Alberto
Corsico Picolini fue el primer marplatense que obtuvo el título de arquitecto. Su
diploma de la Universidad de Córdoba esta fechado el 29 de abril de 1933. Prolijo
hasta la obsesión, su archivo guarda la documentación completa de las 304 obras
realizadas entre ese año y 1971. Como alumno se inició en los estilos
tradicionales, pero la visita de Le Corbusier a Bs. As. en 1929 produce un
cambio en la tónica universitaria y el racionalismo comienza a hacer escuela. Las
primeras obras marplatenses estan hechas según el mismo definía como
arquitectura moderna; muros lisos, revoques blancos, techos planos o con
pequeña pendiente oculta, ventanas horizontales, ojos de buey, barandas metálicas,
algo de estilo Internacional, algo de Yacht Style algo de Art Decó a veces.
Pero
pronto el pintoresquismo local lo absorbe y realiza obras en californiano que
deriva insensiblemente a lo que se llamó “estilo Mar del Plata”; juego de volúmenes,
techos de teja española, revoques rústicos, piedra de color y madera en los
frentes, aberturas y aleros “hachados” y barnizados o pintados de colores
oscuros. En
una tercera etapa hace lo que se llama “normando simplificado”; techos de gran
pendiente de teja normanda, muros de piedra de bastón roto, algún paño
revestido con tablas verticales, chimeneas y tanques bien acusados, aberturas barnizadas
o pintadas de blanco. Don
Alberto Corsico Piccolini se ha marchado de la ciudad en que nació y trabajó
sin pausa toda su vida. Quedan muchas de sus obras. Queda un recuerdo de un
hombre integro y capaz.
Su obra
Este trabajo indaga en residencias pintorescas proyectadas y construidas por el arquitecto local Alberto Córsico Piccolini, en el marco del desarrollo del chalet marplatense en las décadas de 1930 y 1940 del pasado siglo. Se abordan aspectos relacionados con la articulación entre materialidad y lenguaje. En este sentido emerge con un caso particular de la arquitectura local -en un contexto de fuerte desarrollo de la industria local de la construcción- caracterizado por la utilización artesanal de materiales tradicionales, produciendo una obra de contrastes volumétricos y de fuerte rusticidad y policromía.
Este trabajo indaga en residencias pintorescas proyectadas y construidas por el arquitecto local Alberto Córsico Piccolini, en el marco del desarrollo del chalet marplatense en las décadas de 1930 y 1940 del pasado siglo. Se abordan aspectos relacionados con la articulación entre materialidad y lenguaje. En este sentido emerge con un caso particular de la arquitectura local -en un contexto de fuerte desarrollo de la industria local de la construcción- caracterizado por la utilización artesanal de materiales tradicionales, produciendo una obra de contrastes volumétricos y de fuerte rusticidad y policromía.
El
arquitecto Alberto Córsico Piccolini actuó en Mar del Plata desde su retorno
como egresado arquitecto, hacia 1933, hasta su fallecimiento en 1981, una
extensa trayectoria de casi cincuenta años de actuación profesional. En este
período, tanto la ciudad, la sociedad, cuanto la profesión sufrieron
transformaciones que él asumió modernizando sus propuestas arquitectónicas y su
forma de trabajo.
Figura
1. Cubierta y logotipo del Nº 5 de “La Construcción Marplatense” de mayo de 1937,
Publicación mensual del Centro de Constructores y Anexos. Fuente Biblioteca Central
UNMdP
|
Su
campo de actuación fue amplio: realizó viviendas individuales, viviendas
colectivas, edificios religiosos, arquitectura comercial, y otras. Córsico
Piccolini se aproxima a la arquitectura pintoresquista en los años inmediatos a
su instalación en la ciudad, en un contexto en que la crisis económica se había
instalado agudamente en el país, y la ciudad de Mar del Plata no era ajena a la
misma.
Sus primeros encargos se dan en varios frentes y desde varias
posiciones, como la construcción de algunas residencias costeras permanentes,
de modestas dimensiones, en el lenguaje de pintoresquismo españolizante de esos
años.
