Los bombardeos en el puerto de Mar del Plata
El
presente artículo pretende reconstruir el proceso de luchas sociales y
políticas que transitaba la sociedad argentina a mediados de la década de 1950
desde una perspectiva local. El diálogo entre la realidad nacional y la local
tiene por intención problematizar las interpretaciones vigentes a la luz de la
experiencia marplatense. El trabajo comienza situando a la “revolución
libertadora” como un hito en la historia argentina, luego recrea el clima de
época en Mar del Plata para, finalmente, hacer una descripción analítica de la
coyuntura golpista en la ciudad. Tras la reconstrucción histórica del período,
en las reflexiones finales, el autor arriesga una interpretación del proceso
como de incipiente guerra civil y caracteriza lo acaecido en Mar del Plata a
partir del 19 de septiembre como un preludio de lo que sucedería en la sociedad
argentina desde el golpe del 13 de noviembre de 1955.
Para comprender las raíces de la violencia argentina de las
décadas del sesenta y el setenta es necesario remontarse al
golpe militar de 1955 que derrocó a Juan Domingo Perón.
María José Moyano
El
proceso histórico argentino iniciado hacia mediados de la década del ’30 y su
reconstrucción y formalización por parte de las ciencias sociales, están
teñidos por el origen, desarrollo y culminación de la experiencia política
que representó el
“primer peronismo”. Este
fenómeno tiene como
extremos dos hitos que enlazan,
hacia atrás y adelante, distintos momentos de dicho proceso. Por
un lado, el
17 de octubre
de 1945 y
por otro, el
golpe de 1955.
Sociólogos, historiadores
y políticos, consideran
que el desplazamiento del
peronismo de las funciones de gobierno en septiembre de 1955 representó
una profunda inflexión en la historia del país. Trascendiendo las valoraciones
del momento y con la experiencia de los años posteriores (1955-1973), un
conjunto de científicos sociales, de las más disímiles perspectivas teóricas,
comparten la caracterización del período, sosteniendo que el golpe abrió una
etapa signada por una fuerte inestabilidad institucional y gran violencia
política. Partiendo del conocimiento acumulado sobre dicho fenómeno a nivel nacional,
este trabajo pretende profundizar el análisis aportando desde lo local.
El
objetivo principal del artículo es ahondar en el conocimiento del hecho en
su totalidad, sabiendo
que en lo
particular se encuentran
presentes rasgos de lo universal. Si
bien, el todo
no se puede
reducir a la
suma de las
partes, éstas no dejan por ello de ser parte constitutiva del todo, con
lo cual nos instalamos en la problemática de la mediación dialéctica entre la
parte (el hecho en su dimensión local) y el todo (el hecho en su dimensión
nacional). Por lo cual partimos de las siguientes premisas:
a)
lo local no se explica a sí mismo ni es autosuficiente;
b)
pero tampoco refleja mecánicamente procesos cuya inteligibilidad residen a
nivel nacional.
En
tal sentido se establece un diálogo con los grandes relatos, de los cuales, se
pretende, surjan nuevas y estimulantes problemáticas. Inscribimos esta
investigación en lo que se ha dado en llamar la elaboración de reconstrucciones
históricas concretas que, con un alcance explicativo más limitado que el de los
grandes relatos, aportan nuevo material empírico, útil para la construcción de
nuevas claves interpretativas. A continuación, realizaremos una minuciosa
descripción de los acontecimientos, incluyendo una breve cronología de los
hechos inmediatamente anteriores y posteriores que hacen al proceso. Por lo
cual, recurriendo por momentos a un enfoque narrativo, nos ocuparemos de
aspectos del hecho poco conocidos.
La calle San Martín, vista desde Hipólito Irigoyen hacia la costa, ocupada por la multitud que recibió a Eva Perón el 14 de octubre de 1948. Gentileza de Carlos de Ada para Fotos de Familia |
Esto
representa un paso básico para su conceptualización, pues toda descripción
verdadera es al mismo tiempo su explicación. En este plano, damos cuenta de un
período de enfrentamientos de diversas magnitudes (¿guerra civil?) entre dos
fuerzas sociales que mantienen su unidad, aunque con fuertes tensiones, por
encima de los corrimientos en la esfera gubernamental y estatal. Más
exactamente, estos cambios en las “altas esferas” sólo logran explicarse si se
reestablece la continuidad del proceso general, los enfrentamientos, que hacen
a modificaciones en las correlaciones de fuerzas políticas. El último período
del gobierno peronista y los años de la “revolución libertadora” representan un
momento de lucha enconada por la conducción de la sociedad argentina. Por lo
cual no sólo nos propusimos recrear la trayectoria del “escenario” de los
hechos, sino también la de los agentes sociales y sus acciones.
De
esta manera se pretende establecer el contexto social, económico y político de
la ciudad en vísperas del golpe, buscando reconstruir un clima de época. Un
párrafo aparte, antes de seguir con nuestro relato, merece el concepto de
“guerra civil”. Si bien ya adelantáramos algo en torno a su uso como categoría
histórica y analítica consideramos que, debido a su centralidad en el presente
artículo, no esta de más precisar sus características desde nuestra perspectiva
teórica. En primer lugar, siguiendo la tradición marxista hacemos un uso
analógico entre lucha de clases y guerra. Sin embargo, este primer rasgo es
demasiado general para nuestros objetivos. Por eso, en segundo lugar,
entendemos a la “guerra civil” como un momento y una forma particular de la
lucha de clases.
El
momento de la “guerra civil” se caracteriza por una crisis de dominación, donde
la clase dominante no puede seguir disfrazando su interés particular bajo el
ropaje del interés general. La forma de la “guerra civil” implica, como
objetivo, el aniquilamiento de la fuerza moral y material del enemigo. Otro
concepto, asociado al de “guerra civil”, es el de fuerza social. Este último
conlleva una visualización de la lucha de clases diferente a la comúnmente
divulgada (obreros vs. burgueses). Por
eso, esta noción expresa distintos momentos en la formación de alianzas de
clases. De esta forma, la lucha de clases se observa como el enfrentamiento
entre fuerzas sociales en pugna. Asimismo, la formación de fuerzas sociales
supone un complejo proceso de constitución en el que interviene la conciencia y
la voluntad de los actores sociales, de esta forma las clases sociales actúan a
través de fuerzas sociales, es decir, como producto de un intercambio entre
objetividad y experiencia, entre posición objetiva y organización voluntaria. Como
sugeríamos más arriba, esta problemática ha sido abordada desde las ciencias
sociales con el fin de descifrar el sustrato de ese acontecimiento que cambió
la historia argentina.
Al respecto,
de las variadas
interpretaciones que se han
vertido, se desprenden las siguientes preguntas que nos guiarán en la
indagación del proceso investigado: ¿Cuáles fueron los motivos que permitieron
el desplazamiento de la alianza peronista de las funciones de gobierno?; ¿Qué
características presenta la “revolución libertadora” que la diferencian de
otros golpes militares?; ¿Es posible caracterizar lo ocurrido como una guerra
civil?; Independientemente de lo decidido por las direcciones peronistas ¿se
formaron “milicias obreras” para establecer la resistencia? Es en este sentido
que se pretende integrar el análisis de lo ocurrido en la sociedad marplatense
Mar del Plata: situación social,
económica y política
Para
caracterizar la estructura económica del Partido de Gral. Pueyrredón (PGP) se
cuenta con escasos datos estadísticos desagregados que vuelvan factible un
análisis ajustado de la misma en el período estudiado. Por esta razón, se hará
una primera e incompleta aproximación desde los únicos datos desagregados
brindados por los censos y estadísticas industriales.
Cuadro comparativo |
A
través del cuadro es posible vislumbrar ciertos rasgos del desarrollo del
capital industrial en el PGP. En primer lugar, este capital parece haberse
visto beneficiado por el denominado “modelo de sustitución de importaciones”
que imperaba en el país y la región por ese entonces, esto se refleja en el
aumento de establecimientos y de asalariados. En segundo lugar, en el período
bajo estudio, se da una transformación cuantitativamente significativa en la
cantidad de establecimientos industriales. En los 12 años que transcurren entre
1935 y 1947 el aumento en los establecimientos es de 402 unidades productivas,
en casi la mitad de años (1947-1954) el número de establecimientos aumenta en
847 unidades, más del doble del período anterior. Pero esto no es lo más
significativo, lo realmente “asombroso”
aparece cuando se relaciona este
último aumento en el número de
establecimientos con la cantidad de asalariados industriales.
