSARRETA, ESRA MUY AMIGO DE LARRETA, VIVIA A 5 KM DE ACELAIN...Y YO DESDE LOS 5 AÑOS FRECUENTÉ ACELAIN CON INA ZUBERBÜLER, NIETA DE LARRETA AL CUAL CONOCI, Y DOÑA JISEGINA, FINITA SI HIJA, ERA COMO MI MADRE, ESTUVE ESA SEMANA QUE VINO EL ORINCIPE AKIHITO...Y EN INVIERNO EN BELGRANO...TENGO 78 AÑOS Y SEGUIMOS SIENDO AMIGOS... LÁSTIMA QUE EL CASTILLO ESTÁ EN MUYMAL ESTADO...AHIRA ESTA EL HIJO DE INA...Y VIVO EN CIRDOBA, Y VISITÉ A IGNACIO ZUBERBÜLER EN EL POTRERILLO DE LARRETA... ESTÁ ESPECTACULAR!CON MUCHO CARIÑO ME RECIBE IGNACIO, ES MAYOR QUE NOSOTRAS Y SANTIAGO EL OTRO HERMANO DE INA CADADA CON LLAMBI....SU HIJO ESTA EN ACELAIN...RECUERDO SIEMPRE ESTUVIMOS HASTA LA MUERTE DE MI OADRE...

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  8. Hola:
    ALguien sabe si hay manera de acceder a registros de trabajadores (peones) de la primera epoca?
    Mi abuelo siempre contaba que habia trabajado en la Estancia de los Larreta y me gustaria saber si fue alli.
    Muchas gracias

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