Fachada Chalet Castelli entre Alem y Aristobulo del Valle. Año 1934. Corsico Piccolini.Archivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Vivienda Mendez. Alte. Brown e/ Guemes y Olavarría. Proyecto de Corsico Piccolini. Año 1938. Arhivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Vivienda Mendez. Alte. Brown e/ Guemes y Olavarría. Proyecto de Corsico Piccolini. Año 1938. Arhivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Cabe
destacar que en la etapa 1935-1945 proyectó viviendas, oficinas y consultorios
en el centro de la ciudad en un lenguaje racionalista blanco y austero, en
tanto en barrios residenciales y turístico-costeros, ideó y ejecutó una gran
cantidad de residencias pintorescas-rústicas.
Su arquitectura más reconocida
está representada por estas viviendas individuales para turistas y marplatenses,
sus chalets “Estilo Mar del Plata”, entre los años 1938 y 1945, programa del
que fue uno de los principales agentes. En estas residencias el uso de los
materiales y componentes estilísticos, el emplazamiento y el lenguaje
individual, lo constituyeron en un referente representativo de esta modalidad.
Viviendas apareadas en el cruce de las calles Gral Paz y Rivas.Año 1941. Archivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Croquis fachada Chalet Martinez Morteo. Colon y Cordoba Año 1941. Archivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Chalet Watson Olavarria y Castelli Año 1942. Archivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Podemos
afirmar -observando comparativamente las viviendas pintorescas de Córsico
Piccolini con las de sus contemporáneos- que elaboró, en el devenir de su
actuación, una personal expresión compositiva y de diseño de partes, un
cuidadoso tratamiento y articulación de los materiales, y un lenguaje con
signos particulares que hacen distinguible esta serie de viviendas.
Este
arquitecto denominaba sus proyectos pintorescos del período 1935/1945 como
“Chalets canadienses” y “Chalets Californianos”, lo que revela una consciente
apropiación de materiales lingüísticos de esos orígenes y pone de manifiesto su
indagación en fuentes americanas para su arquitectura. Estas viviendas fueron
en general construidas en pequeños lotes, aún cuando el arquitecto prefería y
buscaba la implantación en terrenos en esquina a fin de obtener cambiantes
visuales exteriores;
Mas pequeñas en sus orígenes (entre los años 1938-1939),
fueron haciéndose de mayor tamaño y adquiriendo mayor representatividad, tal el
caso de la vivienda situada en calle Alberti esquina Avenida Independencia
(demolida) de gran porte y con una galería de arcos de piedra en su perímetro.
Vista en planta. Residencia y estudio de Corsico Piccolini. Residencia y estudio de Corsico Piccolini. Rivadavia y Jujuy. Año 1943. Revista Arquitectura Grafica |
Imagen del frente. La resolución del proyecto está encuadrado en el denominado "Modernismo Formalista" de los años 30.. Residencia y estudio de Corsico Piccolini. Rivadavia y Jujuy. Año 1943. Revista Arquitectura Grafica. |
Estas
obras multiplican, en casos de baja y mediana superficie, los puntos de vista
en escorzo, desarrollando una articulación fragmentada del frente, y una gran
variedad de materiales y volúmenes quebrados, perspectivas y encuentros,
recurso que trabajado sistemáticamente, dio por resultado una sintaxis
personal.
Esta
producción es publicada en “La Construcción Marplatense”, ámbito donde sus
obras son reconocidas al punto de que, la mencionada obra de Alberti e
Independencia fue motivo de la tapa del Nº 43 de la publicación (julio de
1940). Cabe destacar que no solo a nivel local se publican sus obras, también
lo son en la “Revista de Arquitectura” de la Sociedad Central de Arquitectos y
en la revista “Arquitectura Gráfica”, una publicación capitalina sobre
viviendas y profesionales en Mar del Plata.
Vivienda Orensanz Jujuy y Alberti Año 1943.Archivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Vivienda Morrone Falucho y 20 de septiembre. Año 1945.Archivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Vivienda Urquiza entre Rawson y Garay. Año 1948.Archivo Corsico Piccolini, Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Vivienda Matheu y Gral. Rivas Año 1953.Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Los
variados materiales, así como su articulación y composición, hicieron de las
casas de Córsico Piccolini un referente del chalet estilo Mar del Plata, que
amerita detallarlos con la meticulosidad presente en sus memorias descriptivas, como en la observación de los muchos ejemplos de vivienda que subsisten -y son
valorados por sus actuales residentes-.