Entre
1935 y 1947 el aumento de establecimientos trajo aparejado el “necesario”
aumento de asalariados, manteniéndose una regularidad en la media de cantidad
de trabajadores por unidad productiva. Esto cambia en 1954, mientras aumenta
“escandalosamente” la cantidad de establecimientos, la cantidad de asalariados
industriales se mantiene constante, lo que trajo aparejado una fuerte
disminución en la relación de trabajadores por unidad productiva, pasando de 8 a 4. Si
esto fue realmente así, se desprende como conclusión provisoria que el PGP
durante el régimen peronista protagonizó un proceso de acelerada expansión con
una tendencia contraria a la centralización y concentración de capitales
industriales y un desarrollo de relaciones asalariadas en la estructura
productiva, en la que el papel protagónico lo tuvieron las pequeñas y medianas
industrias. Este rasgo de la estructura industrial, como veremos, condicionó la
forma y contenido de la conflictividad social.
En
lo referente a la situación económica general la ciudad tuvo un crecimiento
sostenido durante el período ‘45-‘55, visualizado principalmente en los índices turísticos. Vinculada a la
actividad mencionada, nace la industria del tejido. El surgimiento de esta
actividad industrial contrapesó la leve caída de la construcción. Sin embargo,
la promulgación de la Ley nacional 13.512 de Propiedad Horizontal en 1949 dio
un nuevo impulso a esta última en el país y en Mar del Plata. Por un lado,
dicha legislación dinamizó el sector de la construcción y favoreció la
maximización de la renta diferencial urbana a partir de la “verticalización” de
la zona céntrica, a través de la construcción de viviendas en altura, como bien
de cambio articuladas en torno al turismo.
Por
otro lado, se desarrolla un proceso de “horizontalización” de los alrededores a
partir de la venta de lotes para la localización de viviendas permanentes, en
tanto bien de uso. Por otra parte, la industria del pescado se estaba
desarrollando intensamente desde mediados de la década del ’30, principalmente
la rama conserva, liderada por la empresa La Campagnola, que concentraba una
buena parte del proletariado industrial. La conjunción de estos procesos generó
una recomposición y reconfiguración de las diversas fracciones sociales, tanto
obreras como capitalistas.
Llegado
este punto en la descripción analítica del escenario económico local, es
indispensable revisar la dinámica de los actores económicos, en particular del
movimiento obrero y la corporación empresaria. En las páginas de los cuadernos
de Memoria y Balance de la Unión de Comercio, la Industria y la Producción de
Mar del Plata (UCIP) se percibe el clima tenso que se fue creando en torno a
los reclamos del movimiento obrero local, que no dejaban de estar en sintonía
con sus reclamos nacionales.
Perón en Mar del Plata, año 1954. Imagen del libro Casino Central Mar del Plata editado por el Instituto Provincial de Lotería y Casinos de la Provincia de Buenos Aires. |
10 de marzo de 1954 en Mar del Plata en que sindicatos, unidades básicas, afiliados y simpatizantes recibieron a Perón. Extraido del sitio quintadimensión.com |
Perón en Mar del Plata, año 1954. Imagen del libro Casino Central Mar del Plata |
Ante
esta situación, la entidad marplatense, coincidiendo también con sus pares
nacionales, elaboró un diagnóstico de la situación por la que transitaban los
sectores empresarios de la ciudad ante la continua presión y avance de los
sindicatos. Los portavoces del empresariado local sostenían que el gobierno se
encontraba rodeado de dirigentes sindicales, los cuales eran reacios a entender
los problemas que estaban atravesando los industriales. Si los sindicatos
seguían firmes en su postura, la industria iba a entrar en un período de crisis
que traería como resultado desempleo y miseria. Por otro lado, los empresarios
locales estaban inquietos por la alta tasa de ausentismo y baja productividad
de la fuerza de trabajo, en otras palabras, por la gran indisciplina de la mano
de obra. En las páginas de Memoria y Balance del año 1952 se lee:
"...el problema del ausentismo en la Industria y el
comercio ha tomado tal incremento que ha adquirido la magnitud de un problema
general como lo demuestra la repercusión notoria que ha tenido en las esferas
oficiales, entidades patronales y sindicatos, determinando la iniciación de
campañas radiales, periodísticas y por otros medios de propaganda para combatirlo.
La Confederación General del Trabajo, por su parte, reiteradamente está
haciendo sentir su voz para censurar las faltas injustificadas a las tareas.."
A
dicha queja empresarial se sumaba la tensión provocada por la política de
precios máximos por un lado, y los aumentos salariales por otro:
“El aumento de los salarios, si no coincide con un
mayor rendimiento del trabajo, y particularmente si representa cifras
importantes, determina un mayor costo de producción y distribución de bienes,
que obliga a los empresarios a elevar los precios...”
En
los años ‘53 y ‘54 la UCIP cumplió la función de negociadora en las paritarias
para las convenciones colectivas de trabajo, tratando de evitar la
implementación por parte del sector obrero de cualquier medida de fuerza.
Haciendo referencia a la huelga, como instrumento de lucha de la clase obrera, la
UCIP la considera un “arbitrio coactivo”. En esta misma línea, una vez depuesto
el gobierno peronista, la UCIP exhorta a la “libertadora” para que tome medidas
tendientes a subsanar los males provocados por el gobierno anterior. En
primer término, solucionar el acuciante problema de la inflación, y en segundo
lugar, buscar la forma de disciplinar a la mano de obra a través de la
derogación de ciertas disposiciones y normas que atentaban contra el normal desenvolvimiento
del sector empresario. La UCIP, a través de las páginas del Memoria
y Balance, señaló:
“El problema más serio que debe solucionar el
Gobierno Revolucionario es el de la inflación (...) Sabemos que es necesario un
período de transición para pasar de un régimen en que todo lo disponía el
Estado, al de la libertad que todo lo normaliza por vía de la inteligencia, de
la capacidad y patriotismo de los que trabajan, pero no es menos cierto que aún
se mantienen disposiciones y normas que atentan contra la recuperación tan
ansiada...Las negociaciones habrán
de ser arduas
y llenas de
peligros si los representantes patronales no usan la suficiente
habilidad y firmeza para conjurar la amenaza que significan las desmedidas
demandas obreras...”
Sin
embargo, una vez depuesto Perón, la UCIP vio caer sus ilusiones, ya que el
poder de negociación de los sindicatos no había mermado:
“...aún después de haberse producido el cambio de
Gobierno no han encontrado
el camino acertado,
especialmente en las
cuestiones de hecho que son apreciadas generalmente con inclinación a
favorecer al más débil,..., con lo que se contribuye a la consolidación de un
estado de cosas inconveniente para el país
y no permite
la formación de
una verdadera conciencia en los
trabajadores enderezada a corregir anormalidades que en definitiva son
contrarias a los intereses de los propios trabajadores...”
Este
conjunto de fragmentos de declaraciones de las entidades empresariales
marplatenses, en cierta forma, ilustran en el plano local lo hondo que había
calado la “rebelión” de la fuerza de trabajo hacia los últimos años de la
década peronista. Así nos ilustran sobre la génesis de la crisis de dominación
burguesa en el
ámbito fabril. Desde
entonces, en su
afanosa búsqueda por
resolver el problema de la indisciplina de los obreros,
que fue bautizada como “el problema de la productividad”, la clase dominante no
escatimó medios ni recursos. Por
otra parte, durante
las dos primeras
presidencias de Perón,
en Mar del
Plata el peronismo
tuvo un amplio
apoyo de las
clases subalternas, principalmente de la clase obrera, fenómeno
que se evidenció en las elecciones a intendente, donde triunfaron los
candidatos del Partido Peronista (PP).
Pero,
a pesar del respaldo popular que obtuvieron las listas peronistas, el clima
político local estuvo signado
por una gran
inestabilidad. Ninguno de
los intendentes electos pudo
cumplir con su
mandato, siendo desplazados
por comisionados designados por el ejecutivo provincial. Estas
decisiones eran amparadas en la Ley de Municipalidades de 1949 y facilitadas
por las divisiones y conflictos dentro del PP local. En tanto, la relación de
PP con la oposición fue tensándose. El Partido Socialista (PS) local fue el
organizador y sostenedor de la oposición al régimen, y si bien se vio superado
sistemáticamente en las elecciones municipales, logró llevar un diputado al congreso
de la provincia, Teodoro Bronzini, y varios concejales al Concejo Deliberante
del PGP.
De
esta forma pudo oponerse a la Ley de Municipalidades, al proyecto peronista de
expropiación del Club Pueyrredón, a la transferencia de los terrenos costeros
de la Comuna a la Provincia, etc. Al respecto, durante el período, tanto los
socialistas, como los anarquistas, comunistas y otras agrupaciones de
izquierda, fueron perseguidos y hostigados, a la vez que sus dirigentes fueron
encarcelados. La Casa del Pueblo, donde funcionaban las distintas secretarías
de los gremios agrupados por la UOL, así como la biblioteca Juventud Moderna,
fueron clausuradas en el año 1947.
