jueves, 15 de diciembre de 2016

VIVERO MUNICIPAL DE MIRAMAR

"Vivero Dunícola Municipal Florentino Ameghino" Imagen de Welcome Argentina
 
Aquella salida que hicieramos en el año 2009 me dejó incontables recuerdos.  A 5 kilómetros de Miramar, por la ruta que va a Mar del Sur, dentro del "Vivero Dunícola Municipal Florentino Ameghino" se encuentra un pequeño bosque de pinos bautizado como bosque oscuro o energético. Desde afuera, sólo es posible observar un tupido y cerrado bosque de coníferas de un fuerte color verde oscuro. Para llegar sólo es necesario tomar por la avenida 40 en el sentido de la numeración creciente, si continuamos por esta calle desembocaremos en la ruta 11, siguiendo por ésta tendremos el vivero a nuestra izquierda y, a poco de andar encontraremos el lugar, bien señalizado y, la mayoría de las veces, con gran cantidad de automóviles en el estacionamiento.

Parque Dunícola Municipal Florentino Ameghimno - Miramar
Historia

El vivero dunícola es un bosque de 502 hectáreas sobre la playa de Miramar. Su nombre se lo debe al gran naturalista argentino que realizó innumerables investigaciones en el sudeste de la provincia. Sin lugar a dudas, es un punto obligado para visitar, donde la naturaleza nos demuestra toda su majestuosidad. En el año 1923, el Ministerio de Asuntos Agrarios de la Provincia decidió su creación para el estudio y el afianzamiento de los médanos de la costa provincial. La antigua estación experimental pasó a ser productora de especies forestales y de esta manera se convirtió en un vivero. Con el paso del tiempo llegó a ser el lugar con mayor cantidad de árboles madres del país.

A mediados de la década del 40, cuando se comenzó con la forestación de los médanos que hoy forman el Vivero Dunícola Florentino Ameghino. Pero la tarea no fue fácil. “Llegaron a extender esterillas de juncos con brea, sobre eso pegaron terrones de tierra, y fueron poniendo unas plantas conocidas como uñas de gato. Estas hacían de red para sostener raíces y para la que duna no se moviera”, explicó el director de Turismo miramarense, Carlos Pagliardini. Primero se plantaron acacias y tamariscos, luego, cuando la volatilidad de la arena había sido dominada, arribaron los pinos.



Vivero Dunícola Municipal Florentino Ameghino

Dicen que lo extraño empezó desde el mismo momento en que se inició la forestación de los pinares. El sector que forma este bosque era una de las zonas más alejadas del Vivero, “no había manera de llegar ahí”, describió Pagliardini, quien además contó que se plantó un gran número de pinos, suponiendo que muchos quedarían en el camino, y que tampoco se hizo el raleo correspondiente para evitar el apiñamiento. Hoy en día, el vivero pertenece a la municipalidad de General Alvarado, donde se ha construido un parque recreativo para la diversión de toda la familia

Dos construcciones de madera vieja y gastada, que durante el verano conforman un paseo de artesanos donde se venden gemas y artesanías de madera, son la puerta de entrada a un lugar que a simple vista no tiene nada de enigmático. Sin embargo, la gran cantidad de turistas anuncian que estamos en el lugar indicado. El cartel amarillo de la entrada avisa que no se pueden cortar ramas y que hay que respetar y cuidar el lugar.
 
Arboles que impiden la luz del sol en el Vivero Municipal
El recorrido

Al ingresar al bosque, llama la atención la gran cantidad de familias y chicos corriendo por todos lados. De no ser por la gran cantidad de visitantes, el bosque propondría una visita por demás tranquila y en el más absoluto silencio. No obstante el ruido de los visitantes tranquiliza al turista ocasional, pues al entrar al bosque de coniferas, el sol apenas puede acceder y la oscuridad lo torna algo desconcertante.

La mayoría viene porque trata de entender lo de las ramitas y todos hablan de magnetismo, pero en realidad nadie tiene la verdadera explicación de lo que aquí ocurre. Algunos artículos dicen el bosque afecta el normal funcionamiento de las radios o que imprime extraños sonidos en las grabaciones que se realizan en su perímetro; que pueden verse extrañas luces y siluetas; que muchos enfermos han encontrado alivio a sus males; etc. 

La oscuridad comienza a ser más palpable. Las ramas en equilibrio se multiplican
 
El sol no encuentra lugares para acceder. Las sombras se intensifican

A medida que se avanza, el lugar se vuelve totalmente oscuro y la luz solar no encuentra forma de penetrar en el bosque, ni siquiera al mediodía, cuando el sol está arriba. Reinan el silencio y la oscuridad, los olores silvestres, la frescura y la humedad, pero lo que más nos llama la atención es ver los árboles. Crecen de costado, totalmente inclinados, y se cruzan entre sí, por lo que cuando se mira hacia arriba, el techo natural está plagado de ramas que se cierran unas sobre otras. En tierra, por el contrario, queda formado un gran círculo, delimitado por estos extraños pinos.