Los detalles lingüísticos que definen
la imagen de sus viviendas, se concentran en el “frente” -la parte más
representativa de estas casas-. Así reza uno de sus pliegos: “Revestimiento de
piedra manchada de Chapadmalal dispuesto en aparejo tipo “escallas” con
mampuestos de altura reducida y juntas rehundidas de 1,5 cm, para el zócalo se
emplearán piedras de mayor tamaño; solias de piedra en las aberturas ubicadas
en muros de piedra o revocados”
¿ |
Vivienda Martincich Rawson y Pelegrini Año 1946. Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Vivienda Martincich Rawson y Pelegrini Año 1946. Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
También
se reconocen rasgos personales en resoluciones de partes, por ejemplo las
plantas bajas, revestidas en piedra con predominio de ocres y marrones, de
aparejo trabado y variedad de tamaños en las piezas, que se alzaban en forma de
columnas en las chimeneas. Elementos de fachada de notable voluntad expresiva
son los portones de garages, resueltos con importantes arcos de piedra de medio
punto; en estos las dovelas configuran curvas semicirculares de gran
virtuosismo artesanal. Los portones propiamente dichos, realizadas en tablas de
madera hachada” complementadas con bisagras de herrería”, constituyen
simbólicamente verdaderas puertas de entrada de un “castillo” o gran
residencia. Herrajes que son especificados, en uno de los pliegos, del
siguiente modo: “Las aberturas del frente llevarán herrajes de hierro batido,
bisagras aparentes, manijones, etc.”
Otro
tema figurativamente relevante en sus frentes estará dado por las “chimeneas”
no como elementos utilitarios sino como recursos compositivos; Así en las
fachadas se alzaban dos o más de estas chimeneas aun cuando una correspondía a
conductos utilizables efectivamente utilizables. Significativamente,
en sus dibujos y croquis de fachada, el humo “emana” solo de la chimenea
“verdadera”. De todos modos la columna de la chimenea, su articulación, el
tallado y la colocación particular de las piedras y el remate constituían parte
de un discurso formal. Otro
caso de composición de formas aparentes lo constituyeron las “falsas ventanas”
en el ático, tal como reza el pliego ya mencionado en su memoria “...en el
mojinete principal, sobre la calle Córdoba, se dispondrá una ventana simulada
con postigón de madera dura y bisagras aparentes de hierro forjado.” El uso de
la piedra constituyó una estrategia totalizadora al continuarse en los cercos
de baja altura, los canteros y en las veredas que continúan de este modo
colores y texturas prácticamente hasta los cordones.
Vivienda Clarich Bernetich Rawson y Urquiza Año 1951.Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Vivienda Clarich Bernetich Rawson y Urquiza Año 1951.Centro Documental CAPBA Distrito IX; Archivo Fotografico IEHPAC, FAUD, UNMDP |
Córsico Piccolini se
refirió tempranamente a la piedra como “noble material de cuyo trabajo se ha
hecho un verdadero arte”, afirmando que este material: “...Ha introducido en
los diversos estilos variantes dignas de tomarse en cuenta, sentando así los
lineamientos generales de un tipo de arquitectura que si bien conocemos su
origen, no predecimos su futuro por las continuas variaciones que va sufriendo
en el transcurso de los años”. Las
fachadas poseen asimismo sectores revocados en los que el arquitecto ensayaba
superficies con texturas rugosas, chorreados y escamas. En estos muros revocados
utilizó sistemáticamente un recurso geométrico-ornamental en bajorrelieve, de
tema geométrico, en forma de triángulos, cuadrados o rombos formando tiras
verticales. En el caso de las plantas altas, algunos volúmenes -que
individualizan una habitación o constituyen remates de techos- se encuentran
resueltos con paños de “troncos” dispuestos horizontalmente.