El órgano del PS local, el diario El Trabajo, también fue objeto de amenazas, clausura y atentados; sin embargo pudo seguir funcionando. En esta lógica entre oficialismo y oposición se inscriben los hechos de 1951, durante la gestión del comisionado Dr. Callejas, cuando los socialistas realizaron diversos mítines públicos manifestando su disconformidad por la política del Comisionado, y realizaron pintadas en las paredes de la ciudad con leyendas adversas a la gestión. El resultado de estas acciones fue la encarcelación de Luis Fabrizio, Ricardo Junco y Vicente Tótaro, dirigentes del PS local.
Luis Nuncio Fabrizio |
El órgano del PS local, el diario El Trabajo, también fue objeto de amenazas, clausura y atentados; sin embargo pudo seguir funcionando. En esta lógica entre oficialismo y oposición se inscriben los hechos de 1951, durante la gestión del comisionado Dr. Callejas, cuando los socialistas realizaron diversos mítines públicos manifestando su disconformidad por la política del Comisionado, y realizaron pintadas en las paredes de la ciudad con leyendas adversas a la gestión. El resultado de estas acciones fue la encarcelación de Luis Fabrizio, Ricardo Junco y Vicente Tótaro, dirigentes del PS local.
En
el año ’53 el intendente Olegario Olazar creó 100 nuevos empleos municipales y elevó las
tarifas del transporte, provocando la agitación de la oposición. A esto se
sumó, por un lado, la amenaza de huelga y el pedido de renuncia al intendente
por parte del personal de limpieza municipal, quienes no cobraban sus sueldos
debido a la crisis financiera municipal. Este reclamo llegó a obtener el apoyo
de la CGT local. Por otro lado, las juntas vecinales protestaron por los altos
precios de la pavimentación. En septiembre de 1953 el intendente presentó su
renuncia, siendo remplazado por un nuevo comisionado. En el transcurso del año
siguiente, el comisionado Carbusiero enfrentó una difícil coyuntura electoral.
En
abril se llamó a elecciones donde concurrieron el 90% de los votantes, en las
cuales salió electo el candidato del PP. Esta elección fue el contexto de una
de las más enconadas disputas entre los distintos sectores del peronismo local,
al punto de llegar a un atentado contra la vida del comisionado designado por
Aloé, cuyo auto fue baleado cuando Carbusiero viajaba hacia Capital Federal.
Esto pone en evidencia, no sólo los enfrentamientos entre los peronistas y
antiperonistas, sino también al interior de estas fuerzas sociales,
particularmente la peronista. De
lo analizado precedentemente se desprende que entre 1946 y 1955 la sociedad
marplatense había sobrellevado diferentes transformaciones en su
morfología social, económica
y política. Como
causa y consecuencia
de estas transformaciones las
fuerzas sociales en pugna sufrieron crisis y reconfiguraciones generando las
condiciones de posibilidad de lo que vendría.
Septiembre de 1955: la guerra civil en
Mar del Plata.
Cuando sea posible han de historiarse los distintos
acontecimientos...de Mar del Plata, especialmente los entretelones de algunos
de los principales, pues los detalles, que casi siempre se mantienen en
silencio, son los que realmente hacen la historia; luego los acontecimientos
visibles son simplemente sus resultados.
Union Obrera Local Nº24 (30-12-1947)
Hacia 1955
la sociedad marplatense,
al igual que
la argentina, se encontraba
dividida en dos fuerzas sociales, la peronista y la antiperonista. Dentro de la
primera se encontraban la mayoría del movimiento obrero organizado, los cuadros
políticos del PP local, el círculo del puerto del Partido Comunista local, el
Partido Socialista Revolución Nacional regional Mar del Plata, el grueso de los
efectivos de la policía, algunos soldados del ejército. Por parte de los
antiperonistas en primera línea estuvieron el PS local, la Unión Cívica Radical
local, el Partido Laborista Marplatense, el Centro Universitario Marplatense
(CUM), la UOL, la Casa del Pueblo, la Armada, la Federación Libertaria
Argentina filial Mar del Plata, la UCIP, Club Español, entre otros.
Momentos previos
El
23 de mayo de 1955 en el marco del conflicto entre Perón y la Iglesia, por
resolución ministerial las hermanas Franciscanas fueron desplazadas del asilo Unzué,
siendo remplazadas por personal civil. No transcurrieron dos semanas,cuando
el 13 de junio se realizó un acto de repudio popular en la plaza Eva Perón con
el fin de desagraviar la bandera nacional y la memoria de Eva Perón, el cual
tuvo amplias proporciones. En la Escuela Antiaérea se realizó otro acto de las
mismas características.
Golpe militar de 1955 - Canal Encuentro
Gentileza El Historiador Argentino
Bombardeo a Plaza de Mayo. 16 de junio de 1955
Gentileza La Baldrich TV
Tres días más tarde, el 16 de junio cuando estaba siendo bombardeada la Plaza de Mayo, el gobierno municipal exhortó al pueblo a reunirse en Plaza San Martín y permanecer hasta que Perón rectificara la decisión de renunciar a la presidencia, mientras tanto, cerca de 500 obreros de la CGT regional Mar del Plata viajaron a la Capital Federal con motivo de la concentración en plaza de Mayo. Desde el campo golpista, el general Lucero, al momento de producirse el bombardeo en la Capital, ordenó a las guarniciones de Tandil, Azul y Mar del Plata que avanzaran sobre la base naval de esta última ciudad y se apoderaran de ella.
Diario La Capital 17 de junio de 1955. |
A
su vez, la compañía Nº 7 de infantería de la marina sublevada, bajo las órdenes
del jefe de la base naval capitán de navío César Poch, se dirigió hacia el
aeropuerto de Camet para embarcarse en dos aviones que los trasladarían a
Buenos Aires. Al llegar a las proximidades del aeropuerto observaron que las
instalaciones estaban custodiadas por efectivos del ejército con el objetivo de
impedir que se acercasen. Ante este hecho el jefe de la compañía, el teniente
de navío José Antonio de Urquiza, intentó persuadir a los oficiales del
ejército que estaban a cargo de la defensa del lugar, ante la negativa de éstos
se dispusieron para iniciar el combate que no llegó a desatarse debido a la
noticia del fracaso del golpe en la Capital.
El
5 de Agosto de 1955, se pudo escuchar el discurso de Alfredo Palacios que se
guardó en las oficinas de Radio Belgrano, y que el 10 de Agosto del mismo año,
la emisora dio a conocer en la Oficina de Radiodifusión del Ministerio de
Comunicaciones, ya que no permitía la transmisión radial del mismo.
Alfredo Palacios hablando para la Radio agosto de 1955. |
Discurso del diputado socialista Alfredo Palacios
durante la Revolución de 1955
Transcurrieron tres meses hasta la jornada del 16 de septiembre, cuando la iniciativa antiperonista se hizo visible en la provincia de Córdoba y otros lugares del país. Pero en Mar del Plata fue necesario esperar hasta el lunes 19 de septiembre para que dicha ciudad entrase de lleno al escenario político nacional, jugando un papel determinante en la definición del conflicto. Según relatos contemporáneos y posteriores a los hechos, los sucesos marplatenses decidieron la suerte del estado peronista. Las siguientes son algunas de las citas que ilustran lo dicho:
“Mar del Plata no sólo vivió todo el proceso político
como cualquier otra ciudad de importancia, sino que en Mar del Plata se dieron
acciones militares que nunca en una confrontación interna o externa se
produjeron, ni antes ni después de septiembre de ese año”.
“Fue el bombardeo de Mar del Plata por las unidades
de la escuadra lo que hizo comprender a la dictadura que esa misma acción iba a
emprenderse contra la capital federal y La Plata, y ello lo decidió a capitular
incondicionalmente”
“Guerra entre fracciones de las FF. AA.,
manifestaciones antiperonistas y “milicias obreras”
“...fue, sin duda, el punto final de la revolución
iniciada el viernes.”
La Capital 20/09/55
“Ese bombardeo motivó el alejamiento del país del
General Perón.”
Roberto Barili (1964)
En
la jornada del lunes 19, a
partir de las cinco de la mañana, agentes de la policía federal y de la
provincia dieron aviso de evacuación casa por casa desde La
Perla hasta el
puerto. A partir
de las seis de la
mañana se iniciarían las acciones del “Comando
Revolucionario Naval”, el cual bombardeó la zona puerto. Junto
al inicio de las maniobras de los destructores que se preparaban para lanzar su
ataque, efectivos de la base naval ocuparon puestos de combate con la finalidad
de repeler cualquier intento de las “fuerzas leales” de tomar el lugar las
cuales se encontraban en la zona de la explanada.
