martes, 10 de octubre de 2017

FALSAS ORCAS


Varadura de falsas orcas en las costas marplatenses el 10 de octubre de 1946. Enviada por José Alberto Lago a Fotos de Familia del Diario La Capital

Un acontecimiento sin precedentes en su género, un fenómeno zoológico de características únicas, lo constituyó un asombroso arribo a las playas de nuestra ciudad, en la tarde del 10 de octubre de 1946, un elevado número de cetáceos (después se estableció tras una serie de polémicas, que eran “falsas orcas”,aunque hubo quienes prefirieron considerarlas toninas), encallaron sus enormes cuerpos en la arena. Hasta la fecha es el varamiento mas grande de la historia.

Varamiento de las falsas orcas en las costas de Mar del Plata. Revista Geográfica Americana, Buenos Aires. (año XV, Vol XXIX , nº 172)
Varamiento de las falsas orcas en las costas de Mar del Plata. Revista Geográfica Americana, Buenos Aires. (año XV, Vol XXIX , nº 172)

Y allí permanecieron hasta morir. Todo tuvo la extraña apariencia de un suicidio colectivo sin que nadie pudiera explicarse las verdaderas causas de esta determinación. El día era cálido y muchas personas recorrían la zona costera. Ya a partir de las 15 hs. estas personas y otras que se acercaron, pudieron comprobar que cetáceos de grandes dimensiones se dirigían del mar hacia la playa. Lo hacían en grupos compactos. Los extraños animales se ubicaron en la arena y allí quedaron, como varados. Ninguno de ellos hacía esfuerzos por retornar al agua. Todo un gentío, llegado desde distintos lugares de la ciudad, se apiñó en la costa. También llegaron autoridades y expertos. Fueron 835.
 
Mario José Alvarez Alcalaya el 10 de octubre de 1946. Enviada a Fotos de Familia del Diario La Capital
Los hermanos Febraio en octubre de 1946 durante el varamiento de las falsas orcas.Enviada a Fotos de Familia del Diario La Capital

Un minucioso recuento permitió establecer que eran 835 los cetáceos depositados en la arena por su propia voluntad. La mayor parte se ubicó en la Playa Brístol, la Popular y frente al Casino. También hubo en Punta Mogotes, El Torreón, y en la franja costera en dirección a Chapadmalal. Asimismo otros prefirieron ubicarse cerca de Camet.

Emma Giorgi junto a su sobrina Emilia en las playas del centro, presenciando el extraño fenómeno de la llegada de las falsas orcas en la playa Bristol. Enviada a Fotos de Familia del Diario La Capital

En la misma noche comenzaron a morir. Algunos prolongaron su agonía hasta el atardecer del día siguiente. Lamentablemente hubo escenas penosas. Algunas personas desalmadas se dedicaron a acuchillar a los animales indefensos; otras los balearon. Esta censurable actitud obligó a una vigilancia policial. En tanto, de ciudades vecinas y hasta de Buenos Aires, llegaron muchas personas interesadas en ver de cerca el inusitado fenómeno. 

Cayetano Virgilio con su hija María Antonia en la playa en octubre de 1946, cuando aparecieron cientos de falsas orcas sin vida. Foto enviada por Nilda D´Ambra. Enviada a Fotos de Familia del Diario La Capital
Mamá Angela es la que está paradita adelante junto a mi abuela y sus dos hermanas. La chiquita es Tere y al de abrigo a cuadros Choli”. Silvia Barraza Marcovecchio. Enviada a Fotos de Familia del Diario La Capital

Al iniciarse la descomposición de los cuerpos, se dispuso que los cetáceos fueran arrastrados al mar por medio de lanchas. Llevados a mas de 3 millas de la costa, se calculó que desde allí serían alejados de la orilla por la fuerza de corrientes marinas. No obstante esta precaución, el oleaje devolvió algunos cuerpos a la playa. Dos ejemplares fueron disecados. Uno de los esqueletos se encuentra hoy día en el Museo de ciencias Naturales de La Plata.

Capitán de Fragata Teodoro Caillet-Bois

Tiempo después, el capitán de fragata Teodoro Caillet-Bois, publicó un trabajo respecto a la naturaleza de esos curiosos animales.  Se estableció que no eran toninas ni delfines, como se consideró al principio. Tenían un largo promedio entre 5 y 6 metros y un peso que oscilaba en los 500 kilos. Sus dos mandíbulas tenían dientes –de 9 a 11 pares, en la parte inferior y superior- de forma cónica y muy grande. Casi algo más de 5 centímetros de largo. El doctor Carlos Marelli, ex-director del Jardín Zoológico de La Plata, las clasificó como "falsas orcas", especie de delfínido, todavía más escasamente conocida. Diferían de las falsas orcas en el color de la piel y la forma de las aletas. Se dijo entonces:

"La pseudo orca es cosmopolita, migratoria y especialmente gregaria.  Viaja en bandadas de muchas hembras con un macho y tiene, precisamente, la particularidad de su propensión al suicidio colectivo".

Historia Naval Argentina - Teodoro Caillet Bois Capitan de Fragata.

Desde mediados del siglo pasado, se registraron varias apariciones de estos cetáceos: en 1880 en Kiel, en el Báltico; en 1903 en Chathman, Nueva Zelandia; en 1927 en el norte de Escocia; en 1929 y 1930 en la isla de Ceylán. Vararon como sucedió en Mar del Plata. En 1931 en las rocas de Manra, Cabo de Buena Esperanza y en 1936 en el estuario de Tay, Escocia. El capitán Caillet-Bois, en el estudio que había efectuado, se refiere a las probables causas del suicidio colectivo.  

La autopsia de los dos animales disecados estableció la ausencia total de alimentos en el estómago y el estado perfectamente normal de todos los órganos internos.  Esto excluye una posible intoxicación.  El estómago vacío determinaría que fue el hambre la causa de los suicidios, pero teniendo en cuenta la riqueza ictícola de la plataforma marina de Mar del Plata, ello también queda descartado.

Playa Bristol con mi mamá que me tiene en brazos, al lado mi papa Donato , Mi hermana Noemí y mi hermano Raul. 11 de oct 1946.  Ines Lanzieri para Fotos de Familia del Diario La Capital
“Don Agustín y Tito Arrigo cuando encallaron las falsas orcas en 1946”. Enviada por María Gisela Arrigo. Detrás se observa el Hotel Provincial en construcción. Fotos de Familia del Diario La Capital

Por su parte, los avezados pescadores del puerto, atribuyeron la voluntaria matanza a la desaparición de los bancos de anchoitas.  Tampoco esta hipótesis fue aceptada, pues se supone que los cetáceos tienen capacidad para buscar otros alimentos disponibles.  También quedó rechazada la hipótesis que quedaron extenuados por algún temporal y también que la temperatura del agua originó la masacre. Animales migratorios y ambulantes como son, eso no los hubiera afectado. No se llegó a un acuerdo convincente.  Por mucho tiempo se habló del extraordinario suceso, en que los cetáceos, en Mar del Plata decidieron morir.


Fuentes
Libro de Diamante Diario La Capital
Historia de la ciudad de Mar del Plata de Armando Maronese

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