Estos
rústicos troncos de superficie hachada se armonizaban con columnas de madera
redondas o recuadradas, dinteles y zócalos maceteros y aleros de
techos.“Revestimientos de madera dura dispuesto en piezas solapadas entre sí
simulando troncos, uniones en ángulo con ensamblajes aparentes de media medra
imitando las construcciones canadienses, los revestimientos de madera dura
estarán apoyados sobre cabezas de troncos de un diámetro de 6”.Dinteles y vigas de apoyo de
los cuerpos salientes, de madera dura hachada en forma de troncos, las vigas de
apoyo de los cuerpos salientes, descansarán sobre cabezas de troncos de 8” de diámetro,- Columnas de ángulo
de forma cilíndrica de madera dura hachada.- jardineras según plano de madera
dura hachada con tarugos a la vista.”
Las
cubiertas de tejas coloniales –de una textura gruesa y colorida- fueron
resueltas con gran cantidad de quiebres y faldones, acompañando la
fragmentación volumétrica del frente y la multiplicación pintorescamente
variada del quiebre en esquinas resultante. Los aleros sin frente, dejaban a la
vista su armadura: “De teja española (copos), sobre tablado lleno de pino
paraná, de ¾ x 6”
con su correspondiente protección de fieltro alquitranado, y doble enlistonado,
aleros de 0,60 m
en el sentido de las pendientes con sobrones aparentes de cabeza moldurada de
4”x 4”
descansando sobre correas en forma de troncos de 5”x2”
Figura 2 y 3. Viviendas
entre medianeras. Barrio Playa Grande. Residencia de Leonardo A. Fernández y Lydia
Esther Fernández –denominada “Pocho y Perla”- del año 1941. Arq. Alberto
Corsico Piccolini.
|
En
el chalet “Pocho y Perla” en un pequeño terreno entre medianeras, fuerza el
desarrollo de fachada utilizando una organización en diagonal quebrada, como
criterio de planta. Esta decisión sacrifica el espacio de patio posterior el
cual queda reducido a un aire-luz de servicio. La planta baja, donde se sitúan
los espacios de estar y el garage, se desarrolla según el citado criterio de
escalonamiento y diagonal. El resultado es una composición pintorescamente
variada y dinámica, con un alto aprovechamiento de la escasa superficie. Los
elementos exteriores, basamento y chimeneas de piedra con aparejo de bastón
roto, el volumen de dormitorio y balcón de troncos aparentes, el porch-galería
de madera y troncos hachados, y la ventana esquinero, componen una fórmula
utilizada por el arquitecto.
El
conjunto, tectónicamente irreprochable, se completa con paños superiores de
revoque blanco texturado y tejados de varios quiebres de tejas coloniales. En
esta obra podemos visualizar el conjunto de estrategias compositivas y
lingüísticas que personalizan la estilística de Córsico Piccolini: el zócalo,
la planta baja, cercos y veredas de piedra ocre, que se convierte en columnas
verticales en las chimeneas, ventanas en esquina, el revoque texturado rústico blanco
en las plantas altas, los troncos y pilares de madera hachada las guardas
geométricas verticales, los garajes con un arco de medio punto y los tejados coloniales.
En
esta estética cercana al chalet californiano, o canadiense, donde la
rusticidad, y la ejecución artesanal virtuosa de detalles de piedra, revoque
con textura, madera, hierro forjado y tejas era dominante, algunos arquitectos
buscaron su impronta individual, su marca personal. La obra descripta, una
entre varias decenas de ejemplos, es representativa de la imagen de Alberto
Córsico Piccolini. Piedras más sueltas y tablas hachadas se reconocen en las
obras de Auro Tiribelli, las más expresionistas, con uso de aparejo de piedras
de grandes tamaños, irregulares, de juntas anchas, troncos sin desbastar, y
volumetría muy quebrada, son frecuentes en Barroso y Coll, así como las
galerías en esquinas semicirculares con columnas de piedra, son características
del constructor Ravizzoli.