Al momento de los hechos, un batallón del ejército se desplazaba por la avenida Juan B. Justo hacia el puerto con material de guerra de tierra. Las primeras bombas fueron lanzadas desde el avión naval “Martín Mariner” y cayeron en las inmediaciones de los tanques de YPF, sin ocasionarles daño alguno, éste fue atacado por efectivos de la Escuela Antiaérea que momentos antes se habían apostado en la zona. La segunda andanada de bombas, que cayó frente a Playa Grande en cercanías de la escollera Norte, fue llevada a cabo por el crucero “9 de Julio”.
El crucero "9 de Julio" abandona Puerto Belgrano
(Imagen: gentileza Fundación Histarmar Historia y Arqueología Marítima)
|
Crucero "9 de Julio", gemelo del "17 de Octubre" navegando en aguas abiertas
(Imagen: gentileza Fundación Histarmar Historia y Arqueología Marítima)
|
El crucero 9 de Julio bombardea posiciones en Mar del Plata. 19 de septiembre de 1955. (Imagen: gentileza Fundación Histarmar Historia y Arqueología Marítima) |
Al momento de los hechos, un batallón del ejército se desplazaba por la avenida Juan B. Justo hacia el puerto con material de guerra de tierra. Las primeras bombas fueron lanzadas desde el avión naval “Martín Mariner” y cayeron en las inmediaciones de los tanques de YPF, sin ocasionarles daño alguno, éste fue atacado por efectivos de la Escuela Antiaérea que momentos antes se habían apostado en la zona. La segunda andanada de bombas, que cayó frente a Playa Grande en cercanías de la escollera Norte, fue llevada a cabo por el crucero “9 de Julio”.
Floreal Diaz (2do a la izq.) antes del bombardeo de los tanques. Decada del 50. Imagen gentileza de su nieta Rocio Genova Diaz |
Floreal Diaz (al medio) antes del bombardeo de los tanques. Decada del 50. Imagen gentileza de su nieta Rocio Genova Diaz |
Depositos del puerto de Mar del Plata. Enviada por José Alberto Lago. |
“Bombardeo de los depósitos de combustible del puerto en septiembre de 1955 durante la denominada revolución libertadora”. Imagen de Nancy Amalfi |
Mar del Plata. Depósítos de combustible en llamas. Imagen Isidoro Ruiz Moreno. (Imagen: gentileza Fundación Histarmar Historia y Arqueología Marítima) |
Tanques destruidos por el bombardeo. Decada del 50. Imagen gentileza Rocio Genova Diaz. |
Otras
sí cayeron finalmente sobre los tanques de YPF, provocando la explosión de los
mismos. Estas operaciones se realizaron sin comunicación con la base naval
debido a que, desde el exterior, había sido cortada la alimentación de
electricidad por “fuerzas leales”. Por tal razón, también se encontraban
interrumpidas las comunicaciones telefónicas
entre la ciudad
y la zona
portuaria. Después del
bombardeo a los
tanques de YPF, personal de la base naval escapó del lugar en lanchas,
botes y pesqueros incautados para tal fin. En ese momento un grupo de civiles
apostados en la escollera norte comenzó a atacarlos con armas de fuego. Sobre
este hecho escribió Barili:
“En el curso de esa evacuación se originó un tiroteo
con franco-tiradores emplazados en la escollera norte, que obligó a cortar el
tren de remolque, embarcando al personal evacuado en una sola lancha, para
facilitar el paso por la boca del puerto, defendido a tiros por ocupantes de la
embarcación. Con un tiro rasante de uno de los torpederos se facilitó la
operación, poniendo en fuga a los ocupantes”.
Por
su parte, Jorge Bergallo dice que
“...algunos integrantes de sectores radicalizados de
los gremios más combativos con sede en Mar del Plata emprendieron acciones aisladas
sin ningún resultado”
En
medio de los hechos, y en condiciones poco claras se suicida el teniente de fragata
Miguel Ángel Rabini. Durante el desarrollo de los acontecimientos, la base
naval fue rodeada por civiles armados pertenecientes a diferentes gremios
y sobre
los terrenos del
golf se apostaron
piezas de artillerías
y personal del
ejército y aeronáutica. Frente a esta situación las “fuerzas rebeldes”,
que se encontraban al mando del capitán Mellea, atacaron haciendo fuego de
artillería, primero sobre las “fuerzas leales” ubicadas en el golf y, en segundo término, contra cinco camiones
con tropas del ejército apostadas en Juan B. Justo entre Tucumán y Arenales.
Tito Arrigo junto a un proyectil disparado por el Crucero 9 de Julio en la Revolución de 1955. Calle Alem frente al cementerio”. Gentileza de Gisela Arrigo para Fotos de Familia |
Estas
acciones lograron disuadir y dispersar a las tropas del ejército y la
aeronáutica, pero en la escollera norte permanecieron los civiles armados.
Mientras se desarrollaban estos acontecimientos, sobre la costa, desde el
parque San Martín hasta el Torreón del Monje, se concentraron grupos de civiles
antiperonistas que vivaban las acciones de la marina. Una vez culminadas las
maniobras marítimas 1.200 hombres de infantería de marina desembarcaron en la
ciudad. Por la tarde, un grupo de civiles armados y de policías atacaron la
base naval, la base informó sobre lo que estaba sucediendo y el destructor “San
Luis” tomó puerto y contraatacó con sus cañones logrando la dispersión de dicho
grupo.
Septiembre de 1955-Bombardeo de la Marina de Guerra Argentina a los tanques de YPF en el Puerto de Mar del Plata. Revista de Mar del Plata de 1/3/1956 - Coleccion Jose Lago. |
Al comenzar la noche, la zona portuaria quedaba en calma ya que los efectivos del ejército y de la aeronáutica, como así también los grupos civiles armados, se habían retirado. Como consecuencia del combate, la entrada del puerto y el muelle de pescadores fueron parcialmente destruidos. Desde las páginas de El Trabajo se daba cuenta de los sucesos en los siguientes términos:
“Como se sabe, la población marplatense vivió ayer,
durante toda la jornada, horas de desasosiego, motivado por el repetido cañoneo
efectuado desde navíos de guerra que atacaron los objetivos en poder de algunos
grupos aislados que pretendían defender al régimen caído”.
Otro
aspecto a resaltar de la cita es que el martes 20 de septiembre los socialistas
ya hablan del peronismo como de un “régimen caído” cuando el proceso aún estaba
abierto, pues Lonardi asume el día 23 de septiembre y la práctica de renuncia
de Perón no era novedosa. Pero la acción de la marina no se redujo a las
maniobras realizadas en la zona del
puerto, también bombardearon
la Escuela de
Artillería Antiaérea.
El destructor Entre Ríos fue uno de los buques que atacó Camet. |
Regimiento de Artillería Antiaérea de Camet blanco del fuego naval Gentileza Fotos de Familia |
Los
blancos fueron la antena de radar y la torre de agua. El cuartel había sido desalojado
antes del bombardeo, los soldados y las piezas de artillería fueron retirados,
en el momento del bombardeo sólo quedaban 200 hombres. Una vez finalizada la
acción, el capitán de fragata Eladio Vázquez quedó a cargo del comando. El
capitán de corveta Juan M. Bisset se hizo cargo del comando militar de la zona.
El comando superior de la ciudad quedó en manos del capitán de fragata César
Poch. Posteriormente, el capitán de fragata Carlos López tomó a su cargo la
jefatura del comando militar revolucionario.
Destructor Buenos Aires. Fue el buque que disparó hacia la Base Naval y cuyos disparos sobrevolaron por encima del Cementerio Loma y calleron en la Av. Juan B. Justo. Gentileza Histarmar. |
Destructor San Luis. El 19 de septiembre disparó desde 6000 metros al GADA y volteó la torre tanque que sostenía la antena de radar. Fundación Histamar |
Mientras tanto
en el centro
de la ciudad
grupos de civiles
reunidos en calles y esquinas
siguieron con expectativa las acciones militares. La crónica periodística
resalta la presencia de mujeres y hombres caminando por las calles con banderas
argentinas y escarapelas bajo una fuerte llovizna que caía ininterrumpidamente,
lo que no impidió que estos grupos se manifestaran por la zona céntrica y el
puerto de la ciudad.
Alrededor
de las once de la mañana algunos grupos antiperonistas fueron cobrando cuerpo,
cerca de 200 civiles dieron lugar a una procesión que recorrió, de a pie y en
automóvil, toda la ciudad festejando la victoria de la marina sobre las fuerzas
del gobierno, en tanto desde la Escuela Antiaérea llegaba el eco de un nuevo
bombardeo. Todo sitio identificado con el movimiento peronista fue tomado,
destruido, saqueado y/o quemado. A medida que
los manifestantes se cruzaban con soldados o marinos a viva voz gritaban “¡Viva la
Armada!”, “¡La patria está
salvada!”. En crónicas
de otros diarios
se menciona la existencia de
grupos civiles armados. En las columnas del diario El Argentino se lee:
“...se notó cierto movimiento de civiles armados
probablemente oficialistas...”
