Frente de Epoca de quesos - Foto extraida de Fernetmania.com.ar |
En nuestro deambular por la zona aledaña a Mar del Plata se me ocurrió ir a la ciudad de Tandil y allí, en el centro de la ciudad me encontré con este viejo almacen que ya tiene su propia alma. El lugar encierra historias de otros tiempos y viejas anecdotas recuerdan el pasado historico de este viejo almacen.
Pero mas alla de sus historias, no solo nos encontramos con ellas sino que tambien los aromas juegan un papel importante en este sitio tan especial. Sucede que en su interior podemos encontrar todas las exquisiteces que podamos imaginar: productos caseros, manufacturados a la vieja usanza; quesos de leche de vaca y de oveja, fiambres caseros, salamines, dulces y alfajores caseros. En este lugar comenzó la leyenda de uno de los primeros pioneros del Tandil: Ramon Santamarina. En una nota de la Revista Caras y Caretas del año 1904 encontramos lo siguiente:
Pero mas alla de sus historias, no solo nos encontramos con ellas sino que tambien los aromas juegan un papel importante en este sitio tan especial. Sucede que en su interior podemos encontrar todas las exquisiteces que podamos imaginar: productos caseros, manufacturados a la vieja usanza; quesos de leche de vaca y de oveja, fiambres caseros, salamines, dulces y alfajores caseros. En este lugar comenzó la leyenda de uno de los primeros pioneros del Tandil: Ramon Santamarina. En una nota de la Revista Caras y Caretas del año 1904 encontramos lo siguiente:
"En el far south, bajo la amenaza de las indiadas bravas, comenzó a labrar la que fue luego su colosal fortuna, trabajando con la pintoresca carreta que muestra el grabado, y que se conserva como reliquia bajo cristales en una de las estancias que surgieron tras sus huellas. Ese modesto vehículo, que hoy es el testimonio de su obra, fue durante mucho tiempo el instrumento de su acción y mas de una vez llegó a servirle de trinchera contra los ataques de las hordas embravecidas, justificando así su divisa que aparece al pie del grabado."
Esta es la carreta que Santamarina utilizaba. Aparece en una nota de 1904 sobre Ramón Santamarina. Gentileza Cristina Corsini. |
La vida en esta vieja esquina comienza con la llegada de Ramón Santamarina, un español que habiendo llegado a Argentina alrededor del año 1850, fue un empresario fundamental que acompañó la formación del Tandil que hoy conocemos. Viajar de Buenos Aires a nuestro Fuerte Independencia llevaba tres o cuatro meses de trayecto en carreta. Venían con alimentos manufacturados, volvían con plumas de avestruz y cueros de vaca. Las postas eran el descanso necesario tras tan largos viajes. La Posta del Centro fue edificada en 1860, era lo que hoy es Época de Quesos.
Epoca de quesos - Foto de Jose Maria Vazquez - Extraida del sitio www.digireflex.net |
En
el sótano actual, antes descansaban arrieros temerarios. La sala mayor, hoy
quesería, fue despacho de bebidas. El patio, atravesado en aquel entonces por
el Arroyo Blanco, era utilizado por los caballos. En 1920 fue adquirida por la
familia Diez, los actuales propietarios, para convertirla en un almacén de
ramos generales. Así funcionó el Almacén del Centro hasta 1970. Tras el cierre,
la Municipalidad de Tandil declara el rancho como Monumento Histórico, la única
esquina de la ciudad que no posee ochava.
“Estuvo veinte años cerrado. En 1990, buscando un
lugar para comercializar mis productos, encontré esta gloriosa casa. ¿Cómo no
iba a intentar mantener en pie tan bello lugar, tan bella historia? Sentí que
algo me decía lo mismo que digo ahora: pasen y vean” comenta Teresa Inza.
A
simple vista, la vieja esquina parece una especie de pulpería o almacén de
ramos generales que el avance del tiempo dejó olvidada. Pero basta con
traspasar la puerta de entrada para darnos cuenta de que estamos en el paraíso
de los amantes del queso. Los grandes protagonistas del lugar son ellos y toman
vida en cualquiera de sus tamaños, colores, formas y sabores, aportándole al lugar
además de un aroma irresistible, una imagen única donde es imposible separar el
presente del pasado.
Epoca de quesos -extraido de www.argentinadiscovered.com-epoca-de-quesos-tandil |
La
sensación se vuelve evidente, aquí no solo se venden quesos y salamines, sino
también historia. Rodrigo y Victoria, los hijos de Teresa, junto a sus
empleados se encargan de asesorar haciéndole probar a cada cliente las delicias
que elaboran los cuatro tambos que trabajan para ellos. Les enseñan incluso las
diferencias entre los quesos y su clasificación según las pastas en blandas y
duras. Y por supuesto, aseguran orgullosos que “todo este lugar es obra y
sacrificio de mamá”. Mamá es Teresa Inza, una de las habitantes más soñadoras y
creativas que tiene la hermosa ciudad de Tandil.
Así
es que recorremos la casa casi sin darnos cuenta y el paseo se torna informal.
Cada cual la camina a su modo y con sus propios tiempos, admirando las salitas,
el patio y una hermosa matera habilitada al público desde hace poco tiempo.