En
el chalet Watson -obra en esquina- despliega su lenguaje en gran escala,
poniendo en una fachada donde se multiplican los quiebres, todos los recursos
lingüísticos, los variados materiales y los contrastes cromáticos de su
repertorio. Cabe destacar que si bien Córsico Piccolini se hizo notorio y
prestigioso a partir de sus viviendas extendió paralelamente su léxico a otros
temas y escalas. Por ejemplo en la capilla “Nuestra Señora del Huerto”
equipamiento parroquial del Barrio “Bosque Alegre”, proyectado en los años
cuarenta con una propuesta urbanística de Ciudad Jardín, en la cual se proponen
viviendas pintorescas-. Desarrolla aquí el lenguaje rústico en un templo de una
nave, techado con cabriadas a la vista de madera hachada, en donde los ejemplos
coloniales californianos y mexicanos son muy tenidos en cuenta.
Figuras
4 y 5.-Arq. Alberto Córsico Piccolini, Chalet Watson, en la esquina de
calles
Olavarría y Castelli (1940). Planimetrías e imagen fotográfica. Fuentes
Archivo
Córsico Piccolini, CAPBADistrito IX
|
El
estudio de la arquitectura pintoresca marplatense -y sus diversas corrientes estilísticas-
ha sido objeto de diversos abordajes, entre los cuales nos interesa mencionar
dos. En primer término el trabajo pionero de R. Gómez Crespo y Roberto Cova,
quienes describieron tempranamente las características del pintoresquismo en su
adaptación local, (Gómez Crespo; Cova, 1982), señalando un abandono de los
recursos compositivos y perceptivos clásicos a favor
de:
- La indagación en referentes propios de las arquitecturas populares
- La búsqueda de relación entre “arquitectura y naturaleza”.
- El empleo de la asimetría y de los contrastes volumétricos.
- La “expresión” de los materiales empleados y el uso de cubiertas en pendiente.
Estos
estudiosos afirman que esta modalidad arquitectónica -que interrelaciona
valores arquitectónicos-paisajísticos con valores pictóricos- concibió el
proyecto “como una secuencia de imágenes convalidadas estéticamente por sus
valores pictóricos” y enseñó “a mirar los edificios y sus emplazamientos como
secuencias de perspectivas...”
En
segundo lugar nos interesa señalar aquella lectura que periodiza esta
producción, durante la primera mitad del siglo XX, en dos fases relevantes. Una
la fase inicial, hasta mediados de los años veinte, en la cual predominaron los
profesionales extranjeros o porteños y los referentes estilísticos del norte
europeo –como el estilo anglonormando-. En la segunda fase, hasta mediados de
siglo, se abandonaron progresivamente los estilos anteriores y se incorporan
pintoresquismos de raigambre latina -colonial, vasco, californiano, entre
otros-. En ésta se acentuó crecientemente la expresión de la materialidad
-maderas, piedras locales, etc.-, intensificándose la justificación de la
imagen. (Ballent, 2004).
Esta
última fase –en que se inscribe el objeto de estudio del presente trabajo-vio
incrementar la participación de profesionales y constructores locales, implicó
un considerable aumento de comitentes de la ciudad y, en términos
disciplinares, generó una deriva propia del pintoresco: el “Chalet estilo Mar
del Plata” Comenta A. Ballent que en estas décadas los términos “pintoresco” y
“rústico” fueron frecuentemente conceptualizados como sinónimos, con la
posibilidad de interpretar lo rústico como “la particular inflexión de lo
pintoresco en nuestro país”.