Alrededor
de las 11.15 hs., un grupo de manifestantes se concentró en las inmediaciones
de la seccional primera y al salir, dos suboficiales de la marina fueron
aplaudidos por los manifestantes. Momentos antes, alrededor de 30 agentes
armados que habían tomado ubicación en la esquina de Rivadavia, volvieron a la
seccional, tomaron sus pertenencias (que incluía sus armas) y en grupos de
cinco o seis, en completo desorden y ante distintas exteriorizaciones del
numeroso público que se había congregado atraído por ese movimiento, se
alejaron del edificio de la seccional.
Mientras
tanto el entusiasmo de los grupos callejeros se iba exteriorizando con frases y
gritos. Por la calle Rivadavia y del lado del mar, ante el anuncio de un
desembarco, se esperaban tropas de la armada, sin que llegara a concretarse su
arribo. Dos obreros que pasaron frente a la seccional andando en bicicleta,
enseñaron al pasar y repetidas veces, un cuadro destruido con la foto Perón y
exclamaron “¡Lo que el viento se llevó!”, expresión que arrancó
aplausos y frases
de adhesión. Mientras
tanto, los manifestantes
que habían tomado por la calle San Martín llegaron frente al local de la
policía, entre gritos de “¡Libertad!” y “¡Viva la independencia!”
Frente
al edificio de policía abandonado, los manifestantes acrecieron sus gritos. Al
enterarse que dentro del local permanecía detenido un dirigente político de la
oposición, con diversos elementos rompieron una ventana, entrando de inmediato
a la sala de la guardia y liberando, entre otros presos políticos y sociales,
al Dr. Giordano Etchegoyen. Un grupo de jóvenes retiró de las salas interiores
cuadros de Eva y Juan Perón, que fueron destrozados y pisoteados. También
fueron quemados en la misma vereda papeles y libros pertenecientes a la
repartición policial. La comisaría había sido tomada por los antiperonistas.
Saqueo y quema de la biblioteca del Sindicato de Empleados de Comercio (Córdoba entre Rivadavia y San Martín). Aporte de Guillermo Bianchi a Fotos de Familia. |
Saqueo de la CGT local e incendio del mobiliario el día de la denominada Revolución Libertadora |
Eran las 11.35 hs., cuando los manifestantes se dirigieron a la C.G.T. Allí se sacaron los muebles a la calle y fueron incendiados. Lo mismo ocurrió en el Centro de Empleados de Comercio y varias unidades básicas del partido peronista. En la sede del Consejo de distrito de esa agrupación, se colocó un letrero en el cual se leía: “Cerrado por duelo”. También se hizo un acto de repudio frente al diario peronista La Mañana. En su recorrido, la procesión pasó por el diario El Trabajo donde, a través de improvisadas arengas, reconocieron la labor de dicho periódico como valuarte del antiperonismo local durante los años del peronismo en el gobierno.
En
la calle La Rioja, frente a la emisora L.U.6 Radio Atlántica, alrededor de las
15.10 hs. se habían concentrado un grupo de civiles antiperonistas. Éstos
tenían la certidumbre de que el “Comando Revolucionario” tomaría posesión de esa
emisora que había dejado de funcionar en la noche del sábado. Poco después de
la hora indicada, un capitán de navío acompañado por un oficial y escoltado por
un piquete de soldados, se hicieron presentes tomando posesión de dicha
emisora. Promediando las
17 horas, en
una acción similar
a la precedente,
el “Comando” tomó las
instalaciones de la emisora L.U.9 Radio Mar del Plata.
Unos
minutos después, con ayuda de técnicos y empleados del lugar, fueron colocadas
las válvulas que habían sido sustraídas por las anteriores autoridades. De inmediato,
y bajo la dirección del “Comando”, la onda local salió al aire emitiendo un
comunicado en el cual se informaba a funcionarios y agentes policiales, que a
la mayor brevedad posible debían presentarse en las seccionales respectivas,
agregaba que la presencia de los elementos policiales en las comisarías locales
eran de importancia, por lo que debían recurrir de inmediato. En otro comunicado
el “Comando” llama a la calma y la tranquilidad, ya que “las fuerzas de la Libertad
dominan la situación”.
Por
otro lado, exhorta a todos aquellos que lleven armas sin estar autorizados a
entregarlas en la Base de Submarinos, en caso contrario serán duramente reprimidos. También
llamó a los
comerciantes a que
el martes 20
abrieran sus puertas para permitir el normal
abastecimiento de la población, e informó a los vecinos que se habían alejado
de sus hogares por temor a posibles bombardeos, que podían regresar sin riesgo
alguno. En otro orden de cosas, dio a conocer el cambio de nombre de ciertas
calles, “La avenida Independencia, se llama otra vez Independencia... La Pampa
se llama otra vez La Pampa...”
El
comunicado termina con un “¡Viva la libertad!, ¡Viva la Patria!”. Varios de los
hechos descriptos en este apartado se inscriben dentro de una forma particular
de confrontación: el de las tomas. En acciones de estas características se
disputan espacios políticos y sociales en su dimensión geográfica, es decir en
la dimensión que hace al ordenamiento social del espacio. Pero las tomas que
nos ocupan son portadoras de un carácter distintivo, pues se trata de medios de
difusión, instrumentos capaces de crear estados de ánimo colectivos, sensaciones
que operan en las conciencias con la fuerza de una certeza.
Comercio del puerto dañado por el bombardeo de septiembre de 1955. Gentileza Nair Miño para Fotos de Familia del Diario La Capital |
Por
otro lado, estos hechos se vuelven de una mayor significación si observamos que
el 5 de junio de 1973 treinta miembros de las organizaciones Alianza
Libertadora Nacionalista, Comando de
Organización de la Juventud
Peronista y Concentración
de la Juventud
Peronista, todas pertenecientes a la derecha
peronista, tomaron L.U.6 Radio
Atlántica y al día siguiente tomaron la filial marplatense de la agencia
oficial TELAM.
Promediando la
tarde del martes
20 un grupo
de manifestantes se
dirigió hacia el
local del Sindicato
de los Gastronómicos, una
vez en el
lugar arrancaron las placas
identificatorias, forzaron una puerta e ingresaron al lugar. Desde
arriba del local fueron arrojados a la calle fotos y cuadros de los líderes del
peronismo, diversos objetos pertenecientes a la contabilidad de ese sindicato y
afiches de publicidad, lo que fue utilizado para hacer una fogata.
Uno
de los manifestantes que había encabezado la columna que arrancó las placas del
sindicato fue gravemente herido por un militante peronista. Frente al edificio
municipal se concentró un grupo de civiles antiperonistas significativamente
mayor al de las otras concentraciones. Estaban a la espera del reemplazo de las
autoridades peronistas, que entregaron la Comuna al “Comando Revolucionario”.
También
durante la marcha, los manifestantes arrancaron las placas adheridas a las
paredes a todo lo largo de la calle que identificaban la avenida Eva Perón
(Independencia). Otro de los sitios que dio lugar al accionar de los
manifestantes fueron los relojes florales que indicaban la hora de la muerte de
Eva Perón, con sus agujas detenidas a las 8:25, los canteros fueron destrozados
y las agujas extraídas.
En
las primeras horas de la tarde un grupo de peronistas irrumpió en la calle San
Martín y
destrozó la vidriera
de la armería
Casa López, llevándose
armas de diverso tipo y calibre que se exponían al
público. Una columna de manifestantes desmanteló la residencia de Franklin
Lucero e incendió la “mansión” de Jorge Antonio
ubicada en la
intersección de las
calles Rodríguez Peña y Lavalle,
de la cual sólo quedaron en pie
los muros.
El 19 de septiembre de 1955, al amanecer, la Marina de Guerra bombardeó los tanques de combustible de YPF ubicados en el puerto. |
Sorprendentemente,
y pese al nivel de violencia registrada, según un informe del director del
Hospital Regional sólo cuatro personas fueron internadas a causa de los
enfrentamientos. En horas de la noche el jefe militar de la ciudad, Carlos
López, designó como encargado del gobierno comunal al capitán de corbeta J. M.
Bisset, y como encargado de la policía federal, provincial, caminera,
caballería, bomberos y prefectura marítima, al teniente de navío de infantería
de marina, J. A. de Urquiza. “Milicias obreras”, “guerra de guerrillas” y
manifestaciones antiperonistas.