Algunos nostálgicos se sorprenden con objetos y reliquias que cuelgan de las
paredes, como ser viejas latas de galletitas o botellas de aperitivos olvidados
en el tiempo. Una foto que se encuentra a la entrada junto a la caja
registradora muestra cómo era el lugar hace muchos años y al verla, los
visitantes toman conciencia de que apurarse allí dentro es algo sin sentido.
Ayer
La
historia comienza con la llegada de Ramón Santamarina. Alrededor del año 1850,
este joven español llega a la Argentina y es en esa época que desde Buenos
Aires parten al interior del país carretas que tienen como destino el fuerte
Independencia (lo que hoy llamamos Tandil). Estas carretas traen alimentos y
productos manufacturados, al igual que personas, y a su regreso hacia Buenos
Aires vuelven con plumas y cueros de vaca para ser exportados a Europa.
Antiguo retrato del almacen Epoca de Quesos - Foto de Pablo Etchevers - Extraida del sitio www.welcomeargentina.com |
Ramón Santamarina solía realizar este viaje dos o tres veces al año. Luego de años de trabajo logra ser dueño de su primera carreta, pero los viajes no eran una empresa fácil. No había caminos sino sólo las huellas de otras carretas y a esto se sumaba el constante acecho de indios y las crecientes del río Salado que obligaban a cruzarlo por sus desbordes, lo que terminaba con la vida de muchos arrieros. Así, durante esos viajes, nuestro amigo se dio cuenta de que era necesaria la creación de postas, para poder descansar.
Primero una posta
La
Posta del Centro es una de ellas y fue levantada en el año 1860. El lugar
albergaba en ese entonces a caballos y arrieros que además de descansar
conversaban y jugaban cartas en la sala mayor donde funcionaba el despacho de
bebidas. Para el año 1920, la familia Diez adquiere la esquina y el lugar se
convierte en un almacén de ramos generales, funcionando con el nombre de
Almacén del Centro hasta que cierra sus puertas en el año 1970. Eran tiempos
distintos, en que se confiaba en algo que hoy se ha perdido: la palabra. Así es
que se compraba a crédito y el control se llevaba a través de una libreta
llamada de “almacén”, la cual poseía el cliente.
Cocina de Epoca de quesos -extraido de www.argentinadiscovered.com-epoca-de-quesos-tandil |
Epoca de quesos - Foto extraida de Fernetmania.com.ar |
Patio exterior del almacen Epoca de Quesos |
De
1970 a
1990 el lugar permanece cerrado y sólo dos ancianas comparten la esquina hasta
que mueren. La Municipalidad de Tandil declara el rancho Monumento Histórico,
ya que es la única casa de la ciudad que no tiene ochava. En 1990, Teresa Inza
decide buscar un lugar para comercializar sus productos. Luego de reciclarla
durante casi un año, nace Época de Quesos, lo que sería la concreción de un
viejo sueño personal.
Matera de Epoca de quesos -extraido de www.argentinadiscovered.com-epoca-de-quesos-tandil |
Rincon matero en epoca de quesos - foto de Pablo Palmeiro-extraida del sitio flickr |
Plano para acceder al almacen. Extraido del sitio oficial |
Época de Quesos. Fotos de Guillermo Cordischi |
Época de Quesos. Fotos de Guillermo Cordischi |
Época de Quesos. Fotos de Guillermo Cordischi |
Época de Quesos. Fotos de Guillermo Cordischi |
Época de Quesos. Fotos de Guillermo Cordischi |
Patrón de estancias. Ramón Santamarina:
Una biografía de fortuna y poder en la
pampa
Según
la autora Andrea Reguera en su libro
"Patrón de estancias. Ramón Santamarina: una biografía de fortuna y poder
en la pampa" cuenta que llega en 1840 a Buenos Aires huyendo de una trágica historia
familiar y al que cincuenta años más tarde encontramos poseyendo una fortuna,
de corte principalmente territorial, considerada como una de las más grandes
del país. Andrea
Reguera reflexiona, en un contexto que abarca de 1810 a 1930, acerca de una
serie de problemas de la historia económica y social: proceso de acumulación de
capital; acceso al uso y propiedad de la tierra; estructura de tenencia de la
tierra; constitución y gestión de una empresa económica; formación y
funcionamiento de un mercado de tierras, de productos, de trabajo y de
capitales; circuitos de comercialización y mecanismos de intercambio; movilidad
espacial, laboral y social.
Patrón
de estancias. Ramón Santamarina:Una
biografía de fortuna y poder en la pampa.
por Andrea Reguera. Editorial EUDEBA. Año 2006
|
Jugando
con la polisemia de la primera palabra del título y con el cuidado de no
apresurar conclusiones generales a partir de un caso particular –riesgo en
enfoques de esta naturaleza–, se puede decir que Ramón Santamarina fue, en el
sentido más lato, un auténtico patrón de estancias –era dueño treinta tres que
cubrían casi 300.000 hectáreas– pero también que su trayectoria constituye un
patrón, una medida, una pauta válida para explorar el surgimiento y
consolidación de una institución económica como la estancia argentina; analizar
el proceso de movilidad y ascenso social que permitió el nacimiento de un nuevo
grupo hegemónico, los propietarios de la tierra y deducir, por comparación y
profundización de las diferentes variables, un modelo más amplio, concerniente
a la constitución, el funcionamiento, las capacidades de adaptación y reacción,
y las dinámicas de evolución de este tipo de sistema.
Fuentes:
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