Video realizado por Esteban Salinas para Telefe Noticias y Teleocho Informa. 
Los enigmas del Vivero Dunícola de Miramar.


Hacemos lo que hacen todos los que visitan el bosque: buscamos en el suelo una pequeña rama (las hay por todos lados) y la clavamos verticalmente en el centro que forman los árboles. Luego tomamos otra y la apoyamos en forma horizontal sobre la primera, de modo que quede formada una “T” entre las dos. Y ante mi sucede lo inesperado: la última ramita se mantiene haciendo equilibrio y no se cae.

Arboles contorsionados buscando el extraño flujo telúrico de energía
Arboles contorsionados buscando el extraño flujo telúrico de energía

Durante varios minutos repito el acto con ramas de distintos tamaños y formas, y siempre ocurre lo mismo: se mantienen sin caerse. Tambien pudimos ver arboles contorsionarse en extrañas formas para buscar esos extraños flujos telúricos de energía. Lo mas curioso sucede cuando acercamos las manos a la ramita en equilibrio: esta se mueve como por arte de magia, como si nosotros pudieramos moverla con telepatía. Comenzamos a mover las manos en distintas direcciones y la rama se mueve siguiendo mis movimientos.
 
Micaela Junco cargandose de energía telurica en el bosque energético. Año 2009

Ahí recordamos un consejo que nos dio alguien que estaba cerca: consistía en tocar los árboles para cargarnos de energía para luego acercar nuestras manos hacia la “T” formada por las ramas. Caminamos un largo rato por un paisaje extraño y llamativo a la vez, que posee sonidos propios y también produce sensaciones especiales a la vista. Por las dudas observo mi reloj para ver si el ambiente lo afecta, pero el reloj sigue funcionando normalmente. Cuando finalmente encontramos el arbol adecuado, nos recostamos sobre él para que la famosa energía telurica suba por las raices y nos impregne. Mi hija se apoya en el arbol creyendo que puede sentir esa energía y cierra los ojos para sentirla. La dejo sola para que experimente esas sensaciones...

 
Micaela  Junco en el Bosque Energetico experimentando distintas formas de "energía telúrica". Año 2009
 
Una vez terminada la "recarga" mi hija procede a sostener una ramita en equilibrio y lo logra al primer intento. Con solo cinco años queda maravillada ante el curioso suceso. Luego comienza a experimentar distintas formas de equilibrio hasta que su osadía la lleva a probar suerte con una ramita sobre la cabeza. Tambien puede concluir esa prueba con exito. Su ego parece aumentar y la confianza se apodera de ella. Es extraño ver a nuestros hijos hechizados ante un suceso inexplicable...
 
Micaela  Junco en el Bosque Energetico experimentando distintas formas de "energía telúrica". Año 2009

Los lugareños mas tarde nos cuentan infinitas historias sobre el lugar. Por ejemplo, que en el año 1954 la comunidad científica internacional se acercó hasta el bosque, o que personas con problemas de salud han encontrado dentro del bosque su cura, o que hay quienes aseguran haber tenido contacto con seres de otros planetas. Nada comprobable y por cierto, muchos mitos sin sentido....
 
Los arboles se tuercen ante el extraño influjo
 
Las diversas hipótesis que han querido explicar el fenómeno de las ramitas son muchas, desde la presencia de un meteorito enterrado, hasta la existencia de flujos telúricos, ionización ambiental, energía cuántica y hasta la antigua existencia de un cementerio indígena. Lo cierto es que el bosque energético existe y “lo de las ramitas”, como aquí llaman al fenómeno, es algo real, verificable con los ojos de cualquier humano. Científicos del mundo de la física recorrieron el bosque y no pudieron revelar sus secretos. Las causas, más allá de las deducciones lógicas, siguen siendo motivo de asombro para los visitantes. Quizás, esta incertidumbre sea otro de los motivos para visitar al misterioso bosque. Incluso hacerlo de noche es algo que se puede tornar fascinante.

Fuentes:
http://estasenmiramar.com.ar/vivero_de_miramar.asp
http://www.welcomeargentina.com/miramar/bosque-energetico.html
Bosque del Vivero Dunicola "Florentino Ameghino" de la ciudad de Miramar.
Extraido de:
http://www.museodemiramar.com.ar/museodemiramar/naturales/bosqueviveromiramar.htm

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