Antes
de abocarnos a la descripción de los sucesos quisiéramos explicar brevemente
qué entendemos por “guerra de guerrillas” ya que, como todos sabemos, las
palabras adolecen de vaguedad y ambigüedad. Así nuestro concepto de “guerra de
guerrillas” hace referencia a los encuentros pequeños y cotidianos (“pequeña
guerra”, “microconflictos”) que se desarrollan entre fuerzas asimétricas y en
forma irregular. Sigamos ahora con la narración de lo sucedido.
En
las primeras horas del martes 20, en las inmediaciones de la municipalidad, se
produjo un tiroteo entre ocupantes de camiones y patrullas navales que
recorrían calles de la ciudad. También se produjeron otros tiroteos y
enfrentamientos entre las patrullas navales y grupos de obreros peronistas. En
horas de la tarde, el comando militar decidió evacuar a partir de las 18hs. la
zona del Municipio, cortar el transito a las 19hs. y reforzar las guardias de
la marina. Hacia la noche desembarcaron en el puerto local efectivos del
crucero “9 de Julio”, perteneciente a la Armada Nacional, para reforzar la
vigilancia de la ciudad.
Durante
la jornada no se dictaron clases en las escuelas, tampoco hubo actividad de los
gremios pesqueros. Recién hacia la tarde se logró extinguir el incendio de los
tanques de YPF. La Unión Obrera Local, a través del “Movimiento de Amigos de la
UOL” dio a conocer un comunicado dirigido al conjunto de la clase trabajadora
local en el cual “invitaba” a romper todo vínculo con la CGT. Por otra parte,
los exhortaba a desoír cualquier intento de paro y a concurrir
disciplinadamente al trabajo:
“LA UNIÓN
OBRERA LOCAL EXHORTA
A QUE SE
TRABAJE (...) El movimiento de amigos de la Unión Obrera Local que
nuclea a trabajadores de Mar del Plata (...) exhorta (...) a todos los
trabajadores a concurrir al trabajo desoyendo cualquier intento de
paralización. Trabajar y trabajar con entusiasmo
en las respectivas ocupaciones, significa en la situación actual ayudar al
afianzamiento de la paz y dar la contribución merecida a las fuerzas
de liberación que
hoy controlan la
vida de la
ciudad. Obreros: todos al
trabajo, sin odios destructores a colaborar en la normalización y pacificación
del país y con entusiasmo a reconstruir el auténtico y digno movimiento obrero.
Fdo). Movimiento de Amigos de la Unión Obrera Local.” [La cursiva es nuestra]
Por
su parte, el “Comando Militar de Mar del Plata” en su comunicado Nº 7 prohibió
la venta de nafta y recomendó a la población ahorrar energía eléctrica. Con
posterioridad, en el comunicado Nº 9, advertía que “todo aquel que se oponga a
la apertura de los negocios o a la concurrencia de los obreros y empleados a
puestos de trabajo, será considerado saboteador y se le aplicará la Ley
Marcial”. Firmado. Carlos López, capitán de fragata, comandante militar”
Desde
el martes regía en todo el país la ley marcial y el toque de queda. Estaba
terminantemente prohibida la circulación de automóviles después de las 20hs.,
así como también las reuniones de personas en locales o vía pública. Por la
mañana del miércoles 21 tuvo lugar en la ciudad una “espontánea” procesión que
contó con nutridas columnas de ciudadanos, a pesar de la inclemencia del
tiempo. Ésta, luego de recorrer calles céntricas, se detuvo ante la Casa del
Pueblo, donde hicieron uso de la palabra los reconocidos militantes
antiperonistas Crocitto y Aurelio
Príncipi.
Diario La Capital 21 de septiembre de 1955 |
Poco después
del mediodía en la zona
céntrica patrullas navales
persiguieron a cinco personas que se refugiaron en un edificio de la avenida
Luro 3137, donde se originó un tiroteo entre los ocupantes de un camión de la
marina junto a otras fuerzas situadas estratégicamente en dicha avenida y los
ocupantes del edificio que se encontraban en el tercer piso. En las páginas de
La Nación se lee:
“El frente del edificio muestra, en el tercero y
cuarto piso, las huellas de numerosos impactos; pero se desconoce el resultado
del tiroteo contra los elementos de acción perseguidos, no habiendo
proporcionado el comando militar ningún informe al respecto. Centenares de
personas se reunieron esta tarde, hasta la hora del toque de queda, en la
avenida Luro, donde está el edificio mencionado, tratando de verificar si era
exacta la versión de que el saldo del tiroteo era de varios muertos”
Por
la tarde, se realizó una nueva manifestación festejando la caída del régimen
peronista y el “retorno a la libertad”. Por la noche, entre las 22 y las 5 de
la madrugada, se produjo un tiroteo entre grupos de obreros peronistas y
fuerzas de la marina que estaban custodiando las instalaciones de las
estaciones trasmisoras ubicadas en
el Parque Municipal
de los Deportes.
Los grupos de
obreros se escudaron en las frondosas arboledas y en los vagones de la
estación del Ferrocarril Nacional General Roca. Al igual que el día anterior,
el “Movimiento de Amigos de la UOL” dio una nueva declaración reforzando las
ideas vertidas en la primera. Llamaba a colaborar con las “fuerzas libertadoras
de ocupación” trabajando conscientemente en sus ocupaciones diarias:
Concurrencia
y permanencia en el trabajo a pesar
de cualquier maniobra que quisiera entorpecerlo es hoy nuestra mejor arma y
hacer que la economía de la ciudad no sufra entorpecimiento es nuestra mejor
contribución a la normalidad (...) No hay en este momento secretarios de
gremios y nadie puede atribuirse su representación directa, pero debe existir
en cada lugar de trabajo la firme voluntad de trabajar concientemente. La revolución le ha dado verdadero
sentido al slogan
de producir –
producir, porque ahora
es en beneficio de todos, de la vida normal del pueblo y de la
revolución libertadora. [La cursiva es nuestra]
La insurrección antiperonista:
Procesiones pacíficas de la pequeña
burguesía
Durante
el día jueves 22, manifestaciones populares circularon por las calles de la
ciudad. En su marcha pasaron por el consulado de Uruguay, luego se concentraron
frente al Palacio Municipal, donde entonaron el himno nacional al flamear
de banderas argentinas y uruguayas. Fueron retiradas las últimas placas de nomenclatura
de las avenidas
Presidente Perón y
Eva Perón, volviendo
a ser designadas con su nombre
anterior, también reemplazaron el busto de Eva Perón del vestíbulo principal de
la Municipalidad por el busto de San Martín.
Quema de libros durante la Revolución Libertadora. Año 1955 |
Por
la mañana, los alumnos del Colegio Nacional arrancaron los retratos de Perón y
Eva y, junto a los libros de cultura ciudadana, los llevaron al patio del
establecimiento para prenderlos fuego. Se reanudaron los servicios de
transporte de pasajeros de larga distancia. El municipio estuvo custodiado por
guardia armada en el frente y el interior. También hubo personal de la
armada de marina
en diferentes lugares
de la ciudad.
Quedó prohibido el
tránsito entre el puerto y la ciudad, en las proximidades de la base
naval. En el transcurso del día, miembros del PS y de la UOL “desinfectaron”
varios sindicatos peronistas:
La tarea previa de limpieza realizada en nuestra
ciudad por grupos de jóvenes y trabajadores democráticos varias guaridas de la
dictadura recibieron la visita de los equipos de desinfección. La tarea fue
fácil y de gran valor profiláctico. Desde luego, los encargados de vigilar
dichas guaridas brillaron por su ausencia...Sea como sea, la comprobación queda
realizada. Una más entre las muchas que se irán acumulando en la tarea
irrenunciable de higienizar la vida
nacional, castigando a
los responsables de
estos doce años de vergüenza e ignominia. Tarea de limpieza que
terminará por ser útil a los mismos trabajadores, cuyas conquistas y derechos
deben ser defendidos y extendidos por su acción propia...
Vista de uno de los contenedores destruidos por el bombardeo. Imagen gentileza Rocio Genova Diaz |
Mi abuelo Floreal se encuentra en estás fotos, limpiando los tanques de YPF luego del bombardeo.Imagen gentileza Rocio Genova Diaz |
Mi abuelo Floreal se encuentra en estás fotos, limpiando los tanques de YPF luego del bombardeo.Imagen gentileza Rocio Genova Diaz |
En
su tercer comunicado, el “Movimiento Amigos de la UOL” informó sobre la
reapertura de la Casa del Pueblo. También alertó a los trabajadores sobre la
necesidad de no dejarse engañar nuevamente y los llamó a mantenerse organizados
en sus lugares de trabajo impidiendo cualquier tipo de sabotaje. Por otra
parte, la UOL inició la formación de comisiones de reorganización sindical. El
día viernes 23 la ciudad amaneció con sus comercios, industrias, edificios
públicos, domicilios privados adornados con la bandera argentina.
