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jueves, 5 de enero de 2017

LA TRAGEDIA DEL NEPTUNE EN LA ANTARTIDA

El Comando del Area Naval Atlántica, recuerda siempre a los nueve (9) camaradas de la Aviación Naval que perdieron su vida al accidentarse en Isla Livingstone, del Archipiélago de las Shetland del Sur en uno de sus aviones. Uno de los aviadores navales, integrantes de la dotación del 2-P-103, el teniente de corbeta Claudio María Cabut, que era oriundo de la ciudad de Mar del Plata, llevó al Instituto Aeronaval de ésta filial a organizar un homenaje.

El 15 de Septiembre de 1976, el avión Lockheed SP-2V5 “Neptune” identificado como (2-P-103) de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración, despegó a las 8.40hs de la Base Aérea de Río Gallegos, con la misión de realizar un vuelo de reconocimiento de hielos en el Pasaje de Drake, sobre la ruta de navegación que a partir del mes de Diciembre navegaría el rompehielos (Q-4) ARA “General San Martín”, en cumplimiento de la Campaña Antártica 1976/77.

El avion Neptune 2-P-103 en vuelo

La dotación estaba integrada por el capitán de corbeta Arnaldo M. Mutto (Comandante); teniente de navío Miguel A. Berraz; teniente de navío Carlos R. Migliardo; teniente de corbeta Claudio M. Cabut; suboficial segundo Nelson Villagra; suboficial segundo Juan O. Notto; suboficial segundo Remberto Brizuela; cabo principal Omar Campastri; cabo principal Jesús Arroyo; cabo primero Benjamín Scesa y el corresponsal (camarógrafo) Canal 13 TV Ushuaia, D. Rodolfo Rivarola. 

Esquema y matricula del avion siniestrado.

A las 12.45 hs ante la ausencia de comunicación radial con el vuelo de la Naval, la Torre de Control de Río Gallegos, declaró al vuelo en emergencia. Comenzó así un amplio operativo de búsqueda y rescate por aire, mar y tierra. Recién el día 18, un vuelo de reconocimiento de la Fuerza Aérea Argentina, detectó el impacto y restos de la aeronave, en la ladera Norte del Cerro Barnard, en la Isla Livingstone.

La dotaión del avion Neptune 2-P-103

Hubo que esperar hasta el mes de Enero de 1977 para poder intentar el rescate de los cuerpos de los integrantes de la dotación del avión naval. En esa tarea, cuando daba apoyo a la expedición que por tierra intentaba el ascenso a más de 1.500 metros de altura, con una ladera de hielo inclinada a 70 grados, un helicóptero Bell 212 de la Aviación de Ejército (AE-451) se precipitó a tierra, falleciendo sus tres tripulantes, el teniente primero Mario E. García, el teniente Alejandro R. Merani y el sargento mecánico Ricardo L. Segura.

Ante la tragedia, la mayor registrada en estos 108 años de presencia antártica argentina, se decidió no volver a intentar el rescate de los cuerpos. Son centinelas eternos, guardianes aeronavales de los cielos antárticos argentinos. 



16 de Septiembre de 2012. Capilla “Stella Maris” de la Base Naval Mar del Plata, el Instituto Aeronaval, con la colaboración del Comando del Area Naval Atlántica, recordaron a los nueve (9) camaradas de la Aviación Naval que perdieron su vida al accidentarse en Isla Livingstone, del Archipiélago de las Shetland del Sur, al cumplirse 36 años de aquella tragedia.

El hallazgo de sus restos

En el marco de las tareas de investigaciones realizadas por los científicos búlgaros durante la 32° campaña antártica científica, tras más de 47 años del siniestro de la aeronave argentina ocurrido el 15 de septiembre de 1976 durante un vuelo glaciológico en la Antártida, se encontraron restos de un vehículo de tipo militar coincidentes con los de una aeronave. Geólogos búlgaros, tomando muestras en el área de Punta Barnard, en la Isla Livingston, perteneciente al archipiélago de las Islas Shetland del Sur descubrieron dichos restos, los cuales fueron embarcados a bordo del buque de investigación de la Armada búlgara.

El 19 de enero de 2024, con el objetivo de encontrar indicios que ayudaran a identificar el origen de las partes previamente halladas, las autoridades búlgaras enviaron un grupo de alpinistas e investigadores. Estos lograron encontrar más elementos, que también fueron embarcados. En esa oportunidad, las autoridades búlgaras se comunicaron con las argentinas e informaron acerca del hallazgo y se pusieron a disposición, coordinando además la entrega que se efectivizó esta mañana.

 

El buque de investigación naval Santos Hermanos Cirilo y Metodio. Imagen gentileza Diario La Capital

El jueves 22 de febrero de 2024, restos del avión Neptune 2P-103 de la Armada Argentina que se precipitara en 1976 contra la isla Livingston en la Antártida y causara la muerte de todos sus tripulantes llegaron a Mar del Plata a bordo del buque oceanográfico búlgaro que los halló a principios de este mes. El ingreso a la Base Naval del “Santos Hermanos Cirilo y Metodio” se produjo en horas de la mañana para una parada logística pero además para entregar los restos que, se supone casi en grado de certeza, que pertenecen al avión Neptune 2P-103, que se estrellara el 15 de septiembre de 1976 en la isla Livingston.

El material será ahora trasladado al Arsenal Aeronaval Comandante Espora a fin de que éste ente técnico certifique si los mismos pertenecen a la aeronave argentina; todo ello bajo la supervisión de la Jefatura de Mantenimiento y Arsenales de la Armada. En caso que el peritaje confirme esta presunción, es intención de la Armada realizar actividades que serán informadas oportunamente. La llegada de lo que se creen son los restos del Neptune cobra importancia emotiva en Mar del Plata, ya que uno de los fallecidos era el Teniente de Corbeta, Claudio Cabut, ex alumno del Instituto Peralta Ramos.

 

Uno de los restos hallados que ya están en Mar del Plata. Imagen gentileza Diario La Capital

Durante un encuentro mantenido a bordo del buque búlgaro, se oficializó la entrega a las autoridades navales argentinas mediante la rúbrica de un acta de recepción del material. Dicha acta, fue firmada por el Comandante Rector de la flotilla de la Academia Naval “Nikola Vaptsarov”, Almirante Boyan Mednikarov; el Comandante del buque, Capitán de Fragata Nikolay Danailov; el Comandante del Área Naval Atlántica, Comodoro de Marina Marcelo Paternostro; y el Jefe del Arsenal Naval Mar del Plata, Capitán de Navío Jorge Rajcevic.Tras su breve escala en Mar del Plata, el “Santos Cirilo y Metodio” emprenderá rumbo a Río Grande do Sul (Brasil). Posteriormente cruzará el Océano Atlántico hacia Bulgaria, previa escala en España e Italia.

 

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