Esta
preeminencia del rústico en la arquitectura marplatense se fue “construyendo”
paulatinamente y legitimado social y disciplinalmente a nivel local y también
nacional –a partir de medios de difusión profesionales y para el público no
especializado-. Entendemos que esta rustificación estuvo fuertemente signada
por las posibilidades productivas locales, uno de cuyos rasgos fue el abundante
empleo de la piedra -que tuvo en la figura de Alula Baldassarini uno de sus
pioneros-; su empleo en villas y chalets -casas urbanas de escala intermedia,
para veraneantes o residentes- resultó fundamental en la caracterización del
tejido urbano de Mar del Plata. “
Entre 1935 y 1948 se construyeron los
pequeños chalets marplatenses, cuyo volumen y características definieron gran
parte de la morfología de la ciudad. Aparecía en ellos el llamado “estilo Mar
del Plata”, un producto híbrido, que consiste en un tipo particular de chalet
de dimensiones moderadas, con partes de piedra y partes de revoque blanqueado,
techado con tejas coloniales y un pequeño jardín al frente” (Ballent, 2004)
En
un sentido análogo se expresan Gómez Crespo y Cova con relación a la emergencia
del rústico local “En la década del 40 imperó el “hachado”, la carpintería,
puertas de entrada, dinteles, falsas vigas exteriores e interiores, repisas de
chimenea, revestimientos, todo se “hachaba” o se “hachaba y arrancaba”, al uso
del arquitecto Alberto Rodríguez Etcheto.” (Gómez Crespo; Cova, 1982)
El
mestizo “Estilo Mar del Plata”, que genérica y popularmente denomina al
lenguaje rústico de casas individuales con imagen pintoresca involucró diversos
discursos, autores, variaciones, escalas y estéticas, definida e
intencionadamente locales, que reivindican la tradición de la ciudad, y
reconocen los decisivos aportes de A. Baldassarini, A. Marschal, y el
mencionado Rodríguez Etcheto y otros autores.
Ya
hacia mediado de los cuarenta un nuevos pliegues de la arquitectura pintoresca
dará lugar a los chalets blancos estilo “Cape Cod”, que se desarrollaran en la
ciudad hasta mediados de la década siguiente. Quizás quien encontró un lenguaje
estilísticamente más consecuente, personal y elaborado en cuanto al diseño y
los componentes de estas residencias “Estilo Mar del Plata”, fue el arquitecto
Alberto Córsico Piccolini, quien desarrolla desde mediados de los años treinta
una variante personal de estas casas caracterizadas por la multiplicidad de
acotados volúmenes, una fuerte policromía, y una diversidad de materiales y
texturas insertos en una pauta fuertemente rústica.
Algunas de sus obras
-
“Estudios sobre la arquitectura pintoresquista en Mar del Plata. Lenguaje y materialidad en la obra de Córsico Piccolini” por el Arq. Manuel Torres Cano. Revista I+A Investigación + Acción Año 17 Nº16 // 2014 // ISSN 1850-1117 (impreso) lISSN 2250-818X (en línea) // Mar del Plata // págs. 111-125. https://revistasfaud.mdp.edu.ar/ia/article/view/17-05/11
- Archivo de obras del Arq. Alberto Corsico Piccolini
- https://issuu.com/capba9/docs/arquitecto_alberto_corsico_piccolini_colecci_n_arq
- Erviti, C y Torres Cano, M (2019) Alberto Corsico Piccolini. Anales del IAA 49(1), pp. 43-58. Recuperado de: http://www.iaa.fadu.uba.ar/ojs/index.php/anales/article/view/296/510
Referencias Bibliográficas
- Ábalos, I.. (2009) ¿Qué es lo pintoresco? Uvedale Price desde el siglo XXI.Revista Summa +, Nº 105, 59-67.
- Ballent, A.; (2004) Arquitectura pintoresca. En J.F. Liernur y F. Aliata (Comp.) Diccionario de Arquitectura Argentina Estilos Obras Biografías, Instituciones,Ciudades. Buenos Aires: AGEA.
- Gómez Crespo, Raúl; Cova, Roberto (1982) Arquitectura Marplatense. ElPintoresquismo. Resistencia: Editorial del Instituto Argentino de Investigacionesde Historia de la Arquitectura y del Urbanismo.
- Novakovsky A.; Paris Benito, F. (2009) Alula Baldassarini, el impulsor de la arquitectura pintoresquista” Buenos Aires: CEDODAL. “La Construcción Marplatense”. (1937-1940) Publicación mensual del Centro de Constructores y Anexos de Mar del Plata. Números varios Fuente Biblioteca Central UNMdP.
- Revista ANUARIO. Publicación de la Asociación de Propaganda y Fomento deMar del Plata. Año 1937.
Buen día , mi casa fue construida por el Arq Corsico Picolini , quería saber si la tienen registrada o donde debo hacerlo , desde ya muchas gracias.
ResponderEliminarBuenas. La casa de mi bisabuelo fue una obra de Corsico Piccolini quería saber si tienen algún registro
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