Por
resolución del Comando Militar las calles, avenidas, dependencias municipales,
plazas y plazoletas de la ciudad recobraron su antiguo nombre. Al promediar la
mañana se concentraron una gran cantidad de personas en una manifestación
“espontánea” frente al Palacio Municipal, en la plaza San Martín, con motivo de
la asunción de Leonardi. Después de
las 10 de
la mañana se
repartieron cintas argentinas,
escarapelas y flores amarillas como insignia papal, que se sumaron a las
banderas que ya estaban desplegadas. También estuvieron presentes en la
manifestación el Comando Militar, las tropas de la marina y miembros de
distintas agrupaciones políticas. Se hizo un homenaje a los caídos por la
“revolución libertadora”. Los manifestantes permanecieron en el lugar hasta las
20, hora del toque de queda.
Otro
grupo de manifestantes, al promediar la tarde, se dirigió al Unzué donde hicieron una
manifestación reclamando la
reincorporación de las hermanas
Franciscanas. En el Club Español se realizó una manifestación, de
“numerosa concurrencia”, en demostración
de simpatía hacia la
marina de guerra. En el colegio Don Bosco se realizó un homenaje al
Uruguay, organizado por los alumnos, donde se destacó la participación que
tuvieron la radiotelefonía, la prensa y el pueblo de ese país. Una
gran cantidad de personas se manifestaron frente a los restos de las
residencias de F. Lucero y de Jorge Antonio. Las autoridades de la filial local
del Sindicato Argentino de Prensa renunciaron, dicho sindicato quedó a cargo de
una comisión provisoria integrada por Isaac Souessia, Francisco Castro y Alberto
Savino.
Diario La Nacion 24 de septiembre de 1955 |
El sábado
24, por resolución
del Comando militar
de la ciudad,
las fuerzas armadas junto a
comandos civiles realizaron allanamientos en los locales peronistas y en los
gremios. El jefe del comando militar dio a conocer a través de las emisoras
locales y la red de altavoces de la Municipalidad, distintos comunicados en los
cuales se dieron instrucciones sobre el cumplimiento del toque de queda y
se estableció la
normalización total de
los servicios de
transporte de pasajeros con
excepción de taxis y vehículos particulares. Ese
mismo día, en otro comunicado, se establece la intervención de todos los
sindicatos. A este respecto, en las páginas de La Nación se lee que el Comando
militar resolvió:
1º. Declarar intervenidas
a todas las
organizaciones sindicales obreras
de esta ciudad.
2º. Hacer público
que hasta tanto
el comando militar
nombre interventor o interventores para
cada una de
ellas, las personas a cargo de las mismas en función de dirección y de
gobierno como mandataria directa de los agremiados o por
delegación, mantendrán las
cosas en su
estado actual, absteniéndose
de toda innovación
sin el consentimiento y la
autorización del comando.
3º. Prohibir en términos absolutos movimientos y
traslados de efectos de extracción, circulación y usos de fondos y recursos
monetarios y cambios de domicilios, considerando cualquier movimiento o
innovación que contraríe esas disposiciones como falta grave. [La cursiva es
nuestra].
El
PS local, a través de su órgano El Trabajo, reconoció a la producción y la
productividad como la base de todos los problemas, por lo cual lo imprescindible
del momento era que los trabajadores comprendiesen la parte fundamental que les
tocaba. En la editorial de El Trabajo del sábado 24 de septiembre, que lleva
por titulo “Obreros, Producción y Revolución”, se lee:
...el problema de la producción y de la productividad
es la base angular de la gran solución argentina. Y el orden republicano
en términos de
normalidad democrática se
reconoce en esa
premisa...la preocupación dominante en estos momentos debe ser que los
trabajadores entiendan la parte fundamental de la recuperación a que están
llamados. Si el nuevo estado de cosas a través de sus instituciones y de sus
hombres, lo entiende, se habrá ahorrado dificultades, y sorteados peligros; si
no se expondrá la república a nuevos y tremendos contratiempos. Bien lo
entiende así el régimen depuesto...En
efecto, ya está en acecho la contrarrevolución...que...se desenvuelve en el
subsuelo social argentino. Las organizaciones obreras...van a ser sometidas
a un trabajo de reestructuración...El sindicato constituye el elemento
decisivo... a revolución libertadora tiene necesidad de institucionalizarse en
la adhesión enérgica de los trabajadores, liberados por ella...El lema, ni
vencedores ni vencidos con que el presidente del partido peronista masculino y
el diario “La Prensa” especulan,
tiende a que
el régimen derrocado
retenga posiciones desde las que
será bombardeada la revolución libertadora. Será
el sabotaje a la producción factor decisivo, y el sindicato instrumento para
cumplirlo. La lucha perdida con las armas de guerra será continuada con el
sabotaje económico y con la obstrucción laboral. [La cursiva es nuestra].
El
domingo 25, por resolución del comando militar fue designado jefe superior de
la ciudad el
capitán de fragata C. Poch. Por la mañana
regresó el regimiento de artillería antiaérea a su
asiento en parque Camet. Se realizó en la basílica de San Pedro, a las 11:30
hs., un Tedeum en acción de gracia que contó con la presencia de jefes y
oficiales del comando militar, autoridades municipales, miembros del clero y
gran cantidad de público. En la jornada del lunes 26 fue intervenido el Centro
de Empleados de Comercio, quedando como interventores A. Valiño, J. Lafranconi
y D. Mauriño, quienes exhortaron a los afiliados de dicho Centro a presentarse
a sus tareas dentro de los horarios habituales.
Se
reanudaron las clases en la Escuela de Piscicultura, Pesca y Caza Marítima que
habían sido suspendidas desde el 19 por los enfrentamientos. También se reanudaron
las actividades de pesca. El martes 27, en su primer día de clases luego de los
acontecimientos, los alumnos de la Escuela de Comercio se reunieron en el patio
y quemaron los libros de textos impuestos por el régimen peronista. Fue así
como luego de nueve días de enfrentamientos la ciudad pudo ir retomando su
“ritmo habitual”.
Reflexiones finales
Estábamos creídos que
después de los
cañonazos nuestras cosas de la organización iban a marchar que
daba gusto. Pero se nos apareció la viuda. Encontramos que una gran cantidad de
gente –de trabajadores con los que contábamos para formar los primeros
planteles de la Unión Obrera Local- andan todavía con las boleadoras en una
pata. No hay cómo desenredarlos. Parece que la dictadura no ha caído para
ellos; o, más bien, que se les ha venido encima y no se la pueden sacar. Andan
asonsaos como los ratones entre el humo de una quemazón, o como si no pudieran
despertar del sueño de diez borracheras juntas. Otros están pior todavía y en
lugar de ayudar a los que trabajan por la organización, se ocupan en echar
yeguas al lazo.
Juan Crusao
Historia de unos cañonazos
El
deslizamiento de la conceptualización del hecho y del proceso como guerra civil
responde a una
intuición, guiada por
ciertas caracterizaciones del
hecho a escala nacional que, en cierta medida, pensamos fue confirmada
parcialmente por el análisis de los sucesos bajo estudio. La
dinámica que tomaron los acontecimientos en los principales centros urbanos del
país apuntan en esa dirección, a esto se suma la minuciosa descripción de los
hechos en la ciudad de Mar del Plata. Con ésta se puede arriesgar una
conceptualización más precisa de lo ocurrido en la ciudad, como así también de
lo sucedido en el conjunto del país, esto a condición de realizar el ejercicio
de cruzar las interpretaciones generales con trabajos monográficos como el
presente.
Queda
por delante la realización de investigaciones monográficas en otras localidades
de la provincia de Buenos Aires y en otras provincias. Pero creemos
conveniente, hasta tanto se hagan esas investigaciones, realizar una primera
aproximación en esa dirección. En este trabajo se ha realizado un estudio que
se centró en un hecho histórico puntual: el golpe de septiembre de 1955. A su vez, este hito
fue abordado desde lo local, implicando un recorte temporal y espacial distinto
al fenómeno a escala nacional. En este sentido se buscó hacer un aporte en la
comprensión global de un
proceso hasta ahora
únicamente explorado desde
una dinámica estrictamente militar. Por
lo que se pudo observar en la bibliografía analizada, el golpe parece haber
sido un punto de no retorno que inició un período de guerra civil intermitente,
cuyo momento más álgido y visible se ubicó en el período transcurrido entre 1973
y 1976. El punto es que en 1955 convergieron distintas crisis, dando lugar a
varias confrontaciones, la más evidente de las cuales fue entre peronistas
y antiperonistas. Pero
también hubo otras,
tales como la
confrontación entre las distintas
fracciones de la burguesía y también entre dos sectores del ejército. Pero, la
más significativa, porque le imprimió la tendencia al proceso, fue la ocurrida
entre el movimiento obrero y el conjunto de la burguesía, cuyo centro de
gravedad fue el llamado problema de la “productividad”.
Esto
dio lugar a variadas formas de lucha, en primer término hubo dos tipos de
insurrecciones: la “insurrección de la pequeña-burguesía” (pacífica: sin
enfrentamientos) y la insurrección proletaria (enfrentamiento con las fuerzas
represivas del estado). En segundo término, se sucedieron distintos golpes de
estado (cambio de las relaciones de fuerzas) y golpes de mano (desalojo de
dirigentes en función de gobierno). En tercer lugar, enfrentamientos militares
entre el ejercito (peronista) y la marina (antiperonista). También se
desarrolló una genética guerra de guerrillas por parte del movimiento obrero,
dando origen a una incipiente “resistencia peronista”. En torno
a la pregunta
sobre el “por
qué” de la caída de
Perón, las interpretaciones se dividen a grosso modo en
dos. Las que sostienen que el derrumbe del gobierno peronista de debió a su
propia debilidad y las que plantean que se explica por la fortaleza del arco
opositor. En este sentido parece oportuno realizar una digresión. En relación
al estado del poder entre fuerzas políticas es conveniente comprender
que el poder
es una relación
social que tiene
como atributo ser desigual,
expresándose en relaciones de dominación, control y explotación.
Por
eso, cuando se analiza el poder hay que tener presente que al ser una relación
entre sujetos la modificación en uno de ellos implica necesariamente un cambio
en el estado del otro. El poder es relativo. Este razonamiento hace cuestionar
aquel otro que presenta en forma dicotómica y excluyente las causas del colapso
peronista. El gobierno peronista cayó porque hubo un corrimiento en la
correlación de fuerzas políticas a favor del antiperonismo. En cierta forma, lo
que perdió uno lo ganó el otro. Volviendo
a lo ocurrido en la ciudad, en lo que tuvo de específico dentro del proceso
general, se evidencia que la misma fue tomada por “la tendencia política más
radicalizada del antiperonismo” con asiento en el PS local y ocupada
militarmente por las más antiperonista de las fuerzas armadas, la marina. Esto
explicaría el anticipo, en relación a las medidas tomadas a nivel nacional, en
la intervención de los sindicatos y la CGT.
En
relación a la “resistencia” se puede decir que en la ciudad no hubo
insurrección proletaria, como sí la hubo, por ejemplo, en Rosario, aunque sí se
desarrolló una intensa “guerra de guerrillas” de comandos obreros que asaltaron
durante la noche distintos lugares con disímiles objetivos. Pero ¿por qué no
estalló una insurrección y sí una guerra de guerrillas? Sin la intención de ser
categórico, pareciera que esto respondió, en primer lugar, a la particularidad
de la clase obrera marplatense, a su dispersión en general y, en particular, a
la del proletariado industrial, medido en relación al número de obreros por
fábrica. En
segundo lugar, a la presencia de un antiperonismo muy fuerte que dominaba por
completo (incluso militarmente) la situación en la ciudad y quería profundizar
el proceso de la “revolución libertadora” mediante una política más agresiva de
“desinfección y profilaxis”. Ante esto el movimiento obrero optó por
replegarse y desarrollar una táctica de la guerrilla urbana, dando golpes
sorpresivos a los cuales el enemigo no podía responder eficientemente.
Septiembre de 1955. Tendido de cables para la línea de trolebuses, montada en un camión canadiense. Publicada en La Revista de Mar del Plata. |
Otro problema
que atravesó a la sociedad
marplatense, como a la nacional, fue el de la llamada
“productividad”. Esta parece ser la clave para entender todo el proceso
económico y también político del momento, tanto bajo el segundo gobierno
peronista como durante la “libertadora”. Como se puede leer en las páginas de
la UCIP, del diario El Trabajo y en las declaraciones de la UOL, entre otras,
el problema de la productividad llevó a tomar los sindicatos en busca de su
resolución. Lo que no había podido resolver el estado peronista con el congreso
de la productividad, lo quiso solucionar la fracción más radicalizada del
antiperonismo con el uso de la fuerza.
Lo
acaecido en Mar del Plata a partir del 19 se septiembre fue un preludio de lo
que sucedería en la sociedad argentina desde el golpe del 13 de noviembre de
1955. Pero a esta política el movimiento obrero también la iba a enfrentar con
la táctica de la guerrilla fabril, a través del sabotaje. Con lo cual podemos
decir que el movimiento obrero marplatense emprendió una defensa estratégica en
tres terrenos, el estrictamente militar (coyuntural), el político y el
económico (estructural). Por último,
en sintonía con
los análisis históricos
de los fenómenos
políticos marplatenses y parafraseando a una historiadora local, si el
surgimiento del peronismo se produjo en forma relativamente tardía respecto a
otros centros urbanos, el nacimiento de la “resistencia peronista” se produjo
en forma relativamente temprana respecto a otras ciudades. Según esta autora el
17 de octubre de 1945 no tuvo ningún tipo de repercusión local, ya que los
gremios estaban en manos de anarquistas, socialistas y comunistas. El peronismo
en la ciudad no se gestó “desde abajo”, más bien fue una construcción “desde
arriba”, de ahí su carácter débil y periférico.
En
cambio, hacia fines del régimen peronista se puede afirmar que el grueso del
movimiento obrero local era peronista, situación que no pudo ser revertida por
las antiguas agrupaciones político-sindicales. En septiembre de 1955 el
movimiento obrero peronista marplatense tuvo su bautismo de fuego, dando origen
a la “resistencia peronista”. Esta última se desarrolló en el plano económico
(sabotajes), político (voto en blanco) y político-militar (enfrentamiento
armado). Otro dato para reflexionar, es que el ciclo del gobierno peronista en
la ciudad comenzó, en relación a los sindicatos, con su intervención por parte
del peronismo, ya que si bien las bases respondían a Perón las dirigencias
sindicales fueron totalmente reacias; y terminó también con las intervenciones
de los sindicatos, todos peronistas, por parte del antiperonismo liderado por
los socialistas y anarquistas. Estos hechos cambiaron definitivamente la
dinámica política de la ciudad y del país.
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Esquirlas del bombardeo a Mar del Plata. Año 1955. Recolectadas por Guillermo Arauz Peralta Ramos, bisnieto del fundador de nuestra ciudad. Imagen gentileza Pablo Arauz |
Fuentes:
Basado en el documento La “revolución libertadora” en perspectiva
local: los bombardeos en el puerto de Mar del Plata. En torno a los orígenes de
la guerra civil en Argentina, 1955. de Agustín Nieto - Trabajos y Comunicaciones, 2009, Nº 35, 2da. Época, pag. 19-44,
Departamento de Historia - Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación Universidad Nacional de La Plata.
Barili, Roberto. Mar del
Plata. Ciudad de América para la humanidad, Buenos Aires, Dirección nacional de
Turismo, 1964, p. 325.
Pastoriza, Elisa. Los trabajadores de Mar del Plata en vísperas del peronismo, Buenos Aires, CEAL, 1993.
http://www.jus.gob.ar/derechoshumanos/anm/contenidos-y-producciones-del-anm/a-60-anos-del-golpe-de-estado/archivos-y-documentos/documentos-militares/imagenes-del-bombardeo-a-mar-del-plata.aspx
https://issuu.com/histarmar/docs/guerracivil1955 - Pag. 308 a 315 -
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.4680/pr.4680.pdf
Pastoriza, Elisa. Los trabajadores de Mar del Plata en vísperas del peronismo, Buenos Aires, CEAL, 1993.
http://www.jus.gob.ar/derechoshumanos/anm/contenidos-y-producciones-del-anm/a-60-anos-del-golpe-de-estado/archivos-y-documentos/documentos-militares/imagenes-del-bombardeo-a-mar-del-plata.aspx
https://issuu.com/histarmar/docs/guerracivil1955 - Pag. 308 a 315 -
http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/art_revistas/pr.4680/pr.4680.pdf
Video
del bombardeo https://youtu.be/Q1Eusjk5KZk
http://www.jus.gob.ar/derechoshumanos/anm/contenidos-y-producciones-del-anm/a-60-anos-del-golpe-de-estado/archivos-y-documentos/documentos-militares/imagenes-del-bombardeo-a-mar-del-plata.aspx
http://lacapital-diarioshistoricos.blogspot.com.ar/2009/02/la-caida-de-peron-en-setiembre-de-1955.html
http://lacapital-diarioshistoricos.blogspot.com.ar/2009/02/la-caida-de-peron-en-setiembre-de-1955.html
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